En la recta final

18 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

En la recta final

Sesión Extraordinaria del INE

21 de Mayo de 2014.-Consejero Presidente Lorenzo Córdova, en la Sesión Extraordinaria del Instituto Nacional Electoral ( INE ), Ciudad de México.Foto: Benjamin Flores / Proceso

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Benjamin Flores/BENJAMIN FLORES

En estas elecciones, inclusive la autoridad electoral, el INE, ha sido tocada por la rudeza conque se comportan los distintos actores políticos y difícilmente saldrá incólume.

1. En la recta final

Finalmente, las elecciones intermedias y locales en 17 entidades, en nueve de ellas con cambio de gobernador, entran en la recta final. Las últimas encuestas deben estar levantándose para ser publicadas con la debida antelación a la veda electoral dispuesta a partir del 3 de junio, en que se supone ya no son publicables los datos demoscópicos, si bien es previsible que continuen repercutiendo en las libérrimas redes sociales.

Las cifras en la elección federal parece que se han perfilado; el PRI podrá aspirar a ser el grupo mayor, al serle posible obtener entre 32 y 35% de las preferencias; el PAN habrá de recuperar el segundo lugar nacional, con 24 a 26% de la votación, en tanto que en el tercer lugar se ubicaría el PRD, obteniendo entre 11 a 16% de los sufragios, seguido de Morena entre 9 y 10, y el Partido Verde, entre 7 y 9% de los votos.

Los otros minipartidos entran en la zona del error muestral, que es +3%, siendo probablemente el Partido Nueva Alianza y el Movimiento Ciudadano los que mantengan su registro, en tanto que el PT, Encuentro Social y Partido Humanista estarían por debajo del umbral de registro.

La participación se estima muy baja, entre 40 a 45%, lo que habrá de desatar las frecuentes interpretaciones sobre las causas del abstencionismo. Cabe tener presente que uno de los argumentos para haber cambiado la fecha del 7 de julio al 7 de junio, fue que realizar las elecciones antes de que los niños concluyeran el ciclo escolar, alentaría la participación electoral; al menos es lo que se dijo en el momento en el Senado, conforme lo relató el senador Roberto Gil Zwarth, algo que muy probablemente resultará intrascendente para motivar a los electores a ir a las urnas, sobre todo en un día en que la selección mexicana habrá de enfrentar a la de Brasil.

En donde las cosas se han puesto más que “interesantes” según se mire, es en las elecciones estatales, por distintas razones; en unas, porque la competitividad se incrementó a la par que las estrategias negras para desacreditar a los contrarios; en otras, porque se otea la alternancia, y en otras más, porque el proceso electoral en sí mismo está en riesgo ante los amagos de boicot o inseguridad propiciada por los distintos grupos contestatarios.

2. La sombra de la alternancia

En el primer caso, las alternancias se otean en el norte, en Sonora y Nuevo León. En Sonora, dado que la candidata del PRI-Verde, Claudia Pavlovich, ha tenido mayor consistencia a la hora de remontar las encuestas, así como para contraatacar la ola de denuestos, filtraciones y grabaciones ilegales conque la quisieron descarrilar. No obstante, según trasciende, el operativo electoral estaría a cargo de toda la estructura de gobierno, que ha demostrado estar dispuesto a todo para operar el día de la jornada electoral precisamente con todo. El riesgo es que la elección resultara con tales irregularidades o injerencias gubernamentales como para motivar las causales de nulidad si éstas acontecen en 20% o más de las casillas, que en lo que concierne al rebase de gastos de campaña parece más que evidente. Lamentablemente, el INE rechazó ejercer la facultad de atracción, lo que hubiera dado mayor certeza a la jornada electoral, en donde todos perciben la abierta injerencia del gobierno estatal que sin duda habrá de poner en riesgo las elecciones.

En el caso de Nuevo León, la campaña del diario “El Norte” en contra del gobernador Rodrigo Medina sigue presionando por la alternancia, además, a favor de un pretendido candidato independiente como es Jaime Rodríguez, “El Bronco”. Sin considerar aún el efecto de la declinación de Fernando Elizondo Barragán, candidato del MC a quien le reputaban un 4% de intenciones de voto, los datos del diario norteño le ubican adelante, con 31% de la votación efectiva, frente a 26% de Ivonne Alvarez y 20% de Felipe de Jesús Cantú. En la guerra de las encuestas, los datos de Covarruvias y Asociados publicados en SDP Noticias, muestran los datos a la inversa, con Ivonne Alvarez en la delantera con 31.5% de los votos, 24% para “El Bronco” y 21% para Felipe de Jesús Cantú, con 4% para el declinante Elizondo. Varias otras encuestas también de reconocido prestigio le otorgan la delantera a la candidata de la coalición PRI-Verde, en tanto que el diario El Norte prosigue en solitario mediático con su muy documentada campaña a favor del candidato independiente.

