Repensemos las campañas políticas: cambiemos los paradigmas

25 de Abril de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Repensemos las campañas políticas: cambiemos los paradigmas

simon vargas

“La prosperidad es necesariamente el primer tema de una campaña política”
Woodrow Wilson

Este 2021 nuestro país atraviesa nuevamente por una época de campañas políticas, proceso que además de ser crucial, pues plantea la elección de acuerdo a datos del Instituto Nacional Electoral (INE) de poco más de 21,200 cargos en las 32 entidades federativas de México; también implica un desafío considerable, pues ahora las actividades proselitistas deben llevarse a cabo bajo la “nueva normalidad” derivada de la pandemia por el COVID-19.

Hasta hace un par de años las campañas giraban mayoritariamente en dos ejes: la visita de lugares donde se realizaban actos multitudinarios y la entrega de objetos como playeras, gorras, despensas o calcomanías (entre las más comunes) para sumar adeptos y ganar votos; sin embargo, a raíz de las medidas como: evitar conglomeraciones, sana distancia, desinfección de manos y uso de cubrebocas, el escenario parece haber dado un giro de 180°.

Para estas elecciones (y quizá de ahora en adelante) los candidatos deberán cambiar los paradigmas, salir de la zona de confort y resolver de forma creativa dos de las situaciones en las que se basa un amplio porcentaje de los votos: la proyección del carisma y la conexión que se crea con la población.

Si bien es cierto que muchos partidos cuentan con el denominado voto duro, es decir afiliados, simpatizantes y cuadros etc., los votantes cambiantes o bien los que acuden a las casillas para realizar el denominado voto de “castigo” o los que piensan que el voto útil hace la diferencia, al ser aglutinados, se posicionan en muchas ocasiones con una amplia ventaja sobre los seguidores que han votado por el mismo partido durante décadas; por lo que analizar la prospectiva electoral es casi vital para el triunfo.

Pero además de lo anterior, existe un segmento que desde las elecciones pasadas se transformó en clave: los jóvenes; este sector complicado de definir por rango de edad, pero que aquí se considerará de los 18 a los 34 años, se vuelve crucial cuando representa el 40% de la población que cuenta con su credencial vigente para votar, esto en datos de la lista nominal presentada por el INE con corte al 2 de abril, es decir, que los aspirantes deberán no solo voltear a verlos, sino lograr algo sumamente difícil: que ellos los miren y presten atención, la suficiente para salir a las calles a votar.

El cambio de rumbo acaecido por la pandemia orilla a que las campañas se centren en el mundo virtual, por lo que las redes sociales como Facebook, Twitter, Tik Tok e Instagram serán plataformas que impulsen el crecimiento de seguidores y potenciales votantes o los hundan por completo. Hoy un mal manejo de redes, comentarios mal redactados, o una foto tomada en un momento inconveniente, pueden acabar con una carrera política de años.

Y aunque la creatividad en este sector no es nueva, ya que recordemos la participación en 2014 del presidente de Turquía, Recep Tayip Erdogan, en forma de holograma ante los candidatos a alcaldes de su partido o la publicidad en videojuegos como Pogo.com, Scrabble, Battleship o Tetris que utilizó Barack Obama en 2012; sí es necesario que estas elecciones no se queden en el mero uso de tecnología, ya que paradójicamente lo que más se busca y espera es una conexión entre candidatos y ciudadanos.

En nuestro país el buen uso de las redes sociales posicionó a Pedro Kumamoto como el primer diputado electo de forma independiente; sin embargo, hablando del proceso actual ha llamado la atención de varios analistas la campaña llevada a cabo por el aspirante a gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García, pero sobre todo la estrategia emprendida por su esposa la influencer Mariana Rodríguez, quien con su carisma, la repetición constante de palabras clave y su salida diaria a las calles ha sido uno de los factores para que la candidatura de Samuel se encuentre en su punto más fuerte, pasando en diversas encuestas, y en menos de un mes, de la cuarta posición a la primera.

Una de las cualidades más destacables de la estrategia planteada en Nuevo León, a la cual también se ha unido Luis Donaldo Colosio Riojas, quien aspira a la alcaldía de Monterrey por el mismo partido que Samuel, ha sido el acertado uso de la tecnopolítica, la micropolítica y del denominado polintertainment, donde el humor se vuelve el eje central para captar la atención pública. Es así que tanto la influencer como el candidato a la gubernatura han mostrado, mayormente, a través de Instagram momentos graciosos, su vida cotidiana y un matrimonio unido, haciendo que el electorado confíe en ellos, salga a las calles en busca de fotos para las redes, calcomanías para sus autos, e incluso llegue a llevarles alimentos, productos y regalos de toda índole.

Frente a este proceso electoral el diseño de mensajes que contengan más profundidad que complejidad, más emociones que números y que logren más empatía con los ciudadanos quedarán por encima de los discursos acartonados y vacíos; hoy el diseño de una narrativa efectiva que proponga soluciones viables, alcanzables y que involucren a la población en su diseño, será imprescindible, si lo que se busca es ser convincente ante un mundo político impregnado por la corrupción, la violencia y el abuso de poder; características que tienen a los mexicanos indudablemente molestos.