Tras un inicio flojo, los Jefes de Kansas City y los Cargadores de San Diego, brindaron emociones a un público mexicano que se adueñó del ambiente desde las gradas del Estadio Azteca.
Por cuarta vez en la historia el llamado “Coloso de Santa Úrsula” se vistió de gala para un partido de temporada regular de NFL en México. La cancha, esta vez, estuvo a la impecable, a diferencia del año pasado que llevó incluso a cancelar el duelo.
A pesar de que durante los dos primeros tiempos de 15 minutos, cada uno, las emociones en el emparrillado fueron pocas, el ánimo de los aficionados no bajó de intensidad, hambrientos de fútbol americano.
El marcador señalaba sólo 19 puntos, dando la ventaja parcial a los Cabezas de Flecha, 10 a 9, pero con las mejores jugadas ofensivas para el equipo que en esta ocasión fungió como local, los Cargadores de Los Angeles, incluso triplicando en yardas totales del rival.
En la segunda parte, el equipo liderado por Patrick Maholmes salió decidido y colocaron siete puntos más en el marcador por acarreo Darrel Williams, el primero fue cortesía de LeSean McCoy ambos de seis yardas.
A los 4:56 minutos restantes del tercer cuarto llegó el tercer touchdown, esta vez por medio de una espiral perfecta al ala cerrada Travis Kelce, de 23 yardas, parecía que el juego se definía de manera prematura.
Estas últimas anotaciones hicieron despertar a unos Cargadores que se habían visto operantes más no efectivos. Rivers encontró a uno de sus objetivos predilectos, Keenan Allen con un pase de touchdown de siete yardas quedando 1:44 en el reloj, y al hacer efectiva la conversión de dos puntos se pusieron a una anotación de distancia.
Con el marcador tan cerrado, se dejó la mesa para un último cuarto más ad hoc de la fiesta que había en las gradas.
Con la tercer intercepción de Rivers quedando poco más de tres minutos, las esperanzas de los de Los Angeles se desvanecieron dejando a los Jefes con una buena victoria y retomando el camino a los Playoffs.