La Cuidad de México es una ciudad valiente, dinámica, constantemente cambiante, histórica, con memoria y con muchísimo futuro.
En esta ciudad habitamos millones de personas que diario salimos a luchar por un trabajo, por una familia y por la vida misma. Vivir aquí no es sencillo bajo ninguna óptica, no importa el estrato socioeconómico al que se pertenezca. La Ciudad de México es tan bonita como cruel. Aquí diariamente se viven historias de terror, donde todos estamos expuestos a la violencia, pero también se viven increíbles historias de oportunidades bien aprovechadas. Este dinamismo hace que la gran ciudad exija a gritos liderazgos que no tengan miedo a reconocer sus vulnerabilidades, que asuman la epidemia de violencia de género, que reconozcan los movimientos feministas tienen demandas reales que no merecen ser ni silenciadas ni olvidadas.
Liderazgos que acepten que no todos somos iguales, que la homofobia y la discriminación no tienen cabida en esta nuestra ciudad. La ciudad de México exige figuras que le den voz a las personas con discapacidad; demanda voces que digan que las cosas no están bien cuando no lo están y que reconozcan los méritos cuando los haya.
En esta Ciudad cabemos todos: pobres, ricos, letrados, iletrados, miembros de la comunidad LGBT+, pastores eclesiásticos, personas con autismo, niños con déficit de atención, en esta ciudad hay lugar para los vulnerables, los que cometemos errores pero asumimos las consecuencias, cabemos los que vamos en bicicleta pero también los que vamos en auto.
Cabemos los tatuados y los no tatuados, entramos los que luchamos por uno mismo o los que luchamos por una familia, esta ciudad ha avanzado y está obligada a continuar avanzando. Pero en esta ciudad no caben los intolerantes, la gente con perjuicios, los violentos, los irrespetuosos, los sucios, los corruptos, los delincuentes, los pedófilos, no hay cabida para las autoridades que se niegan a ver la realidad, para esos no hay cabida.
A estos la ciudad los cambia o los expulsa, pero esta ciudad es tan generosa que también para estos hay oportunidades de cambiar y evolucionar.
Este 2021 la Ciudad de México nuevamente tiene la oportunidad de elegir autoridades nuevas, representantes populares que les den voz a quienes por mucho tiempo no la han tenido. Las próximas elecciones la Ciudad de México elegirá o relegirá a 16 alcaldes y la Asamblea de representantes.
Ahí vamos a ver que estamos hechos los chilangos, y déjenme decirles que preferimos no ver en las urnas a quienes nos han cumplido o a quienes nos han fallado. Ahí en Iztapalapa se votará por la seguridad o la inseguridad, en la delegación Cuauhtémoc se votará por la limpieza o la suciedad, por el ambulantaje y la corrupción o por el orden y las reglas y así en el resto de las delegaciones. Los chilangos debemos asumir que como vivimos es responsabilidad nuestra, que con nuestros votos elegimos a que autoridades y a que representantes queremos.
Este 2021 la Ciudad de México necesita una asamblea que nos represente a TODOS, debemos exigir legislaciones que promuevan el cuidado al medio ambiente, que reclamen seguridad, vialidades eficientes, medidas de salud en esta pandemia basadas en la ciencia y no en la política, que la asamblea le demande a la jefa de gobierno sus responsabilidades.
Hace unos días fue su Segundo Informe donde su premisa sigue siendo desinformar y desligarse de sus responsabilidades. Pero lo bueno es que estamos a unos meses de poder cambiar nuestro futuro.