Las cosas en Guerrero están bastante más mal de lo que se pensaba

Las cosas en Guerrero están bastante más mal de lo que se pensaba. La prueba de fuego del Instituto Nacional Electoral para medir el entorno electoral, que fue el reclutamiento y capacitación de funcionarios electorales en diciembre, no tuvo buenos resultados en ese estado. El consejero Marco Antonio Baños admitió que faltaron por cubrirse “dos novenas” del total, lo que en un lenguaje más claro, significa que más del 20% del territorio de Guerrero no cuenta con funcionarios electorales. Oséase, si la ley dice que si el 20 o más por ciento de las casillas no son instaladas, la elección se anula. En Chilpancingo, no podría haber elecciones, y si se suma Acapulco y Tlapa, la cifra de casillas electorales no instaladas, ascendería a 30%. Si hoy fueran las elecciones en Guerrero, olvídense, no habría.