Campeche. - A 40 días de la elección más grande en la historia de México, aquí, en este estado del país, aún existe el miedo al cacicazgo del PRI, por lo que sus ciudadanos guardan con recelo su decisión de ya no votar por este partido el próximo 6 de junio. Aunque vislumbran opciones para el cambio, temen perder su empleo en alguno de los sectores del gobierno, o a seguir en el abandono ciudadano, producto del desprecio de la clase política gobernante.
Este columnista recorrió varios municipios del estado y pudo constatar que la entidad está sumergida en la pobreza.
En Campeche los ricos siguen siendo más ricos y los pobres más pobres. Dirá que es un cliché, pero no; cuando se recorren sus colonias populares, mercados o paradas de autobuses, uno se da cuenta que aquí hay un abismo profundo entre las clases sociales. El propósito de acortar la brecha entre pobres y ricos, es aún asignatura pendiente.
En Campeche se respira olvido; está abandonado por aquellos que han gobernado por años y lo único que han logrado es amasar fortunas para sus líderes políticos, gobernadores y presidentes municipales, y ni qué hablar de diputados locales y federales; para ellos no hay crisis, ni mucho menos pandemia, pues son los amos y dueños del presupuesto, sin que nadie los audite y sin rendir cuentas.
En Campeche gobierna el PRI y la fotografía de sus administraciones son colonias completas (haga de cuenta la Agrícola Oriental, en la Ciudad de México), sin luz eléctrica, drenaje ni agua potable.
Así viven en la colonia Siglo XXI del municipio de Campeche. Aquí la perpetuidad del PRI se aprecia en sus calles sin pavimento, en sus avenidas que a la menor lluvia se inundan, y no le hablo de aquellas tormentas que azotan al Valle de México, sino de apenas lloviznas que aquí anegan calles enteras.
En este estado del sur del país el pueblo está enojado; sus pobladores dicen que “los de siempre no tienen madre” porque no los han ayudado y aún regresan a pedirles de nueva cuenta su voto, cuando ven a la entidad inmersa en la miseria absoluta.
Le puedo hablar de testimonios de vecinos de varias colonias que este columnista recorrió, pero lo más significativo de mi recorrido está en la colonia Siglo XXI de la capital del estado.
Ahí sus vecinos cuestionan la candidatura de Eliseo Fernández a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, ya que antes, como alcalde de Campeche, no hizo nada por la población, pero sí por él y su gabinete al subirse el sueldo hasta 90 mil pesos mensuales en 2019.
Christian Castro, candidato de la alianza PRI, PAN y PRD, es visto como un joven de poca experiencia y de nula sensibilidad política. Aquí cobra mucha fuerza el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador de que México necesita un cambio, quizá por eso la candidata de Morena a la gubernatura, Layda Sansores va arriba en las encuestas, y Renato Sales Heredia se perfila como próximo presidente municipal de Campeche.
Las mañaneras de Palacio Nacional surten efecto entre la población de este estado, ya que causan discusiones familiares entre los que están a favor o en contra de las políticas de López Obrador, e incluso en algunos casos sirven de herramientas para cuestionar a un candidato o candidata cuando van a tocar la puerta de su casa.
El pasado fin de semana, el dirigente nacional de PRI, Alejandro Moreno, hizo gira de trabajo por el estado para apuntalar la candidatura de su sobrino Christian Castro a la gubernatura, ya que las últimas encuestas lo ubican en tercer lugar.
La visita provocó una guerra de tuits entre los candidatos Eliseo Fernández y Christian Castro; se acusaron mutuamente de “rateros”, “cobardes” y “saqueadores” ¿Y las propuestas señores candidatos? Esas simplemente no hubo.
Lo cierto es que en el estado se percibe irritación contra Elíseo Fernández por otorgar 498 contratos de obra pública a empresarios de Mérida, Yucatán.
Funcionarios del INE deberían de darse el tiempo para viajar a Campeche y hacer un análisis, en aras de la equidad, del por qué en la mayoría de los medios de comunicación estatales y locales, sólo hay espacio de los actos proselitistas de los candidatos del PRI, PAN y PRD los que saben dicen, que la razón es que el dueño de los medios es un dirigente de uno de esos partidos. ¿Será cierto?
En Cortito: Que alguien le diga al presidente que la inflación está galopante; los precios de las gasolinas están por las nubes; los de la carne de pollo, cerdo y res, ni se diga; el huevo, la fruta y todos los productos de la canasta básica han registrado alzas de consideración. Algunos precios obedecen a la política implementada por la 4T, y otros a la incompetencia de la Procuraduría Federal del Consumidor, cuya titular se ha “pasado de rosca” con su permisividad hacia los permisionarios, tablajeros, y comerciantes, quienes hacen de las suyas, sin ser aún agosto. Falta saber si esa permisividad es producto de su ineficiencia o de una instrucción superior, porque dicen en Palacio Nacional que el que se fue a León, Guanajuato, en realidad no se ha ido.