Una batalla a la vez

19 de Abril de 2024

Laura Borbolla
Laura Borbolla

Una batalla a la vez

LauraBorbolla-Web

El servicio público resulta ser una vocación, las personas que se integran a esta actividad también son conocidos como “burócratas”, lo cual tiene origen en Francia, producto de la Revolución Francesa, la burocracia es el gobierno detrás del buró, es decir, el poder detrás del escritorio. La evolución social ha modificado las conductas, usos y costumbres del servicio público; esto a lo largo de varias etapas del desarrollo y movimientos sociales.

El origen es poner el poder del Estado al servicio de la población, a través de una serie de acciones que hacen los gobernantes que integran la administración pública y que se traducen en beneficios de los gobernados; normalmente es a través de políticas públicas y programas sociales.

El servidor público a últimas fechas ha tenido que agregar a su profesión y vocación de servicio, un sinnúmero de capacidades, aptitudes y actitudes, entre ellas la resiliencia; ello en razón a la necesidad de manejar de manera positiva todas las frustraciones que van desde la falta de recursos materiales, humanos y financiera, instalaciones mejor acondicionadas, ambientes adecuados de trabajo, capacitación constante, mejores horarios, entre una gran cantidad de deficiencias, porque el presupuesto es una limitante real y clara.

El manejo responsable de los recursos económicos en el servicio público, hacen que los burócratas, sin importar su nivel de toma de decisiones o ejecución de las mismas, asuman una batalla, que de forma y fondo, buscan generar el mayor y mejor beneficio para los gobernados. Esto no excluye al Presidente de la República, es claro que todos los gobernantes al nivel que sea, federal, estatal y municipal, en los tres poderes; ejecutivo, legislativo y judicial, libran estas batallas a diario.

Y si todos somos conscientes de ello, entonces, debemos de asumir que el Gobierno debe recaudar más impuestos y los ambulantes deberían de desaparecer, es decir, que se conviertan en formales para que paguen impuestos. El presupuesto no alcanza y si se jala para un lado la cobija, por más economista experto que se tenga, sin más dinero en la caja, dejaremos de tener los servicios adecuados.

Entonces la responsabilidad del manejo adecuado de los recursos públicos es la base; pero la consciencia ciudadana, de saber y conocer lo que cuestan los servicios en realidad y lo que pagamos por ellos, que es lo que nos puede permitir cambiar nuestras realidades, por ejemplo: Hoy en día pagamos a menos de 23 pesos el litro de gasolina cuando la producción en promedio en el mundo es que cuesta 38 pesos, la diferencia entre lo que pagamos y deberíamos de pagar se llama “subsidio”; esa diferencia es dinero público. En México, se subsidia la luz, agua, el transporte metro, y un sin número de otros servicios.

Al paso que vamos de forma y fondo, el Estado dejará de ser funcional, pues requiere de recursos y hay acciones irreductibles del Estado, sobre todo la Seguridad y la justicia; que es en los servicios a los que más se les ha reducido el presupuesto.

De forma y fondo, si no queremos tener una crisis e inflación sin control por factores externos, debemos tomar medidas ahora, que permitan a los servidores públicos, librar menos batallas relacionadas con la disminución del presupuesto por falta de recaudación.

Nota al pie de página: Los protocolos de actuación y leyes de las fuerzas armadas, no han cambiado, el servir en el Ejército, Fuerza Aérea, Armada, Marina, Policía, Guardia Nacional, tiene implícito el deber de cuidado ante la población; es por ello que en términos de resguardo de los derechos humanos, tiene prevalencia el de la mayoría y deseo y espero que no sean los delincuentes.

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