Las universidades públicas son la cúspide tangible del derecho a la educación. La Universidad Nacional Autónoma de México, que está cumpliendo como tal cien años, ya que previo a ello --desde la época del México no independiente-- como muchas universidades públicas contaba con colegios y escuelas, en su mayoría fundadas por religiosos y Jesuitas.
Se tiene cuenta que en 1536 el arzobispo fray Juan de Zumárraga expuso la idea ante los Reyes de España, y en 1551 se expidió la Cédula de Creación de la Real y Pontificia Universidad de México, abriendo sus puertas en 1553, usando como modelo la de Salamanca, España. En 1865 el emperador Maximiliano dio la orden de clausurarla.
En abril de 1910, Justo Sierra presentó la propuesta de la fundación de la Universidad Nacional y fue hasta septiembre del mismo año que se inauguró y se constituyó con la Escuela Nacional Preparatoria, la Escuela de Medicina, la de Ingenieros, la de Jurisprudencial y Bellas Artes.
Es hasta 1945, que el entonces rector Alfonso Caso, convocó al Congreso Constituyente Universitario para que realizara la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con ello se dio paso a que la Universidad quedara descentralizada del Estado, otorgándole así plena capacidad jurídica.
A lo largo de estos poco más de 100 años la UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO (UNAM) ha sido semillero de un sinnúmero de personajes de la historia de nuestro país, y ha sido evaluada dentro de las 100 mejores universidades del mundo.
Los universitarios han sido miembros activos de movimiento culturales y políticos. La Universidad ha tenido como alumnos y maestros lo mismo a José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Diego Rivera, que a Frida Kahlo, Fidel Castro, Carlos Slim, Mario J. Molina, Bernardo Quintana, Emmanuel Lubeski , Jacobo Zabludovsky, Carmen Aristegui, Hugo Sánchez, Carlos Salinas de Gortari, Luis Echeverría Álvarez, Octavio Paz, Andrés Manuel López Obrador, José Narró, Ignacio Burgoa, Héctor Fix, Juan Ramón de la Fuente, Hugo López-Gatell y Claudia Sheimbaum, por citar algunos de los egresados. Algunos, además, fueron rectores, funcionarios de primer nivel, empresarios, personajes que han forjado su historia profesional, personal y de la historia de México con el más alto honor al ser Presidentes de este maravilloso país.
La Universidad, no se nos debe de olvidar, representa la universalidad del conocimiento y de la cultura que forja un país educado en valores y principios, entre ellos, el respeto a la ley y las instituciones. La autonomía de la UNAM es producto de varias luchas y es lo que hace fuerte una institución tan variopinta. El órgano de mando es la Rectoría pero el de gobierno interno es el Consejo Universitario, que está representado por varios maestros, alumnos y mandos de todas las instancias universitarias (preparatorias, facultades, centros de investigación, etc.).
Intentar controlar desde Palacio Nacional el proceso de elección del Consejo Universitario y Rector e intentar polarizar a los universitarios con argumentos de ideologías de izquierda y derecha, es tan riesgoso que puede desencadenar un proceso como el de México 1968, 1986-1987, 1999-2000, que terminó siendo un tema de Seguridad Nacional; deseo no ver a la Guardia Nacional supliendo a la Seguridad de la UNAM.
De forma y fondo, si no recordamos nuestra historia estamos condenados a repetirla. La Universidad es un semillero de todo bueno y malo, según las lentes con las que se mire. Por ejemplo, al interior de la UNAM grupos radicales de izquierda tienen tomado desde hace muchos años las instalaciones de la Facultad de Filosofía y Letras, que dicho sea de paso es un mercado de todo tipo de mercancías desde aretes hippies hasta las drogas más duras: sí, me refiero al Auditorio Justo Sierra, renombrado por estos grupos “Che Guevara”. Y la derecha presente de forma moderada en la Facultad de Medicina, con temas de formación de objeción de consciencias. Lo importante es conservar el orden y la diversidad, eso es lo que hace importante y de primer nivel a la UNAM. Lo que se debe exigir es orden y resultados ya que todo lo que pasa para bien y mal en la UNAM es pagado con los impuestos de los mexicanos, en eso no es efectiva la autonomía.
Nota al pie de página:
En días pasados tuvo verificativo en Roma el G20, uno de los acuerdos más destacados es que las empresas transnacionales pagarán un impuesto del 15% en los países que operan para evitar que las ganancias se vayan a paraísos fiscales. Y el día de hoy inicia en Escocía la Cumbre del Cambio Climático 2021, para dar seguimiento a la de Paris del 2015. En ambos eventos México está representado por el canciller Marcelo Ebrard, quien sobradamente sigue cumpliendo a cabalidad con su encargo, quien por cierto, es egresado de Colegio de México.
Los invito a consultar la web de fundación UNAM y si pueden donen, este país debe invertir más en educación.