En Bolonia, Italia, cerca de 300 niños de nivel preescolar se quedaron sin clases esta semana debido a que sus padres no pudieron comprobar que los menores contaban con vacunas.
Esta medida se tomó luego de la expiración de una suspensión que había flexibilizado los requisitos de vacunación, sin embargo, esta medida llegó a su fin por lo que regresó la antigua legislación, incluso de forma más estricta.
Hace dos años se estableció que los niños inscritos en escuelas italianas deben tener al menos 10 vacunas en su esquema de salud, ello como respuesta a los bajos niveles de vacunación registrados así como a un brote de sarampión.
Con la entrada de una nueva administración, la regulación anterior fue puesta en vigor con modificaciones.
Los niños en Italia no pueden ir a guarderías, kínder y preescolar sin que comprueben que han sido vacunados, mientras que los padres de estudiantes de primaria y secundaria serían multados hasta con 500 euros (10 mil 895 pesos mexicanos) si no cuentan con el carnet médico que demuestre que los menores de edad recibieron las vacunas.
A pesar de que los padres fueron advertidos de esta medida, el pasado lunes 300 menores no pudieron asistir a clases porque no presentaron los documentos que avalaran que contaban con vacunas.
En el último año y medio la mayoría de los padres han vacunado responsablemente a sus hijos y la cantidad de estudiantes vacunados ha aumentado. Pero aún hay una variación considerable entre las regiones”, dijo Mario Rusconi, presidente de la Asociación Nacional de Decanos y Profesores en Lazio.
(Con información de The New York Times) NR