A Higinio Martínez Miranda le arrebataron la última oportunidad de ser candidato a gobernador del estado de México.
El despojo provino de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido político por el cual el senador de la República ha trabajado en las últimas tres décadas y en el cual ha construido el grupo más poderoso del partido guinda en el estado de México, Grupo Texcoco, cuyo músculo se pondrá a prueba en el próximo enfrentamiento con la clase política más importante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Grupo Atlacomulco, en la elección de 2023.
Pese al dolor que expresó en el video difundido ayer, Martínez Miranda se alineó a los designios del presidente Andrés Manuel López Obrador y aseguró que respetará la nominación de Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación Pública, como candidata de Morena a la gubernatura del estado de México, una oportunidad que se le ha concedido por segunda ocasión. La anterior batalla la perdió frente al actual gobernador priista Alfredo del Mazo Maza.
›Lo que el morenista no dejó claro, en su amplia declaración, fue si la estructura del Grupo Texcoco trabajará a favor de Gómez Álvarez. Lo cierto es que el despojo no fue total porque la candidatura quedó entre los militantes de dicha tribu.
Martínez Miranda presionó a la dirigencia del partido para definir anticipadamente al candidato a la gubernatura —que se tenía previsto anunciar el 10 de agosto— ante la preocupación de que los resultados de la elección del Consejo Nacional del domingo pasado no le favorezcan.
“Querían que se tuviera ya designado a una persona, de preferencia de su grupo, porque ahora tienen el control. Porque este domingo las cosas se van a reconfigurar en el estado de México y puede que ya no vayan a tener todas las condiciones para impulsar a una persona de los suyos”, explicó Alberto Saladino García, militante morenista, doctor en Estudios Latinoamericanos y profesor de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
“En 2018, al calor de la campaña del presidente de la República, a él junto con el hijo mayor del presidente de la República (José Ramón López), estuvieron buscando a líderes que contribuyeran a una votación masiva a favor de Andrés Manuel López Obrador”, contó.
“Entonces, el grupo de él se dedicó a dialogar, a tener encuentros, a invitar a gente de otros partidos políticos, particularmente del PAN, y esto llevó a que muchos panistas se convirtieran en candidatos y, luego, en presidentes municipales o diputados en el estado de México. Con candidatos del PAN ganó Morena en Toluca, Metepec, Naucalpan, Atizapán de Zaragoza…”, narró.
Sin embargo, cuando se reeligieron al cargo público en las elecciones de 2021 perdieron curules en la Cámara de Diputados federal correspondientes a los distritos electorales del Valle de México y Toluca. Tampoco lograron retener la mayoría absoluta que poseían en el Congreso local. Y perdieron alcaldías como la de Naucalpan, Tlanepantla, Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli, Toluca, Metepec y Tejupilco, enunció Saladino García.
“De ahí, que su poder haya disminuido. Ese poder tan grande que había adquirido en 2018 empezó a ver su realidad en 2021, entonces, la fuerza de este grupo ha disminuido. Eso es lo que podríamos empezar a valorar ahora que se den los resultados de quiénes son los nuevos 410 consejeros del estado. Ellos llegaron a tener a más de la mayoría de los consejeros estatales, como Horacio Duarte, Maurilio Hernández. Todo lo controlaron”, explicó el académico. “No dominan ya todo el estado de México. Han sido negociantes, no con los fundadores de Morena, sino con neomorenistas que ha extraído del PRI y del PAN”, precisó.
La lucha por la redistribución del poder al interior del partido guinda involucra a cinco grupos: “Los puros”, los Obradoristas, la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), la 4T y los Convencionistas, enunció Saladino García.
Y aunque, en esta ocasión, la candidatura fue retenida por el Grupo Texcoco, “la maestra” tiene antecedentes de actos de corrupción. Cuando fue alcaldesa de Texcoco descontó el 10 por ciento del sueldo de aproximadamente 500 trabajadores y parte de ese dinero se destinó a financiar a Morena. Se estima que el monto ascendió a 12 millones de pesos y el Instituto Nacional Electoral (INE) apenas le aplicó una sanción por 4.5 millones de pesos. Ahora deberá demostrar su fuerza en la próxima batalla contra el Grupo Atlacomulco.
La lucha territorial
La pelea por la gubernatura del estado de México se parece a la de la Presidencia de la República: arranca antes del tiempo oficial marcado por el proceso electoral.
Cinco meses antes, Morena definió a Gómez Álvarez como su candidata. Lo mismo hizo el Partido Acción Nacional (PAN) al anunciar a Enrique Vargas del Villar como su contendiente. Y este mismo mes el Partido de la Revolución Democrática (PRD) lo divulgará, que podría recaer en Omar Ortega. En el PRI, se observan a Alejandra del Moral y Ana Lilia Herrera.
En tanto, la integración de “Va por México” fue condicionada por el PAN y PRD al PRI: la legislación de los gobiernos de coalición y que Del Mazo Maza trabaje a favor del candidato surgido de la alianza.
La efervescencia de los aspirantes y los partidos políticos, como la calificó Juan Carlos Villarreal, exconsejero del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) y ahora consultor y analista político, se repite en cada proceso electoral.
El estado de México es el bastión priista más importante en el país, es la “joya de la corona”. El hogar de la última cepa de la clase política del PRI, el llamado Grupo Atlacomulco, del que surgió el último presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien ahora es perseguido por lavado de dinero, transferencias extranjeras ilegales y enriquecimiento ilícito, investigaciones surgidas en el contexto de la renovación de la gubernatura.
Es también la entidad que más votos aporta a la elección de la Presidencia de la República, que se disputará en las urnas en 2024: representa el 13 por ciento del padrón electoral de México con alrededor de 12 millones de ciudadanos, estimó Villarreal.
Es el estado que más recursos públicos recibe. El presupuesto programado a ejercer asciende a 322 mil millones de pesos en este año. Además, “el estado de México tiene una clase política muy vigorosa. Por parte del PRI, ha gobernado incluso al país. Es una clase política muy robusta, muy fuerte, preparada para el debate y para la negociación. Desde 1996 se ha vivido con gobiernos divididos y, aún así, hay acuerdos y una relación muy tersa entre los políticos”, explicó.
Aunque las encuestas ofrecen la ventaja a Morena con el 40 por ciento de la intención del voto, no es la primera ocasión en que las casas encuestadoras dan la delantera a partidos políticos que no ganan, expuso el exconsejero electoral.
“El estado de México está dividido en dos grandes coaliciones: PRI-PAN-PRD gobiernan cerca del 50 por ciento de la población y el otro porcentaje lo gobierna Morena”, dijo.
La confrontación electoral entre Grupo Atlacomulco contra el de Texcoco será reñida. “Lo que está en juego es la preeminencia del grupo Atlacomulco contra el surgimiento del Grupo Texcoco”, advirtió Villarreal. Y el resultado será el preámbulo de la sucesión Presidencial en 2024.
A principios de 2017, Andrés Manuel López Obrador, en ese entonces precandidato de Morena a la Presidencia de la República, tuvo una fuerte presencia en la campaña de Delfina Gómez.
“Lo que está en juego es la preeminencia del grupo Atlacomulco contra el surgimiento del Grupo Texcoco”, advirtió el analista juan carlos Villarreal. Y el resultado será el preámbulo de la sucesión Presidencial en 2024.