Hace unos días participé en un magnífico encuentro de mujeres líderes de varias instituciones federales encargadas de cumplir y hacer cumplir la ley, fui una de 20 mujeres mexicanas invitadas. La organización WIFLE, por sus siglas en inglés, entre otras muchas actividades, premia a las mejores mujeres basadas en los resultados de operaciones, incautaciones, rescates de víctimas, salvaguarda de compañeros, la trayectoria y permanencia en las diversas agencias, ello derivado de lo propuesto por sus superiores y compañeros.
Una de las premiadas hizo algo que me llamó poderosamente la atención, además de agradecer el premio a la organización, a su esposo, etc. Nos solicitó poner de pie y guardar un minuto de silencio por las mujeres que en ese momento habían perdido todas sus libertades en Kabul, Afganistán. Estábamos en el estado de Florida, Estados Unidos, el silencio fue rotundo y se concluyó con más minutos de aplausos. Sin duda, el enfoque de la geopolítica a partir de la óptica femenina es dramáticamente distinta.
En esa semana había escuchado en las noticias un sin número de opiniones, algunas que posicionaban la Guerra de Afganistán, al mismo nivel que la de Vietnam, es decir, tiempo, dinero y esfuerzo humano, todo perdido. También se establecía el posicionamiento de que los Estados Unidos de América intentó por 20 años ayudar a los afganos dando apoyo para crear y fortalecer procesos institucionales.
La geopolítica sitúa a Afganistán como una bisagra entre el Occidente con el Oriente y el Medio Oriente: por un lado tiene frontera con China, es parte crucial de la milenaria ruta de la seda, es el mayor productor de goma de opio con fines farmacéuticos del mundo; pero que también es la mayor fuente de financiamiento de los talibanes, además de tener el paso de gasoductos y oleoductos importantes para la región.
De forma y fondo, las más afectadas por la situación son la niñas y mujeres, ya que el tema religioso tiene reglas diferentes para los hombres y para las mujeres que practican el Islam, parte de ello ha generado que muchas de ellas busquen refugio en embajadas y saliendo de todas las formas posibles a Europa. La salida paulatina de las tropas de los Estados Unidos, hizo que los talibanes en menos de cuatro meses derrotaron al ejército afgano. Lo cual hizo que el presidente Ashraf Ghani huyera hace dos domingos a los Emiratos Árabes, lo cual implicó que en horas el líder talibán ocupara su lugar, imponiendo reglas como la supresión de imágenes de mujeres en salones de belleza, cambiaron la programación de la televisión, se retiran las imágenes de mujeres en anuncios y revistas, entre otras cosas. Sin duda lo ocurrido no es más que la pérdida de libertades.
Nota al pie de página:
El tema de liderazgo y empoderamiento de las mujeres en el mundo es parte de la agenda del siglo XXI, muestra de ello es lo publicado por la OCDE.