Into the Night: Apocalipsis en el aire

20 de Abril de 2024

Alejandro Alemán
Alejandro Alemán

Into the Night: Apocalipsis en el aire

alejandro aleman

En Into the Night —serie postapocalíptica, multilingüe, de origen belga, pero con indiscutible tradición hollywoodense— un militar que trabaja para la OTAN secuestra, fusil en mano, un avión que está por despegar con destino a Rusia.

¿Qué pretende este hombre? Resulta que posee información privilegiada sobre un desastre inminente: por alguna extraña razón, los rayos del sol están matando a los seres humanos, mismos que caen cual moscas con tan solo los primeros rayos de luz en la mañana.

Los noticieros en el aeropuerto y una rápida revisada al internet (mediante el servicio a bordo en el avión) confirman la versión del militar: la humanidad entera se está muriendo. Así pues, no hay otro escape más que seguir volando, siempre en dirección contraria al amanecer.

Trepidante y con un elenco multiétnico, Into the Night es un acezante thriller que sin duda abreva del cine de desastres más clásico (Infierno en la Torre, 1974), así como de series de acción al borde como 24.

Los pasajeros (un puñado de almas que tuvieron la mala suerte de ser los primeros en abordar) tendrán que ir sorteando una serie de problemas de obviedad: la falta de combustible, la escasez de alimento y medicinas, así como las constantes discusiones entre ellos mismos que en no pocas ocasiones pierden la calma.

“Un problema a la vez” es la frase constante y repetitiva de esta serie que maneja con notable soltura el ritmo, la música y la paranoia. Claro, la trama es poco menos que inverosímil, las actuaciones son irregulares, pero los giros de tuerca, los muy tramposos (pero efectivos) cliffhangers, y el hecho de que son sólo seis capítulos que apenas rebasan los 30 minutos no hacen sino secuestrar nuestra atención para de inmediato darle play al siguiente capítulo.

La serie se entrega sin pudor alguno a sus clichés y a su estructura —por momentos similar a la de un videojuego—, pero sabe aprovechar sus oportunidades para lanzar uno que otro dardo: la burla hacia los influencers, la crítica hacia los machos alfa (sus peleas sólo complican una y otra vez la misión), un comentario sobre el liderazgo femenino y (la más interesante), su crítica hacia el puritanismo reciente.

Y es que, en pleno apocalipsis, los patéticos pasajeros (de los cuáles no hay ni a quién irle) pierden más tiempo juzgando moralmente el pasado turbio de los otros que ocupándose por sobrevivir.

¿Qué caso tiene perderse en digresiones moralinas cuando el avión donde todos estamos trepados está a punto de venirse abajo?

Se puede ver en Netflix.