La nueva normalidad, rápida pero no tan segura

19 de Abril de 2024

La nueva normalidad, rápida pero no tan segura

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Los indicadores muestran que la reapertura regionalizada puede provocar un alza de casos positivos en lugares que no 
observan contagios o que han mantenido un perfil bajo

Nuestro país no sólo no está preparado para relajar las medidas de aislamiento, sino que en comparación a otras naciones, también ha tenido un periodo de restricciones a nivel alto por muy corto tiempo.

A partir de este lunes se está optando por el escalamiento de la apertura en la misma fecha que otros países que, a diferencia del nuestro, iniciaron con la pandemia de Covid-19 un mes atrás.

Si se compara a México con otros gobiernos, se observa que las medidas de restricción más severas duraron menos tiempo y ahora se está relajando la seguridad a pesar de tener un ritmo de casos positivos aún al alza. El periodo más restrictivo en México duró 60 días, en promedio 28 menos que otras naciones como Italia, España o Estados Unidos que mantuvieron dicha fase por más de 90 días.

La Escuela de Gobierno de la Universidad de Oxford desarrolló un índice que sigue y califica las respuestas que varias naciones han tenido, desde su primer caso confirmado de Covid-19, con el fin de ayudar a tomar decisiones oportunas en la aplicación o levantamiento de dichas medidas, y obtener mejores resultados.

El Índice de Rigor de Respuesta del Gobierno frente a Covid-19 recolecta y mide 17 indicadores distribuidos en cuatro categorías distintas para conocer el grado de efectividad y aplicación de las medidas tomadas por las autoridades, en los países que han tenido casos positivos al nuevo coronavirus. Las respuestas de los gobiernos se separan en los rubros de restricción de la movilidad, respuesta económica, sistema de salud y otras reglas específicas.

La categoría de restricción de la movilidad considera la severidad en acciones como el cierre de escuelas, lugares de trabajo y transporte público, la cancelación de eventos masivos, confinamiento en casa y limitaciones en los viajes nacionales e internacionales. En cuanto a la respuesta económica, se toma en cuenta el soporte que el gobierno da al ingreso, si se suspendieron los créditos e hipotecas, y la flexibilidad de las medidas fiscales.

También se evalúan las campañas de salud pública, la política de pruebas, la efectividad para rastrear contactos, la inversión que cada gobierno hizo en sus sistemas de salud y la inversión en tratamientos o vacunas contra Covid-19.

Hasta el 23 de mayo, México tenía una calificación de 82.41 de 100 puntos posibles, lo que lo situaba por encima de Estados Unidos, Brasil o Canadá, pero el término de la Jornada Nacional de Sana Distancia podría disminuir este resultado, ya que las medidas regionalizadas son consideras menos estrictas y efectivas que las nacionales.

En cuanto a la situación particular de México, la categoría con peor calificación es la de soporte económico, en la que los indicadores muestran que no hubo algún tipo de respuesta de las autoridades para enfrentar la crisis financiera, y por eso dieron un cero en toda esta clasificación.

Las medidas de confinamiento son las mejor evaluadas en el país con cuatro de ellas en el nivel máximo, y las restantes están en condición óptima. Los indicadores de salud muestran que sólo las campañas púbicas se desarrollaron con éxito en México, mientras que la política de pruebas se encuentra con la peor calificación con un punto de los tres posibles, lo que afecta directamente a la posibilidad de una reapertura segura.

Por días de aplicación, México subió su escala de restricción hasta su punto más alto el 30 de marzo. Pero este segundo indicador cambiará con la apertura que comienza este lunes, ante la apertura de algunas actividades.