La historia y personajes de la cultura mexicana se traducen en platillos llenos de color. Toda la experiencia comienza con aguas frescas, que van desde una horchata a la jamaica con pétalos de rosa y termina con un carrusel de dulces tradicionales. Dulce Patria cuenta con un salón comedor, así como un bar de espera con coctelería propia elaborada con base en licores nacionales, donde también sirven deliciosas bebidas frías y raspados de sabores mexicanos. Este rincón puede transformarse en una sala privada para comer, que tiene servicios exclusivos y el uso del segundo piso donde se ubica una barra además de su propia sala. Esta aventura culinaria nos invita a degustar maravillosos cebiches, tostadas, guisados coloridos, gaseosas mexicanas, aguas frescas coronadas con flores, gelatinas decorativas, panes con especias, servidos en una mezcla especial de porcelana y peltre azul. Su carta de vinos refleja la variedad de la enotecnia mexicana. Su un menú es muy diverso, de lo más recomendable es la crema de ejotes con vainilla de Papantla o el caldo de pollo verde. La decoración es muy kitsch predomina el rojo, color primordial de México, presente en su gastronomía a través de sus adobos, moles colorados y chiles secos, así como el oro, por la relación con el Sol en sus ingredientes esenciales, como el maíz. Los arreglos florales incluyen nopales, como un homenaje al escudo nacional y a la identidad que comparte nuestra gran cocina mexicana. El carrito de las paletas heladas te sorprenderá, con todo y campanitas, para hacernos sonreí al recordar la alegría de las ferias. Dulce Patria ofrece una experiencia vívida a través de los sabores que todos conocemos y amamos.
Dulce Patria
Anatole France 100, Polanco Reservaciones: 3300-3999 Precio promedio: 900 pesos con bebidas Calificación: 4 estrellas y media