La Comisión Nacional de Derehos Humanos (CNDH) emitió una recomendación a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) debido a que envió a una fosa común el cuerpo de un joven que había sido secuestrado y cuya familia lo seguía buscando.
Zeferino Domínguez Villanueva de 19 años de edad fue secuestrado en el municipio de Naucalpan, Estado de México, el 27 de junio de 2017. Sus captores lo asesinaron un día después. El cuerpo de la víctima fue hallado en octubre de ese año en un paraje llamado “El Cristo”, en la misma localidad mexiquense.
Sin embargo, la nula coordinación de las autoridades y el inadecuado registro del cuerpo en la “Plataforma de Gestión de Cadáveres y Restos Humanos no Identificados” provocó que los restos del joven permaneciera en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) 23 días.
Debido a que el cuerpo de Domínguez Villanueva no fue reclamado, pues su familia no tenía conocimiento de su asesinato, por lo cual fue enviado a la fosa común donde estuvo 3 meses y 12 días.
Durante los cuatro meses después de la muerte de Zeferino Dominguez su familia no tuvo noticias de su paradero. Fue a través de noticias que la madre y padre del joven se enteraron que su hijo fue sepultado en una fosa común.
La CNDH acreditó que la víctima permaneció como persona desconocida debido a que no fue registrado en la base de datos de la Plataforma.
En el tiempo que los restos estuvieron en el Semefo y luego en una fosa, la autoridad omitió conducir la investigación de manera diligente para identificar a la víctima y notificar a sus familiares que había sido encontrada sin vida.
El error es atribuido a dos servidores públicos de la FGJEM. Por el hecho, la Comisión recomendó al Fiscal General de la entidad se repare de manera integral el daño a la madre y padre del joven victimado y se les inscriba en el Registro Estatal de Víctimas.
NR