En bombardeo, Colombia abate a 10 disidentes de FARC
Handout picture released by the Colombian Army press office showing Colombian soldiers escorting Juan Gabriel Arizala (C) --brother and man of confidence of Walther Patricio Arizala Vernaza, aka, Guacho, a former FARC guerrilla wanted in Ecuador and Colombia and who commands a group of dissidents on the border-- as he is being transferred to a maximum security prison in Tumaco, Colombia, on June 13, 2018. / AFP PHOTO / Colombian army / HO / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT “AFP PHOTO / COLOMBIAN ARMY” - NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS
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El operativo militar en la frontera con Venezuela, es el segundo del año contra el grupo que lidera “El burro”, acusado de atentar contra un hospital
BOGOTÁ, Colombia.-Diez presuntos disidentes de la exguerrilla FARC murieron la madrugada de este miércoles en un bombardeo en la frontera entre Colombia y Venezuela, informaron fuentes oficiales.
No bajaremos la guardia frente a estos criminales”, escribió el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta en Twitter.
Las operaciones contra grupos residuales en Arauca siguen dando buenos resultados. Felicitaciones a @FuerzasMilCol y @FiscaliaCol. No bajaremos la guardia frente a estos criminales. https://t.co/WAGSMjNILl
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) 13 de junio de 2018
El operativo, que dejó siete hombres y tres mujeres fallecidos, se llevó a cabo en el municipio de Fortul, departamento de Arauca, indicó por su parte el ejército en un comunicado. El grupo atacado está al mando de Alex Rendón, conocido como “el burro”, quien podría estar entre los fallecidos, aseguró en tanto el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, a periodistas. Este es el segundo gran bombardeo contra los disidentes en lo que va de 2018. En marzo murieron nueve miembros de estas organizaciones en el departamento selvático de Guaviare. El grupo atacado es acusado por las autoridades de atentar contra el hospital de la región, la infraestructura petrolera y la fuerza pública. Según el ejército, esta disidencia de la disuelta guerrilla comunista tenía “nexos” con líderes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), reconocida como la última organización rebelde activa en el país y que negocia la paz con el gobierno. A través de esta presunta alianza, ambos buscan controlar el narcotráfico en los departamentos de Arauca, Boyacá y Casanare, así como coordinar “actividades extorsivas, tráfico de armas y articulación de planes terroristas”, indicó el boletín. Sin un mando unificado, los disidentes cuentan con unos 1,200 combatientes y operan en apartados puntos de Colombia donde controlan el narcotráfico o la minería ilegal. Suscrito en noviembre de 2016, el pacto de paz con el ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) condujo al desarme de unos 7 mil combatientes y ha evitado unas 3 mil muertes al año, según datos oficiales. Colombia, principal productor de cocaína del mundo, vive un conflicto armado que en medio siglo ha dejado unos ocho millones de víctimas entre desaparecidos, muertos y desplazados. TB