Lo cierto es que el efecto de la declinación de otros candidatos a favor del “Bronco” Rodríguez tiende a cerrar los cartones y hacen que la elección sea de pronóstico reservado. En el imaginario político, algunos analistas señalan la posibilidad de que si ganara un independiente, entonces se legitimaría la elección y ayudaría a despresurizar el sistema político, que adolece de credibilidad y confianza. Sin embargo, como sucedió por ejemplo en España, una vez que se premie a los tránsfugas, difícilmente el sistema de partidos saldría incólume y la variante de las candidaturas independientes estaría inevitablemente en el horizonte de la elección presidencial. La de Nuevo León es, pues, otra elección muy “interesante”.

Los casos de Baja California Sur, Colima y Querétaro se tornaron competitivos a partir de la serie de denuncias y filtraciones sobre financiamientos oscuros o presuntos vínculos con el crimen organizado de algunos candidatos. Al igual que en Campeche, en sentido estricto no debiera haber complicaciones para que se mantuviese el statu quo y estas entidades quedasen gobernadas como hasta ahora.

En San Luis Potosí, increíblemente, lo que se maneja es que el candidato del PRI, Juan Manuel Carreras, ha “alcanzado” a la candidata del PAN, la senadora con licencia Sonia Mendoza. De fuerte tradición navista y de lucha de mujeres, en la entidad prendió la posibilidad de alternancia, registrándose al momento las posibilidades en la zona del empate técnico.

Por otra parte, en las dos entidades del sur, Michoacán y Guerrero, el riesgo mayor es la desestabilización del proceso electoral, debido en el primer caso a la delincuencia organizada, y en el segundo, a lo mismo más la insurgencia de los maestros y las protestas concurrentes por el octavo mes de los trágicos acontecimientos de Iguala. A la par del vilipendiado Instituto Nacional Electoral, que no ha logrado garantizar del todo la instalación de las casillas y la capacitación de las mesas directivas, los maestros de la CNTE en ambas entidades, además de Oaxaca, han reiterado su llamado al boicot de las elecciones en rechazo a la reforma educativa y en solidaridad y respaldo al reclamo por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en los hechos de Iguala. La arenga escuchada en las marchas conmemorativas de la tragedia fue “si no hay solución, no habrá elección”, lo que resulta indicativo de lo que podría terminar afectando la jornada electoral sobre todo en Guerrero.

En Michoacán, pareciera ser que el diputado con licencia Silvano Aureoles estaría muy cerca de las posibilidades del senador también con licencia Ascensión Orihuela, con un virtual derrumbe de los números de la “Cocoa” Calderón. Si por las elecciones fuera, en Guerrero ganaría el candidato de la alianza priísta, Héctor Astudillo. Pero en Guerrero es en donde se estaría dando con mayor fuerza la posibilidad de que las elecciones resulten tocadas por el boicot y la inseguridad, por lo que podríamos estar asistiendo a un conflicto postelectoral o bien, la nulidad de la elección de gobernador, que es otra variante de lo interesantes que se han puesto los comicios locales.

3. ¿Y el Instituto Nacional Electoral?

En este contexto, quizá debido a la sobrecarga de atribuciones que la reforma electoral del año pasado le impusiera a la autoridad electoral, el árbitro, el Instituto Nacional Electoral, dicen los analistas, no ha estado a la altura de la situación y ha sido “tocado” por la rudeza conque se están comportando los distintos actores políticos, rayando en el lindero de la legalidad y cruzando frecuentemente los límites, como es el caso de las grabaciones y filtraciones ilegales. El último revés se dio a partir de la filtración de una grabación del consejero presidente, Lorenzo Córdova, en donde el funcionario chacotea sobre la manera de expresarse de un liderazgo indígena de Guanajuato.

