Los frenos de México…

19 de Abril de 2024

Los frenos de México…

PROMO DE LA TRES 64

En 2009, Emilio Lozoya Austin redactó el documento donde aborda el tema de la corrupción como un lastre para el desarrollo económico de México

En 2009, ocho años antes de que el nombre de Emilio Lozoya Austin fuera citado como parte de la investigación sobre los sobornos que pagó la constructora brasileña Odebrecht, el exdirector de Pemex, entonces integrante del Foro Económico Mundial (FEM), redactó el documento “Informe sobre la competitividad de México”, donde aborda el tema de la corrupción como un lastre para el desarrollo económico de México.

Cuando Lozoya llegó a Pemex en 2012, los argumentos sobre cómo elevar la competitividad de México quedaron en el papel. Prueba de ello es que hacia finales de 2015 los pasivos de la empresa eran 40% por encima de sus activos. Traducción del título del Capítulo 1: Evaluación de los fundamentos de la competitividad en México: Hallazgos en el Índice Global de Competitividad.

Además de ser una radiografía integral del estado que el país guardaba en un entorno de crisis mundial, el informe buscó señalar las debilidades que minaban la competitividad del país. Cuando Lozoya Austin escribió el informe, apuntó a la descomposición institucional como uno de los pilares más débiles para revolucionar la competitividad nacional. A siete años de estas frases, él mismo dejaba el cargo al frente de Pemex, heredando una empresa cuya deuda creció 36.3% en su últimos años de gestión y que enfrentaba una crisis por la caída de los precios del petróleo.

El ex funcionario hizo énfasis en que esa podredumbre es más aguda en el sector público en comparación con el privado. El mismo año en que Lozoya redactó el Capítulo 1 del informe, presuntamente habría conocido a Luis Alberto de Meneses Weyll, entonces director de Odebrecht en México, de acuerdo con una investigación del diario brasileño O’Globo.

Traducción

México ocupa el lugar 97 en el ranking de instituciones, lo que hace que este pilar sea el segundo peor después de la eficiencia del mercado de trabajo. El país queda mal en este rubro en comparación con el resto de la muestra, superando sólo a los rezagados rusos (110º). La distancia entre México y Corea (28ª), Chile (37ª) y Sudáfrica (46ª), así como el promedio de la OCDE (5,04 frente a 3,49 para México) es sorprendente. Las instituciones mexicanas tienen mucho espacio para mejorar, con una advertencia: el rango general del pilar oculta importantes diferencias en la calidad de sus instituciones públicas y privadas; El primero se ubicó en el lugar 102, pero este último un 78º menos preocupante.

Emilio Lozoya fue director de Pemex entre diciembre de 2012 y febrero de 2016. En 2012, el Foro Económico Mundial le otorgó el reconocimiento de Joven Líder Global.

En sus conclusiones, Lozoya fue contundente al asegurar que México cuenta con una larga lista de problemas que frenan su crecimiento; la corrupción “desenfrenada” era uno de estos. Sin embargo, su nombre también ha sido señalado como parte de una red de corrupción en el caso Odebrecht, en cuya investigación se le acusa de recibir 10 millones de dólares como “propinas” para entregar a la brasileña un contrato a modo en el proyecto de la refinería de Tula, un proyecto cancelado en 2014, porque no resultó rentable para Pemex. TRADUCCIÓN: México continúa mostrando serias deficiencias en algunos de los requisitos básicos de la competitividad. La calidad de sus instituciones es preocupante. La lista de problemas es larga: mala gobernanza pública, corrupción desenfrenada, bajos niveles de confianza ciudadana en los políticos, burocracia generalizada e ineficiencia gubernamental, un sistema tributario oneroso con una pequeña base impositiva y un marco legal ineficiente. Los niveles epidémicos de delincuencia y violencia imponen costos considerables a las empresas, por no mencionar a los mexicanos comunes. Esto es bien entendido por los responsables de la formulación de políticas, pero se requieren más medidas urgentes.