En Macedonia el 'Sí' suma 90% de votos; prevén fracase por abstencionismo

20 de Abril de 2024

En Macedonia el ‘Sí' suma 90% de votos; prevén fracase por abstencionismo

Los macedonios se encaminan a aceptar un cambio de nombre del país que eliminaría un conflicto con Grecia y acercaría a la UE

SKOPJE, Macedonia. Más de 90% de los votantes macedonios que participaron en el referéndum del domingo aceptaron que su país cambie su nombre a “República de Macedonia del Norte”, de acuerdo con los resultados preliminares de la comisión electoral cuando ha escrutado casi la mitad de los votos. Sin embargo se considera que pueda declararse como un fracaso por el alto abstencionismo.

Tras el escrutinio de 43.6% de los centros de votación, el “sí" obtuvo 90.7 % de los votos. No obstante, la abstención fue alta, según las últimas cifras de la comisión electoral que dio cuenta que dos tercios del electorado no había participado poco antes del cierre de las mesas. Opositores al cambio de nombre salen a las calles de Skopje, capital macedonia la noche del domingo, y se manifiestan frente al Parlamento, para celebrar el boicot al referendum que habría logrado solo la participación de un tercio de los electores.

Yo creo que la inmensa mayoría de los ciudadanos que votaron escogieron el camino europeo”, declaró convencido el primer ministro socialdemócrata, Zoran Zaev, sin anunciar explícitamente la victoria del ‘sí' en una conferencia de prensa a las 20:00 hora local (18:00 GMT).

Zaev no se refirió a la abstención en el referéndum consultivo que se perfilaba alta, luego que cifras de la comisión electoral indicaran que cerca de dos tercios de los electores no habían votado poco antes del cierre de los centros de votación. Según la comisión electoral, poco antes del cierre de la votación la participación había sido menos del 35%. El voto en este referéndum es consultivo y su resultado tendrá que ser validado por el Parlamento, pero aún así suscita gran interés en Bruselas, en las sedes de la OTAN y de la Comisión Europea. Por la baja participación, el resultado podría ser disputado por los opositores. El país balcánico, uno de los más pobres de Europa, quiere entrar en esas organizaciones que muchos consideran como una promesa de estabilidad y de prosperidad. Su objetivo se ha topado una y otra vez con el veto de Grecia, que afirma que el nombre de Macedonia sólo puede designar una de sus provincias septentrionales, alrededor de Tesalónica. Desde que Macedonia se independizó de la desaparecida Yugoslavia en 1991, los griegos creen que trata de usurpar su patrimonio, especialmente el de Alejandro Magno, y que mantiene ambiciones territoriales ocultas. Los años de poder de la derecha nacionalista macedonia (VMRO-DPMNE), que terminaron en 2017, tensaron aún más las relaciones bilaterales. El país se llenó entonces de estatuas y de referencias a Alejandro Magno y Filipo de Macedonia, enojando a los griegos. En junio, sin embargo, el nuevo primer ministro, Zoran Zaev, firmó con su homólogo Alexis Tsipras un acuerdo para poner fin a esa disputa. Si se aprueba el nuevo nombre de “República de Macedonia del Norte”, Atenas dejará de oponerse al ingreso de su vecino en la OTAN y en la UE. “Cualquier otro resultado (que no sea sí) crearía un problema”, advirtió el portavoz del gobierno griego, Dimitris Tzanakopoulos, en la radio de Atenas 9.84.