Infografía | Mamut mexicano, hallazgo a nivel mundial

20 de Abril de 2024

Infografía | Mamut mexicano, hallazgo a nivel mundial

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La forma de cazar a estos animales y el culto que les rendían por su ferocidad, grandeza y todo lo que podían aprovechar de ellos, muestra lo avanzado de las antiguas civilizaciones del Valle de México

La técnica e inteligencia de nuestros antepasados para sobrevivir, vuelve a ser rebasada por ellos mismos.

Cuando la Edad de Hielo terminó, la temperatura global de la Tierra disminuyó, y los casquetes polares y glaciares se expandieron, lo que causó un cambio en los ecosistemas.

Una especie de mamut aprovechó el congelamiento del Estrecho de Bering y cruzó hacia América y llegó hasta México. Se ubicó alrededor de la zona de cinco lagos en el Valle de México. Ahí, se han encontrado, al menos, 132 osamentas que así lo comprueban.

Pero la especie que se desarrolló en nuestro país es distinta a la lanuda que se conocía en África y Asia, llegaban a pesar hasta 10 toneladas y a medir hasta cuatro metros de altura.

Esta especie era cazada por los mexicanos que vivieron en esa época, pero ¿cómo lo lograron? En una estrategia sólo vista en civilizaciones chinas, se han encontrado trampas en las que hacían caer a los mamuts.

Las excavaciones contaban con diferentes niveles, así se aseguraban unos de amarrar, otros de controlar y otros más de matar al gigante animal.

“Nos habla de grupos muy organizados. Es un trabajo muy estructurado para decir: ‘vamos a hacer esta trampa, de esta manera, a poner una plataforma a un nivel medio para que alguien pueda desde ahí rematar a los animales, otros seguramente los conducían hasta la trampa”, detalla Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador de Arqueología del INAH.

Y aunque es sabido que la caza de este mamífero servía para alimento de poblaciones enteras, y los huesos y colmillos para la construcción de espadas, flechas y armas en general, a diferencia de otras culturas, en México la caza no terminaba con la matanza del animal, pues los mamut eran reconocidos por su grandeza y recibían un ritual, como si de una deidad se tratara.

“Lo más sorpresivo y lo que es único, también, es que hemos encontrado vestigios de que esos animales eran ritualizados. Se les rendía una forma de culto por su ferocidad, por su grandeza o por todo lo que podían aprovechar de estos grandes animales”, revela el arqueólogo e historiador.

Es así como nuestros antepasados convivieron con un mamífero que se creía, sólo existía en Asia y África, y de la capacidad que desarrollaron para atraparlos, y que ahora están más vigentes que nunca. Esto porque decenas de sus vestigios fueron localizados en las excavaciones de la nueva terminal aérea de Santa Lucía.

Infografía: Tomás Benitez