Pero la acumulación de negativos se había venido gestando de tiempo atrás, de cuando los siete partidos de oposición abandonaron la sesión del Consejo General para presionar por la defenestración del responsable de Fiscalización, Alfredo Cristalinas, lo que les fue obsequiado para que retornaran al Consejo. Le siguió toda la polémica, casi sectaria, en contra del Partido Verde, a quien se le mide con una durísima vara que le habrá de costar sus recursos públicos por año y medio próximos, contrastando con la laxitud observada hacia otros partidos y prácticas ilegales, como han sido la campaña presidencial adelantadísima de Morena y el señor López; el affaire Ebrard, moderno “Tlachuache” Garizurieta a quien se le negara la candidatura titulara una diputación plurinominal con un argumento y se le pretendió otorgar la de suplente con otro “más garantista” pero a todas luces irregular, lo que fue finalmente desechado por el Tribunal Electoral; al igual que aconteció con la agresiva campaña denigrante del PAN, a quien le bajaron varios spots pero no le afectaron el sentido negativo con el que arrancó el proceso electoral. Ni qué decir de mantenerse al margen de toda la serie de espionaje, escuchas, filtraciones ilegales para desacreditar candidatos, en donde el INE no tuvo ni siquiera un posicionamiento de firmeza para atajar esas prácticas que evidentemente afectan a un partido y benefician a otro.

Esta situación, que podría considerarse como un “Síndrome de Woldenberg”, en donde la autoridad electoral quisiera trascender a partir de adoptar un sesgo antipriísta o antigobiernista, ha afectado la capacidad del INE para ordenar el proceso electoral. Ya se habla otra vez de que la reforma electoral del 2014 es insuficiente, que se requiere un modelo de comunicación política más flexible, así como diversificar las tantas atribuciones que se centralizaron en el INE que le hacen ser juez y parte en la mayoría de los casos, así como también establecer un uso diferente de los tiempos del Estado y los spots, repetitivos, insultantes y sin sentido, en los que prevalecen las mentadas más que las ideas o propuestas. Se ve complejo que el INE y la reforma electoral del 14 puedan salir indemnes del proceso electoral. Habrá, como parece ser ya una constante, otra tanda de cambios electorales una vez concluido el actual proceso y quizá, otra vez, se ventilen cambios en los integrantes del Consejo General.

4. Otro ajuste a la Economía

Finalmente, las calendas se cumplieron y el gobierno mexicano debió ajustar, una vez más, las expectativas de crecimiento de la economía para los años 2015 y 2016, que pierden ya un punto porcentual respecto de los datos originalmente considerados.

La razón principal es la que habíamos comentado anteriormente. La economía de los Estados Unidos está resintiendo el impacto de la guerra del petróleo, que le ha significado el fortalecimiento del dólar y la pérdida consecuente de dos elementos importantes para la economía interior: la reducción de la inversión industrial al haberse frenado virtualmente el desarrollo de los campos de gas y petróleo shale, así como las nuevas plataformas marítimas en el Golfo de México con las que habían venido recuperando la producción interior y expandido ésta hasta en 3 millones de barriles diarios más, lo que, se había dicho, les daría hacia el año 2020 la plena autarquía energética, pasando a ser un país exportador de petróleo al final de la década.

A la par, conforme persiste la volatilidad monetaria internacional, el dólar se fortaleció por el incremento de depósitos en la Reserva Federal y la posibilidad de que hacia el segundo semestre del año se eleve la tasa de referencia (lo que llaman “normalización monetaria” que, dice Janet Yellen sucedería en el cuarto trimestre o cuando la economía doméstica esté más estable). El efecto inmediato es que las manufacturas norteamericanas se encarecen en el mundo y, por ende, las exportaciones cayeron 8% en el primer trimestre, lo que significó un tremendo decrecimiento de casi un punto porcentual en dicho periodo del año (¡-0.9%, terrible para México y el mundo!). Los datos disponibles para abril y mayo muestran que este efecto persiste y en conjunto, el semestre será de escaso crecimiento para los Estados Unidos.

Ante ello, el Banco de México inició la ronda de ajuste hace dos semanas ajustando las expectativas, que en corto señala están más cerca del 2% que de la media de 2.5% establecida. Los analistas del sector privado consultados por Banamex se han ido hacia la banda del 2%, en tanto que la Secretaría de Hacienda ajustó la banda de crecimiento del 2015 entre 2.2 y 3.2%, con una media del 2.6%, que es ya un punto del PIB menos de lo proyectado originalmente en los considerandos de la política económica.

