La salud de Omar García Harfuch tras el atentado que sufrió hace casi un mes sigue siendo delicada porque hay heridas que no terminan de sanar.
El secretario de Seguridad de la Ciudad de México tiene más que dos balazos en el hombro y la clavícula, han dicho las autoridades. Don Omar sí tiene una herida en el brazo y una en la clavícula, pero además tiene otras siete, cuatro de esquirlas, dos de ellas en el pecho, una en el hombro y otra en la pierna derecha.
Tiene tres impactos de bala, en la mano derecha, en la rodilla izquierda —que ha requerido de dos operaciones, sin que hasta ahora hayan podido sacarle el proyectil—, y en el codo, que es el más delicado de todos.