La promesa de Obama

19 de Abril de 2024

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La promesa de Obama

Como que quiere cumplir. El apremio electoral ha hecho lo que no hizo la tibia presión del gobierno mexicano a lo largo de los años recientes, ni la exigencia de los trabajadores indocumentados mexicanos en Estados Unidos que aportan cantidades enormes para el mayor enriquecimiento de la potencia mundial:

… Que el presidente Barak Obama echara andar, por la vía Ejecutiva, un plan de regularización migratoria que impactará en la vida de muchos mexicanos que están allá aun desprotegidos por ambos gobiernos.

El golpe fatal que le dio el resultado electoral en las elecciones intermedias de 4 de noviembre en las que el Partido Demócrata en el poder perdió mucho frente al ahora muy altivo Partido Republicano ganador, hace que los cálculos políticos se pongan en el juego de ajedrez. Esta vez Obama cumple una promesa de campaña: de la primera para llegar a la presidencia y de la segunda, para reelegirse: un Plan migratorio que regularizara la estancia, allá, de trabajadores indocumentados.

Luego de muchas batallas y de apoyos de la comunidad latina en EUA, los mexicanos poco a poco se desencantaban de lo prometido por el presidente estadounidense. A la carga de críticas por el incumplimiento presidencial, se sumaba el acoso de gobiernos estatales como Texas o Arizona que francamente repudian toda posibilidad de permitir una legalización formal.

El Partido Republicano ha sido el ferviente adversario de cualquier modificación que haga imperar los aspectos legales, humanos y económicos en beneficio de una comunidad cada vez más fuerte y cuyo peso en votos se pone a prueba en cada periodo electoral, ya sea estatal o nacional.

Lo que le importa a Obama y a los demócratas es recuperar el voto latino en las elecciones del 8 de noviembre de 2016: quieren que el presidente 45 de la Unión Americana sea demócrata y muy probablemente la candidatura recaiga en Hilary Clinton, aunque ya el senador por Indiana, Evan Bayh, el Vicepresidente de EUA, Joe Biden, el alcalde de Newark, New Jersey o Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York se apuntan en la lista de probables candidatos demócratas.

A dos años de distancia el tiempo es corto. Pero también está en juego la nueva composición multiétnica de Estados Unidos, en donde las minorías comienzan a ser mayorías en sí mismas: latinos, afroamericanos, orientales…

Así que el jueves 20 de noviembre el presidente Obama dio una vuelta de timón al tema migratorio al anunciar su Plan para evitar la deportación de millones de indocumentados. Aunque la regla de tres predomina en ello y bajo advertencia: ‘no hay nacionalización aunque “se les va a permitir permanecer en el país y salir de las sombras, sin temor a ser deportados y entrar en el camino legal. Para ello: Uno: Se enfocarán los recursos para deportar a las personas con antecedentes criminales y a los indocumentados que han cruzado la frontera recientemente, y no a los padres de ciudadanos estadounidenses.

Dos: Se permitirá quedarse temporalmente en los Estados Unidos, sin ser deportados, a los padres indocumentados cuyos hijos sean ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes; tendrán que haber vivido en el país por mínimo cinco años, pasar una prueba de antecedentes y pagar impuestos.

Tres: “Se buscará apoyar a trabajadores ejemplares, graduados y emprendedores que puedan servir a la economía nacional”. Dijo Obama: “Los trabajadores indocumentados ven poca opción más que permanecer en las sombras y, durante décadas, no hemos hecho mucho al respecto”.

Se estima que esta medida beneficiará a unos 5 millones de indocumentados en EUA. Una parte considerable si contamos con que, de acuerdo con el Centro de Investigación Pew, al 19 de noviembre, la población indocumentada en ese país es de 11.2 millones de personas, una cifra que ha permanecido estable desde 2009.

Pero los Republicanos no están conformes con la decisión Ejecutiva de Obama, que aunque es extrema, también es legal. No se van a quedar con los brazos cruzados y están dispuestos a someter a la tortura política, legislativa y partidaria al presidente Obama en momentos en los que su popularidad está muy dañada por varias razones… … La que tiene que ver con la economía, que tanto les preocupa a los estadounidenses, luego los vaivenes internacionales en los que acusan al presidente de falta de rigor y de actuar de forma desorganizada y sin una estrategia útil para los intereses de EUA… y más…

De cualquier manera el paso ya está dado. Ahora lo que sigue es la lucha interna en un país construido con migrantes desde su origen como colonia inglesa. La batalla será muy dura. Pero también la expectativa para millones de mexicanos que han decidido vivir allá y conseguir la tranquilidad de vida y el trabajo productivo, la educación, la salud y el bienestar que no se les otorgó en su país de origen.

Ahora sigue, también, que el gobierno mexicano actúe en favor del fortalecimiento del por ahora Plan migratorio para conseguir que se convierta en ley y que esa ley proteja a los desprotegidos de esta tierra.

Por lo menos eso deberá hacer el gobierno federal mexicano y los gobiernos estatales, sin olvidar que el principio elemental indica que todo gobierno deberá otorgar los apoyos suficientes, el diseño y las acciones de gobierno para que sus nacionales no tengan que dejar su país porque aquí, en este país de crisis económicas permanentes, es en donde todos ellos hacen mucha falta.

Y porque los queremos aquí: en su casa.