La filtración de audios, la renuncia de militantes y cuestionamientos internos dominan en el tricolor a unas semanas de que se defina el candidato para defender su principal bastión: el Edomex
Luis León
Acabar con 85 años continuos del ejercicio del poder público del PRI en el Estado de México no es tarea fácil. Más bien suena a misión titánica. Pero las diferencias internas que comenzaron a mostrarse públicamente hace unos días y el desgaste de su estructura electoral, podría generar la fisura necesaria para que otros partidos ganen espacios o hasta la propia gubernatura.
“En el Estado de México, como en Nayarit, hay una persistente percepción de desesperación, de coraje por las decisiones de política pública que se han tomado en los últimos meses, que se han acumulado en términos de enojo de la ciudadanía”, aseveró Raúl José Mejía González, quien ha sido senador y líder dentro del partido, pero que abandonó sus filas hace unos días para convertirse en candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano.
Y es precisamente la renuncia de Mejía González la que dibuja las batallas internas que atraviesa el PRI, y la dificultad para la toma de decisiones, y que para el ahora candidato a gobernador tiene una sola explicación: “un partido que utiliza como política de integración la exclusión de los ciudadanos es lo que genera las decisiones de rompimiento de sus militantes, cuando hay un partido que su política es la exclusión siempre se da este fenómeno, porque no es incluyente, porque no abre la participación, no encabeza las causas más importantes de la ciudadanía y que poco a poco se va alejando y eso hace que se disperse la ciudadanía”.
A unos días de que defina su candidato a las gubernatura en el Estado de México, el PRI pelea por una de sus más importantes trincheras y para lograrlo, ante el golpeteo, trató de blindarse para mantener la unidad partidista, y el control de la candidatura, para lo que obligó a todos los precandidatos a firmar el Pacto de Civilidad y Compromiso Político.
La selección del aspirante, señala el documento, ocurrirá en la convención de delegados el 3 de marzo próximo, los precandidatos deberán inscribirse ante la comisión estatal de procesos internos hasta el 27 de enero. “El convenio de coalición que hoy estamos firmando, establece el compromiso de que la coalición postulará a la candidata o el candidato que resulte del proceso interno del Partido Revolucionario Institucional”, puntualizó el 23 de enero en conferencia de prensa, el líder del partido, Enrique Ochoa Reza.
En la antesala
Según una encuesta publicada el pasado viernes por el PAN reveló que la candidata de Morena, Delfina Gómez, contaría con el 26% de los votos del electorado, frente a Alfredo del Mazo como candidato del PRI que este obtendría solo el 19% de las preferencias, los resultados dan un viraje si el PAN tiene como candidata a Josefina Vázquez Mota quien obtendría 28%, del Mazo 15% y la representante de Morena 18% de las preferencias electorales en el Estado de México.
Esta encuesta quizá sufrió un cambio, porque el fuego amigo priista no se hizo esperar y la semana pasada se filtró en las redes sociales un audio donde se escucha la conversación entre Alfredo de Mazo, exgobernador del Estado de México y David López, exvocero de Enrique Peña Nieto, quienes aparentemente conversan sobre la mala apreciación que existe del priisimo nacional por el aumento de las gasolinas, aunque en realidad se trata de una conversación hecha en agosto.
En el PRI son muchos más los que quieren llegar y por ello más batallas que enfrentar. Los nombres más mencionados como posibles candidatos son: Ernesto Javier Nemer Álvarez, quien fue uno de los principales operadores políticos para la campaña del hoy gobernador Eruviel Ávila; Carolina Monroy del Mazo, sobrina del exgobernador Alfredo del Mazo González, prima del presidente Enrique Peña Nieto, y exesposa de Ernesto Nemer; Alfredo del Mazo Maza, diputado Federal del PRI e hijo del exgobernador; José Manzur Quiroga, actual secretario de gobierno del Estado; Carlos Iriarte Mercado, diputado federal y presidente del PRI en el Estado de México; Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social; Ana Lilia Herrera, secretaria de Educación del Estado de México, e Indalecio Ríos Velázquez, alcalde de Ecatepec.
Aun sin candidato, ya se consolidó la coalición entre el PRI, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (NA) y Encuentro Social (PES).
Será hasta el próximo 29 de marzo cuando se venza el plazo legal para registrar candidaturas. Una intensa batalla de tan solo 59 días.
Nayarit y Edomex, paralelismos
“El PRI no escucha y es un fenómeno nacional que genera estas crisis ante la sociedad”, advirtió el exsenador Raúl José Mejía González, quien el pasado 22 de enero renunció a su militancia para aceptar la candidatura del partido Movimiento Ciudadano al gobierno de Nayarit, también en juego el próximo cuatro de junio.
❝La situación del PRI tanto en Nayarit como a nivel nacional motivan a las rupturas con la institución partidista. Hemos visto cómo se han dejado las grandes decisiones y cómo nos ha afectado a todos los ciudadanos el estar atendiendo al ciudadano de forma marginal ❞, aseveró en entrevista.
Sin dar nombres, Mejía González agregó que “la actuación de algunos priistas ha sido de debilitamiento de instituciones y junto con el desgaste natural de estas genera un debilitamiento de la sociedad en su conjunto” y el ciudadano percibe que el gobierno está en su contra. “Este es un fenómeno que está sucediendo a nivel nacional, yo creo que los gobiernos se han olvidado que deben de ser los gobiernos que defiendan al ciudadano, porque lo dejan expuesto, no están dando esa respuesta”, apuntó. El PRI confunde la política electoral como objetivo, pese a que “es una parte de la política general y que es resolver los problemas de la ciudadanía, cuando la política no sirve para resolver los problemas da más problemas y eso es lo que nos encontramos en este momento en Nayarit”, dijo.
Pacto a la fuerza. El PRI trató de blindarse para mantener la unidad partidista, y el control de la candidatura, para lo que obligó a todos los precandidatos a firmar el Pacto de Civilidad y Compromiso Político, a unos días de que defina a su figura que contendrá por la gubernatura del Estado de México.