Tres horas después del voraz incendio en el mercado de abasto de Oaxaca, bomberos, policías y comerciantes lograron controlar la situación, pero se calcula que más de 100 locales fueron atrasados por el fuego.
Importante en esta tarea contra el fuego fue el apoyo que dieron organizaciones transportistas que facilitaron pipas con agua, así como la participación de bomberos de varios municipios de la zona conurbada, incluso de Tlacolula de Matamoros.
En este siniestro que se registró aproximadamente a las 21:00 horas del miércoles, también se trabajó de manera conjunta con el Ejército Mexicano, para evitar que el incendio se propagara.
A través de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO), se suministraron las pipas de agua para extinguir el fuego.
Cientos de comerciantes acudieron a sus locales y abarrotaron con vehículos la avenida Periférico para transportar sus pertenencias.
En un momento la situación generó mayor alarma cuando las llamas alcanzaron un local donde se almacenaban artefactos pirotécnicos que estallaron.
Por otra parte, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) laboró en la suspensión de energía eléctrica, para evitar cortos circuitos en las instalaciones de este espacio.
En esta labor se unieron las coordinaciones municipales de Protección Civil de Santa Cruz Xoxocotlán, Tlalixtac de Cabrera y San Jacinto Amilpas, y de Tlacolula de Matamoros, elementos del Ejército, Salud, Cepco, Policía estatal, Pipas de sindicato Catem, Policía vial apoyando en los cortes de circulación.
Comerciantes también trataban de ayudar y rescatar parte de su mercancía, pero el descontrol imperó en el centro comercial más grande de Oaxaca.
La circulación fue cerrada sobre la calle Mercaderes y Riberas del Río Atoyac debido a las maniobras de las autoridades.