Es cierto que el contexto global sigue siendo desafiante, que la recuperación mundial es muy lenta y que nuestro país ha tenido un mejor desempeño que muchos otros en una situación de tanta volatilidad, agravado ello por la persistencia de precios bajos del petróleo, el menor desempeño de los Estados Unidos y la fortaleza del dólar, que sólo significa desconfianza mundial en las otras divisas, pero también lo es que, en plena temporada electoral, las acciones prudenciales abonan las críticas de oposición y nutren el hastío de los ciudadanos. Hablar de recortes al gasto, de menor dinamismo económico, de arranque cero con el presupuesto base cero, por supuesto, de menores expectativas de crecimiento (que también significan mermas en la recaudación fiscal) y precios castigados del petróleo significan necesariamente un menoscabo. Muy pronto podremos percibir en las urnas qué tanto le importa a los ciudadanos que en el mundo se esté evaluando bastante bien la reciedumbre mostrada por nuestro país al hacer reformas y sostenerse aún creciendo en un entorno tan complicado, cuando en el bolsillo de cada quien se han acumulado los efectos de tantos años enfrentados a la crisis.

5. A Ocho meses de Iguala y seis años de la Guardería ABC

El martes 26 de mayo se cumplió el octavo mes luctuoso de los trágicos acontecimientos de Iguala, justo en el preámbulo de las elecciones federales intermedias.

Hubo, como ha sido habitual, diversas marchas en la ciudad de México que buscaron converger en el Zócalo para insistir en el argumento sentido de la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos, pero nutridos los desmanes también habituales sobre todo por la vorágine electoral, dado que a la par se ha eslabonado la demanda por la cancelación del proceso electoral en Guerrero (“y en todo el país”, dicen) con el consecuente llamado a boicotear las elecciones o ejercer el voto nulo.

Sobre la marcha de las indagatorias ya nada cuenta; ninguna verdad histórica o jurídica ha querido ser aceptada, ni que más de un centenar de implicados estén sujetos a proceso. Lo que cuenta es el mantener abiertas las heridas para su aprovechamiento en otras lides políticas, que permitan a los guerrilleros y magisterio en insurgencia el construir sus “coyunturas” para lograr la asonada.

Planean, igualmente, realizar bloqueos de la autopista del Sol en diversos tramos, incluidos los accesos de Cuernavaca al D.F. Harán tanto ruido como les sea posible y provocarán tantas molestias como sean capaces, sobre todo para mantener una situación de efervescencia social en torno a las elecciones en Guerrero, que es el objetivo central de los inconformes.

Por otra parte, en Sonora, el próximo 5 de junio se cumplirán seis años del también trágico incendio de la Guardería ABC. A seis años, las investigaciones divagaron sobre todo por el desinterés del gobernador Padrés para buscar la justicia, aún cuando se dieron algunas disposiciones remediales como el pago de indemnizaciones y la rehabilitación de las víctimas no mortales.

Paradójicamente, a uno de los principales responsables, Juan Molinar Horcasitas, falleció recientemente y obtuvo reconocimientos por sus aportes a la política pero no a las investigaciones de lo acontecido en la guardería sonorense. El fue responsable por haber firmado el contrato de renovación de la subrogación de la guardería ABC debido al tráfico de influencias, pues sin contar con los reporte de seguridad y de cumplimiento de la norma de la Secretaría de Salud aplicable para estos establecimientos a que se obliga el IMSS, Molinar firmó el contrato a sugerencia de Margarita Zavala, entonces primera dama, quien también le había “recomendado” a su amiga Carla Rochín, decoradora de interiores, para que la nombrara como Coordinadora General de Guarderías sin tener capacidades para ello. Esa actitud laxa y negligente de Molinar es lo que llevó en cascada al incumplimiento de las normas de seguridad en la Guardería ABC conforme a la obligación del IMSS, quien es finalmente el responsable por ley ante los padres de los niños derechohabientes.

A esa situación anómala se sumaron otras, como fue el abuso del entonces gobernador Eduardo Bours al instalar una bodega de la Secretaría de Finanzas local en el lado contiguo a la Guardería, en donde presumiblemente se incineraban documentos del programa Sonora Proyecta; al igual que se dio la negligencia de las autoridades municipales para hacer cumplir las normas de seguridad e higiene, permitiendo el funcionamiento de las inconvenientes instalaciones de la guardería, en donde se habían utilizado materiales inflamables como el poliuretano en vez de los retardantes a que obligaba la norma.

El beneficiario de la tragedia de la Guardería ABC fue el actual gobernador, Guillermo Padrés Elías, pues el gobierno federal de Felipe Calderón operó el descrédito y la operación electoral para hacer ganar a Padrés, cargándole el impacto de la tragedia al entonces gobierno estatal del PRI. A seis años de la tragedia, es claro ahora que ni el gobierno del PAN ni el gobierno de Guillermo Padrés buscaron hacer justicia, sino que se dedicaron a tender una cortina de humo que cubriera a los responsables, entre ellos Juan Molinar Horcasitas.