El miedo como factor del fenómeno delictivo

23 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

El miedo como factor del fenómeno delictivo

delincuentes

Hay dos teorías que explican cómo el miedo al delito afecta a nuestras rutinas diarias: teoría de estilo de vida y teoría de la actividad rutinaria.

Los avances tecnológicos y científicos han transformado en muchos aspectos las rutinas diarias de las personas, en igual o mayor medida han contribuido los cambios económicos y sociales de los países para que los hábitos de sus habitantes se acomoden a las nuevas circunstancias. En nuestro país, la rutina de algunos mexicanos se ha transformado debido al miedo.

Trevor Bennett, investigador del Centro de Estudios de Justicia y el Delito del Reino Unido dio a conocer la “Tesis de la Victimización” en su ensayo La efectividad de la policía en una estrategia de reducción del miedo; la cual establece que: “La perspectiva de la victimización se basa en la premisa de que el miedo a la delincuencia dentro de una comunidad está provocado por el nivel de actividad delictiva o por lo que la gente oye sobre dicha actividad, ya sea en conversaciones con otras personas o en los medios de comunicación”. https://bit.ly/1tChJNz

Carlos J. Vilalta, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), en su estudio ¿La guerra mexicana contra el crimen organizado mediador entre el miedo a la delincuencia y las rutinas diarias?, subraya que dicha guerra se ha destacado por aumentar, en lugar de disminuir el temor de la población y la victimización nacional. https://bit.ly/1tdIXJd

Vilalta explica que el miedo de las personas a la delincuencia se ha acrecentado en los últimos años, por tal razón las actividades cotidianas de las personas se han transformado, por ejemplo el 53.2 por ciento de la población nacional mayor de 18 años dejo salir de noche en 2013, asimismo el investigador señaló que esta tendencia se agrava cada vez más debido a la falta de confianza de la gente en la policía.

Y es que en numerosos estudios se ha argumentado que la percepción de riesgo de la delincuencia tiene un papel fundamental en la conformación de nuestras actividades, en su investigación Carlos Vilalta explica que hay dos teorías que explican cómo el miedo al delito afecta a nuestras rutinas diarias: teoría de estilo de vida y teoría de la actividad rutinaria.

Ambas teorías asumen que la victimización por delincuencia es una función de las rutinas diarias de las víctimas y los delincuentes y que existen oportunidades delictivas como parte del estilo de vida de las personas. La teoría de estilo de vida se basa en que los grupos sociodemográficos tienen diferentes niveles de exposición al riesgo de la delincuencia, y la teoría de actividad rutinaria explica que la oportunidad del delito depende de la interacción de tres componentes: objetivos adecuados, los delincuentes motivados, y la ausencia de guardianes capaces, tales como la policía y la seguridad.

Con la finalidad de generar información a nivel nacional y por entidad federativa sobre el fenómeno de la victimización delictiva, cada año el INEGI realiza Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), con esta herramienta es posible conocer sobre la percepción de la ciudadanía con respecto de la seguridad pública y la delincuencia, así como el desempeño de las autoridades en consecuencia. https://bit.ly/1CEtkhS

En su edición 2014 presentada el pasado 30 de septiembre, se estima que durante el año 2013, el 33.9 por ciento de los hogares del país tuvo, al menos, una víctima de delito, derivado de este dato se previó que hubo 22.5 millones de víctimas de 18 años y más, lo cual representa una tasa de 28 mil 224 víctimas por cada cien mil habitantes.

Asimismo la ENVIPE señaló que los estados en donde más aumentó la prevalencia delictiva fueron Coahuila, Estado de México, Chiapas, Tlaxcala y Oaxaca, y que la acentuación de la misma se debe al incremento de los delitos más frecuentes, tales como el robo o asalto en la calle o en el transporte público, robo de vehículo, extorsión, amenazas y fraude.

Otros de los datos que vale la pena destacar de la encuesta es que el 73.3 por ciento de la población mayor de 18 años, considera que vivir en su estado es inseguro a consecuencia de la delincuencia y que el nivel de confianza en las procuradurías estatales, las policías municipales, ministeriales y de transito no supera el 43 por ciento. Estas cifras reflejan que la gran mayoría de los mexicanos se sienten vulnerables y esto se acrecienta por la falta de confianza en las fuerzas policiacas más próximas y preventivas.

Después de analizar y comparar las ENVIPE, el investigador concluye que la guerra en contra del crimen organizado sí ha provocado un mayor temor en la población lo cual ha afectado directamente sus rutinas diarias, sobre todo en las zonas gravemente afectadas por la violencia generada por los enfrentamientos y las acciones encaminadas a eliminar las actividades de los cárteles de drogas y la detención de sus integrantes.

Sin embargo no hay una distinción entre las políticas de control del delito y las encauzadas a reducir el miedo de la población, la propuesta de Vilalta es que los funcionarios públicos responsables deben separar las acciones según los objetivos planteados, y uno de ellos debe ser que la población pueda regresar a sus rutinas diarias que fueron abandonadas a causa del miedo. Los responsables de implementar las políticas y estrategias de seguridad tienen la palabra.

*Analista en temas de Seguridad, Educación y Justicia simon.9@prodigy.net.mx @simonvargasa facebook.com/simonvargasa

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