Nuestro país una vez enfrenta una escalada de violencia que pone en vilo la tranquilidad y la economía de las familias en diversas entidades de la República. En los últimos días la violencia se ha hecho presente por todos lados y hasta el momento no se ven señales claras de que la actual administración federal y los gobiernos estatales puedan hacer frente de manera contundente al crimen organizado.
Fue apenas la noche del 9 de agosto en que Guanajuato y Jalisco se sumieron en el caos. Quema de vehículos, balaceras y sirenas eran parte del paisaje urbano de estas dos entidades. A decir del presidente Andrés Manuel López Obrador los hechos de violencia se desataron tras la detención de líderes del crimen organizado que sostenían una reunión. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, informó que, durante el operativo realizado en el municipio de Ixtlahuacán del Río, se logró la detención de cinco presuntos delincuentes. Sin embargo, para la población estas detenciones no necesariamente pacifican la región y siguen siendo víctimas de delitos. La peligrosidad se respira, la economía y el comercio agudizan su crisis.
Con menos de 48 horas de diferencia, la noche del 11 de agosto, la violencia se hizo nuevamente presente en Ciudad Juárez, Chihuahua. Grupos delictivos incendiaron comercios y se desataron diversas balaceras. Los hechos se presentaron luego del motín en el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 3; la riña en el penal y los hechos violentos sucedieron casi al mismo tiempo y se le adjudicaron a uno de los grupos criminales involucrados en la pelea al interior del centro penitenciario. A la ciudad fronteriza regresaron el miedo, calles desiertas y comercios cerrados.
La noche de este viernes pasado se registraron quema de vehículos y bloqueos en distintas vialidades de las ciudades Tijuana, Mexicali, Tecate y Ensenada, en Baja California. Fue a través de redes sociales que habitantes y medios de comunicación difundieron videos en donde se observan unidades de transporte público quemadas, así como vehículos particulares. La alcaldesa de Tijuana publicó un controversial video en el que hacia un llamado a los grupos delíncales a que solo “cobraran las facturas” a aquellos que les debían y no a la ciudadanía.
Durante el fin de semana en Michoacán detuvieron a 167 integrantes del grupo delictivo Pueblos Unidos, quienes a decir de las autoridades, son un Cártel que ha mantenido asoladas diversas regiones de la entidad. La entidad con mayor producción de aguacate en nuestro país se encuentra como un virtual campo de guerra, en el que se puede mover un convoy de casi 30 vehículos con personas armadas.
Que todo esto suceda mientras el Presidente impulsa la militarización del país, no suena a casualidad. En el momento en que gobierno y oposición se enfrentan para que la Guardia Nacional tome prácticamente el control de la seguridad pública, hace de este un panorama suspicaz que poco o nada abona a la tranquilidad de los mexicanos.
Es urgente plantear una estrategia de seguridad que de resultados en el corto, mediano y largo plazo; nuestro país no aguantará mucho más si cada vez más con las entidades que son dominadas o controladas por el crimen organizado se comprometen no solo la tranquilidad de las familias, sino también su economía y comercio.
Desde este espacio una plegaria por todos aquellos día tras día tienen que sobrevivir en este campo de batalla en que se ha convertido nuestro México.