Como estaba anunciado desde diciembre, en el PAN cerraron filas ante la elección para gobernador en Nuevo León y este fin de semana se ratifico que la candidata de unidad será la exalcalde de Monterrey, Margarita Arellanes. A nadie le sorprende la formalización de la candidatura de la aspirante más fuerte de los panistas para recuperar el poder. El PRI, que se inclinará por la senadora Ivonne Álvarez, con quien espera neutralizar a la beligerante panista. Las cosas en Nuevo León estaban para pintarse de azul hace varios meses, pero dicen los que saben, las cosas se nivelaron y la basura que rodeaba a las dos, se ha disipado. Oséase, el tema de los casinos, con el que se había golpeado a doña Margarita, ya no le quita puntos, mientras que su relación con el sector obrero, que es el asegún que le veían a doña Ivonne, ha dejado de ser un lastre.