Aunque se ha discutido mucho la importancia de las abejas comunes en la agricultura, poco se sabe del papel que juegan las especies más exóticas dentro de los ecosistemas globales, especialmente porque algunas plantas dependen exclusivamente de estos raros insectos que están amenazados por la expansión humana.
Un nuevo estudio de la Universidad de Rutgers, ubicada en Nueva Jersey, reveló que las redes alimentarias del mundo dependen de un centenar de especies de abejas, y no solo de las más dominantes, que también son las que han acaparado los modelos de conservación y atención alrededor del planeta.
Tan solo en México existen mil 900 especies diferentes de abejas, pero los esfuerzos de conservación se han enfocado en las familias más dominantes, lo que podría tener graves consecuencias en los ecosistemas nacionales, especialmente entre las plantas endémicas del país como el tejocote o varias cactáceas.
Cifras oficiales de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) muestran que el 88% de las semillas que se cultivan y consumen en México dependen de las abejas para sobrevivir, lo que incluye a especies endémicas que enfrentan la extinción debido a los pesticidas y el cambio climático, que tiene un impacto especialmente alto entre estos insectos.
Dylan Simpson, uno de los autores principales del estudio de Rutgers, recalcó que “diferentes especies de abejas son importantes para diferentes plantas”, especialmente cuando se tienen una enorme diversidad de flores y vegetales que necesitan mecanismos complejos de reproducción que no son compatibles con todas las familias de estos insectos.
El especialista detalló que algunos cultivos críticos, que forman parte de la cadena de alimentación global, dependen de la polinización que hacen abejas muy poco comunes, por lo que estas especies pueden ser incluso más valiosas que las familias dominantes.
Las estimaciones de esta investigación demuestran que tan solo en Nueva Jersey existen 400 especies de abejas distintas, y que cerca del 96% de ellas son indispensables para mantener el ecosistema nativo de dicho estado, una proporción similar a la que se reporta en el mundo.