Alice in Borderland: tensión en tiempos de pandemia

19 de Abril de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Alice in Borderland: tensión en tiempos de pandemia

alejandro aleman

Lo reconozco, la serie que hoy recomiendo probablemente no sea la mejor opción para verse en medio de una pandemia. Provoca tensión desde el primer episodio, sensación de peligro, angustia y emociones aumentadas, provocadas por su trama llena de adrenalina. En resumen: todo aquello que no queremos vivir en tiempos de semáforo rojo.

Se trata de Alice in Borderland una producción asiática de Netflix basada en el manga del mismo nombre escrito por Haro Aso. En esta serie de ocho episodios conocemos a Arisu (Kento Yamazaki), un joven que se la pasa jugando videojuegos y que es la oveja negra de la familia. Harto de su padre, Arisu decide irse de casa para reunirse con sus mejores amigos, Chota (Yûki Morinaga) y Karube (Keita Machida), que al igual que él están frustrados por cómo llevan su vida.

Los tres amigos se divierten vagando en la multitudinaria Tokio, cuando, de repente, sucede un apagón, las calles que antes veíamos llenas de transeúntes quedan desiertas ante los ojos atónitos de los tres amigos. No hay energía eléctrica, sólo a lo lejos se ve el resplandor de un edificio y cuando llegan a él descubren que son parte de un “juego” de sobrevivencia: deben ganar o morir.

Aparte del espectacular diseño visual (el plano secuencia con el que abre el primer episodio es todo un triunfo), probablemente el mayor acierto de la serie sea lo ambiguo del guión. Escrito a seis manos por su director, Shinsuke Sato, junto con Yasuko Kuramitsu y Yoshiki Watabe, la serie no pierde tiempo en explicar lo que a la larga resulta intrascendente: ¿qué pasó con el resto de la gente de Tokio?, ¿quién organiza estos juegos?, ¿hay forma de escapar?

Esas preguntas no importan, lo relevante es sobrevivir a los brutales juegos: esconderse de un terrorista armado que los persigue entre los pasillos de un edificio abandonado, una carrera de obstáculos que incluye derrotar a un hambriento lobo gigante, un sangriento juego de escondidas y más. Mi descripción es pobrísima, comparada con la eficacia con la que la serie transmite el peligro y la angustia que sufren los participantes de estos juegos de horror.

Cada episodio es un nuevo reto y, aunque podría parecer repetitivo, el guion no da descanso con los giros de tuerca, el desarrollo de personajes y la convicción de no ser condescendiente: nos queda claro que cualquiera puede morir en cualquier instante.

Agotadora por la tensión que provoca, Alice in Borderland puede que no sea la mejor opción para calmarse en medio de una emergencia sanitaria, pero, vamos, por un momento resulta reconfortante ver que los problemas son de otros y no de uno mismo.