Hiyoko-Yakitori: Fenomenal

19 de Abril de 2024

Ana Saldaña

Hiyoko-Yakitori: Fenomenal

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Fotos | Ana Saldaña

Ubicado en la calle de Rio Pánuco, casi escondido encontramos el Hiyoko-Yakitori, el tercer restaurante de los dueños de Rokai. Es un pequeño local que cuenta con una larga barra de madera con 14 lugares, una cocina abierta con un asador en donde pueden preparar las famosas brochetas de pollo y verduras cocinadas al carbón, conocidas como yakitori y otra pequeña cocina cerrada.

Aquí el comensal debe sentarse en la barra y ordenar de su menú que varia dependiendo de lo que encuentra el Chef en el mercado o pedir el Omakase. Muchos restaurantes luego confunden el Omakase con el menú del día, pero en realidad al pedirlo, significa que te pones en manos del Chef y que según la tradición japonesa, el Chef elige lo que te dará y además tiene la obligación de darte lo mejor que tiene ese día. En Hiyoko, fiel a la tradición japonesa, te dan un verdadero Omakase. Si, es un poco más caro, pero sin duda, vale la pena darse el lujo.

En cuestión de bebidas, cuenta con una amplia selección de cervezas, sakes y vinos. Justo la última vez que estuve en Tokio, constaté que los japoneses, normalmente acompañan este tipo de comida con vinos tintos ligeros. Por lo mismo, pedí un vino francés de su carta, el Beaujolais Cuvée Premiere de Jean Paul Brun, que resultó el maridaje ideal para comida por su cuerpo ligero, sus frutos rojos y mineralizad.

Para empezar nos sirvieron un Tataki de avestruz. Eran unos pequeños cortes de carne de avestruz cocinados a baja temperatura y sazonados con aceite de oliva, el limón japonés conocido como yuzu, soya, erizo que se había dorado con una ligera pasada de un soplete, hueva de salmón y hoja de shisho cortada en tiritas, wasabi y una flor de cilantro que sin duda fue mi platillo favorito de toda la comida. Después llegó un Chawanmushi, un budín japonés salado que se sirve caliente elaborado a base de huevo, dashi (caldo de pescado), soya y mirin, acompañado de unas lajas de trufa fresca que también estaba muy bueno. Posteriormente llegó unas lajas de pechuga de pato cocinadas a la perfección con foie gras, sobre una crujiente tostada de arroz, con una salsa dulce y también una trufa negra fresca rallada. Como era de esperarse, no podía faltar una brocheta de aguacate asada, ni una brocheta de un pollo suave y tierno lleno de sabor acompañado de Yuzukosho, una salsa elaborada con pasta hecha a base de chile, piel de Yuzu y sal que me encanta, así como un fragante caldo de pollo. También a la mesa llegaron unas albóndigas suaves de pollo, que desaparecieron en pocos bocados. Para terminar, nos sirvieron un queso artesanal acompañado de miel y nueces, así como unas fresas envueltas en harina de arroz, espolvoreadas con té verde envueltas en una hoja de bambú.

Sin duda, es un lugar que para los que gustan de experiencias auténticas japonesas. Aunque sea dicho, es evidente la influencia de los ingredientes locales, lo cual lleva a una innovación divertida en los platillos. No me queda duda que lo disfrutaran. Pasé una tarde deliciosa comiendo muy rico, en un ambiente relajado mientras charlaba con mis amigos que me acompañaron al restaurante, rodeada de aromas deliciosos y una suave música de jazz que invitaba a comer pausadamente y disfrutar de los alimentos. No me queda duda de que pronto volveré.

Espero que tengas un fabuloso día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida!

*** Recomiendo no ir si no se cuenta con reservación.

Hiyoko-Yakitori Río Pánuco 132 Tel. 5207-0386