La trascendencia de la participación de los jóvenes en tiempos de incertidumbre y violencia

24 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

La trascendencia de la participación de los jóvenes en tiempos de incertidumbre y violencia

simon vargas

“Jóvenes juéguense la vida por grandes ideales (...) no hemos sido elegidos por el Señor para las cosas pequeñas, vayan siempre más allá, hacia las grandes cosas.”

Papa Francisco

Actualmente la desigualdad, la incertidumbre y la violencia se observan como un abismo difícil de derrotar, pero no imposible; porque el combate a estos terribles flagelos se logrará principalmente con el apoyo de uno de los segmentos de la población que ha significado un parteaguas en la cronología mundial: los jóvenes.

¿Qué podría significar la participación activa de ellos? y ¿Cuál sería el cambio que pueden lograr? Para dar respuesta a estas interrogantes basta observar el pasado; recordemos las protestas contra la Guerra de Vietnam en Estados Unidos entre 1963 y 1975; los movimientos sociales de 1968; las protestas contra la segregación en las escuelas en Arkansas; los estudiantes del Barrio de Soweto en 1976 que buscaron la igualdad de oportunidades, sobre todo en el plano educativo; y más recientemente, el movimiento global: Juventud por el clima, donde millones se han puesto en marcha para salvar nuestro planeta buscando la disminución de la contaminación y el consumo de recursos naturales.

Mención y reconocimiento aparte por su trascendencia merecen las protestas organizadas por jóvenes y mujeres, expresiones que han procurado hacer cada vez más visible la impotencia y violencia que vive y afecta no sólo en México, sino en gran parte del mundo a más del 50% de la población. Este movimiento, espera que, a través de diversos elementos incluido el tema de la sororidad, las futuras generaciones puedan gozar de la tranquilidad que hoy se reclama en las calles.

Con respecto a la segunda pregunta, hay que reconocer que algunas de sus características como la disposición y conocimiento de redes sociales que son adaptadas como canales para transmitir información; su inclinación a la innovación y al uso de tecnología, pero sobre todo su capacidad de correr riesgos y desafiar el status quo hace que su intervención permita la adaptación de nuevos esquemas de pensamiento y nos brinde la oportunidad de disminuir conflictos políticos, económicos y sociales.

Es así como hoy la participación activa de los jóvenes ha impactado grandes áreas como la política, la ciencia o la tecnología; no obstante, uno de los sectores que más ha sentido su presencia es el aspecto social, ya que desde septiembre del año pasado al menos América Latina se ha convertido en una de las regiones con más índice de protestas, muchas de ellas lideradas por jóvenes, y quienes han transformado dichas actividades en una de las pruebas más palpables de la incertidumbre y miedo que vivimos día con día.

En 2019 Honduras, Nicaragua, Haití, Ecuador, Bolivia, Perú, Argentina, Chile, Colombia, Venezuela, Puerto Rico y México fueron testigos del poder de las protestas sociales, las cuales han surgido con más fuerza que nunca contra la desigualdad, los modelos políticos, las instituciones, e incluso ciertas ideologías; expresando imperiosamente puntos de vista y necesidades urgentes de cambio.

A pesar de que las protestas registradas en ocho de los países antes mencionados y los cuales de acuerdo a datos del Foro Económico Mundial mostraron resultados lamentables como aproximadamente 400 muertos, 15,000 heridos y/o encarcelados, y miles de millones de dólares en pérdidas, el silencio no se ha hecho presente durante meses y mediante el uso de pancartas, gritos, mantas, performances, e incluso canciones los líderes de estos movimientos, jóvenes en su mayoría, expresan su anhelo por re-construir un futuro más inclusivo basado en la empatía, la igualdad y la expansión de los derechos.

Por otro lado, en información presentada por la Organización de las Naciones Unidas, se tiene un censo aproximado de 1,800 millones de jóvenes entre los 10 y 24 años de edad en el mundo, siendo esta la población juvenil más grande de la historia; y por su parte, la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estableció que en nuestro país existen 30.6 millones de personas entre los 15 y los 29 años de edad, quienes representan casi un cuarto de la población total del país; es decir, las cifras son irrefutables, en nuestro presente los jóvenes son guías en un alto porcentaje de actividades que rigen al mundo y a México.

Probablemente el descontento, la intranquilidad y el temor a la violencia, aunados al poco crecimiento de la economía mundial, las desigualdades sociales y la aparente indiferencia han fracturado nuestra sociedad; sin embargo, hoy más que nunca estoy convencido que el esfuerzo en conjunto pero sobre todo de los jóvenes con una responsabilidad compartida y una participación activa permitirán examinar los problemas y hacerles frente con soluciones que tengan como objetivo la paz, la seguridad y el desarrollo.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.

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