Mercy For Animals realizó una investigación encubierta en granjas de México, en las cuales descubrió que el 90 por ciento de las gallinas que ponen huevos son explotadas. La organización aseguró que la forma en la que operan las granjas industriales representan un riesgo para la salud pública, lo que podría dar origen a la próxima pandemia.
Producción industrial de este producto le provoca a las gallinas sufrimiento, además, viven en confinamiento, en condiciones precarias: metidas en jaulas de alambre por toda su vida. Pero lo que Mercy For Animals resalta es la falta de higiene en estos espacios “favorece la propagación de enfermedades”.
Ante la falta de higiene la presencia de gusanos y ratas se hace presente, lo que maximiza la probable presencia de enfermedades en las gallinas, quienes mueren sir recibir atención y cuyos huevos se destinan al consumo humano. De acuerdo con la organización, en una ocasión el brote de una enfermedad provocó la muerte de alrededor de 900 gallinas en un día.
Para terminar con la enfermedad las aves recibieron dosis de algunos antibióticos. Durante esos días varios huevos se pintaron de color azul al ser salpicadas por agua que tenía los medicamentos. No obstante, la producción no paró y los huevos fueron comercializados, lo que implicó un riesgo para los consumidores.
Según Mercy For Animals a nivel global el 70 por ciento de los antibióticos se emplean como alimento para los animales explotados, lo que deriva en que este tipo de animales en granjas industriales puedan tener bacterias y patógenos que no son eliminadas ni con medicamentos. GA
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