Cuando Margarita Zavala desistió de buscar la Presidencia del PAN también anunció sus intenciones de postularse para la Presidencia de la República en 2018. Esto le brindó una salida digna ante una contienda de la que no saldría airosa, pero también la posicionó bajo el escrutinio de todos un poco temprano. Hoy por hoy, todas sus apariciones públicas son vistas bajo el lente de su candidatura presidencial. Y si bien la ex primera dama es bastante carismática, ya empieza a enfrentar grandes retos que pronto la obligarán a tomar definiciones claras y marcarán una buena parte del futuro del PAN.
De las encuestas que han evaluado careos entre candidatos hasta el momento podemos concluir tres cosas. En primer lugar, Margarita Zavala podría ser una carta fuerte del PAN; más que Moreno Valle que es el otro candidato más sonado hasta el momento. En segundo lugar, si Zavala llegara a postularse como independiente, le haría un daño muy grave al albiazul y fragmentaría a la derecha lo suficiente como para dejar en cuarto lugar al PAN. En tercer lugar, sus posibilidades como independiente la acercarían a un electorado distinto que, si bien no es el mismo que simpatiza con López Obrador, también requiere de una agenda anti sistema que ella aún no representa.
La encuesta de Buendía y Laredo de agosto pasado muestra que Margarita Zavala como candidata del PAN obtiene una intención de voto en los careos de entre 8 y 13 puntos porcentuales sobre los otros dos posibles candidatos del PAN – Rafael Moreno Valle y Gustavo Madero. En un careo incluso empata en intención de voto con López Obrador, bajo el escenario de que no hay competidores independientes y Videgaray es el candidato del PRI. En la encuesta de Reforma, por su parte, la ventaja de Zavala como candidata del PAN sobre Moreno Valle es de entre 10 y 12 puntos porcentuales.
Por el contrario, cuando Margarita Zavala es presentada como opción independiente, la encuesta de Reforma nos muestra que se lleva una buena parte del voto panista – la intención de voto pasa de 18% con ella como candidata, a entre 8% y 10% con Moreno Valle como candidato. Así, Zavala logra aglomerar una intención de voto de dos dígitos como independiente. En la encuesta de Buendía y Laredo, Margarita Zavala no alcanza más de 7% como independiente y el PAN cae de 21% de intención de voto con ella como candidata a 12% con ella como independiente y Madero como candidato.
Los principales votos de Margarita como independiente provienen del PAN, por un lado, y de votantes que estarían dispuestos a apoyar a candidatos independientes, por el otro; pero no provienen de votantes morenistas. Como consecuencia, en los escenarios de mayor fragmentación, la principal disputa se daría entre el candidato del PRI-PVEM y López Obrador, como lo muestra la encuesta de Varela y Asociados. Los candidatos independientes que se contemplan ahora, como Zavala, Ebrard, Mancera o “El Bronco” perjudican al PAN y al PRD fundamentalmente.
Margarita Zavala enfrenta dos rutas. Si ella está dispuesta a lanzarse como independiente es necesario que empiece a construir una imagen que verdaderamente represente autonomía – todo lo contrario a ser una candidata postulada por el PAN. Por el contrario, para lograr la postulación de la militancia panista requiere de una posición política muy distinta a la que se necesita para agradar al electorado apartidista que simpatiza con independientes y opciones antisistema.
Hoy por hoy, la ex primera dama no cuenta con una agenda clara que funja como plataforma política. Incluso si lograra obtener la candidatura del PAN, el electorado dispuesto a votar por los partidos tradicionales ha evolucionado lo suficiente como para demandar menos conservadurismo y propuestas de soluciones con las que ningún partido aún cuenta. Esto sin contar que tendría que enfrentarse a todas las alternativas anti sistema que ya se han formulado y las nuevas que puedan surgir.
En contraste, como alternativa independiente tendrá que luchar para no ser considerada parte del sistema y que su candidatura no sea vista como un mero capricho por no obtener la estafeta panista o, peor aún, como un vehículo de su esposo para mantenerse en el poder. Adicionalmente, aunque ella no sea Felipe Calderón, será inevitable que en la contienda sus contrincantes hagan alusiones infinitas a los saldos del gobierno calderonista – fundamentalmente el número de muertos y desaparecidos por la lucha contra el narcotráfico.
Margarita Zavala enfrente un panorama muy complejo con opciones muy contrastantes entre sí y con el sello de su esposo. Aunado a eso, afronta las dificultades de toda mujer en política, en donde es evaluada de distinta forma y por parámetros diferentes, y a la que se le atribuyen automáticamente características tanto positivas como negativas como parte de su género. La presencia de una mujer, que además es ex primera dama, sin duda cambiará la tónica de la contienda presidencial. Lo que está por verse es si Margarita Zavala está a la altura de los retos que enfrenta.
@lorena_becerra