El programa IMSS-Bienestar, diseñado para llevar servicios de salud a personas que no tienen acceso a seguridad social y que viven en las zonas más pobres y marginadas del país, atraviesa por su peor momento.
Un estudio elaborado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) revela que en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se han desplomado los indicadores de uno de los principales subsistemas con que cuenta el país para brindar salud a los más necesitados.
De acuerdo con el análisis del CIEP, denominado Presupuesto para salud en 2022: Prioriza IMSS-Bienestar: primer y segundo nivel de atención”, en el último lustro el número consultas cayó 56% al pasar de 25.5 millones en 2017 a 11.1 millones en 2020.
El programa del IMSS y el gobierno federal surgió en 1979 como IMSS-Coplamar, mediante la firma de un convenio entre ambas instituciones para extender los servicios de salud a grupos de población en condición de pobreza y marginación extrema. A lo largo de su historia, se ha conocido como IMSS-Solidaridad, IMSS-Oportunidades, IMSS-Prospera1 y, desde 2019, IMSS-Bienestar.
A pesar de que la pandemia de Covid-19 aumentó el número de personas en pobreza extrema e incrementó el desempleo —lo que haría suponer que la demanda de los servicios de IMSS-Bienestar aumentaría—, otro rubro que ha caído en los últimos cinco años es el de egresos hospitalarios, que pasó de 237 mil 019 en 2017 a 179 mil 999 en 2020, lo que representa un descenso de 24 por ciento.
Los estudios de laboratorio pasaron de 9.8 millones en 2016 a 7.5 millones en 2020, es decir, una reducción de 23 por ciento. Las intervenciones quirúrgicas pasaron de 105 mil 100 hace cinco años a 84 mil 245, una merma de 20 por ciento.
Es probablemente por este debilitamiento que en el proyecto de presupuesto para 2022 se plantea un incremento de 67% a IMSS-Bienestar.
Para Judith Méndez, investigadora del CIEP, el aumento del presupuesto no necesariamente es para aumentar infraestructura o capacidad de atención, pues el organismo tiene adeudos con el IMSS y el ISSSTE, probablemente por servicios prestados durante la pandemia de Covid-19.
Experta en presupuesto para el sector salud, Méndez adelantó que en el CIEP se mantendrán pendientes para verificar si la atención y los indicadores de IMSS-Bienestar se incrementan posteriormente. “Un detalle que nos parece importante es que no identificamos el presupuesto para la construcción de los 120 hospitales rurales anunciados por el gobierno federal”, dijo.
