Sin público, con modificaciones en su mobiliario, altas medidas de seguridad entre sus participantes, y después de cinco meses de estar completamente paralizados, los juegos de la NBA regresaron a la duela.
Pero el retorno, que inició el 30 de julio pasado, no fue en cualquier cancha dedicada a los equipos rivales, sino en el complejo Walt Disney Resort de Orlando, en Florida, conocida como La burbuja, un ente de alta seguridad para sus residentes y cuyo costo podría ser mayor a 150 millones de dólares.
El protocolo para vivir en la ciudad-burbuja reside en que cualquier visitante tendrá que aislarse 48 horas en sus habitaciones hasta que se les hagan dos pruebas del Covid-19. En cuanto a los juegos, se permitirá que cada equipo acuda con 37 personas, un total de 17 jugadores y 20 miembros de staff. A esto se suma el uso de un “anillo inteligente” fabricado por la empresa de Oura Health para todos sus jugadores, el cual podría predecir la aparición de síntomas Covid-19 con inteligencia artificial.
En el juego también aumentará la distancia entre cada uno de los asientos individuales que forman las zonas de banquillos que están divididos en tres grandes zonas. La NBA también ha introducido novedades sobre los tiempos muertos, pues deberán tomarse en sillas movibles específicas. Además, los silbatos estarán recubiertos de una tela para evitar que la saliva del árbitro llegue a algún jugador, lo que evitará potenciales contagios.
En cuanto a sus aficionados, la NBA tiene previstas retransmisiones que permitirá que 300 aficionados estén presentes en cada partido de forma telemática y a través de las pantallas que rodean a las canchas.
Los espectadores podrán interactuar entre ellos gracias al formato denominado Together Mode, generado por Microsoft.
Además, las cadenas ESPN y Turner usarán más de 30 cámaras, muchas operadas por robots, para captar los partidos, además de introducir una nueva tecnología de micrófonos que captarán todo lo que sucede en pista.
Respecto a todo el modelo, el vicecomisionado de la NBA, Mark Tatum, sostuvo que su confianza en la “burbuja” reside en 350 pruebas aplicadas a los jugadores que en estos momentos participan en la pretemporada, pues ninguno ha dado positivo al virus. Pero las medidas de seguridad no es lo único que ha llamado la atención, pues en los encuentros disputados hasta el momento, todos los jugadores se arrodillaron antes del comienzo de la batalla, mientras sonaba el himno nacional. Esta acción es un mensaje antirracista que recuerda lo sucedido en Estados Unidos en los últimos meses, especialmente el asesinato de George Floyd a manos de la policía en Mineápolis, Minesota.