En medio de las campañas políticas marcadas por la hostilidad y la falta de propuestas de algunos, reaparecen dos figuras políticas que hace apenas unos años estaban en el cénit de sus carreras.
Felipe Calderón, quien asume una postura combativa acusando al candidato independiente al gobierno de Nuevo León, “el Bronco”, de un peligro semejante a Hugo Chávez, y sin aparecer abiertamente manifestando su apoyo a la candidatura de su hermana, Luisa María Calderón, al gobierno de Michoacán.
El asunto es que pareciera que más que un apoyo, Calderón se puede convertir en una carga para el PAN, el cual por cierto está presidido por un enemigo declarado de Calderón, pero que al parecer está dispuesto a valerse de cualquier recurso que pudiera abonar en favor de sus candidatos. De esta manera, permitir que Calderón encabece ataques en contra del PRI y de sus candidatos está más allá de cualquier lógica, pero la necesidad de abrir muchos frentes aunque ello parezca incongruente, lo justifica.
Para el PAN, la elección del mes entrante resulta clave pues ante la debilidad del PRD provocada por su división y la falta de resultados del gobierno de Enrique Peña Nieto, las cuales abren la posibilidad de que recupere una posición competitiva para el 2018, pero el asunto es que en la búsqueda de ese objetivo no considera las implicaciones que podría tener en el proceso de sucesión de la dirigencia panista que se realizará después de las elecciones. De alguna manera, Gustavo Madero está apostando el todo por el todo, sabedor de que de no obtener resultados positivos no sólo perderá la oportunidad de reposicionar al PAN sino también de seguir controlándolo internamente.
Por su parte, Marcelo Ebrard, sobre quien siguen pesando las acusaciones de malos manejos en la línea 12 del Metro y aun en contra de una resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el Instituto Nacional Electoral (INE) se valió de una argucia para “registrarle” como candidato a diputado suplente por Movimiento Ciudadano, el cual –nada tonto y sabedor de que no tiene nada que perder– usó la figura de Ebrard como estandarte de sus mensajes en radio y televisión, de una forma tan poco afortunada que cierra con una sentencia similar a la del PAN: ¿verdad que si se puede?
Lo indudable es que para Movimiento Ciudadano, la participación de Ebrard resulta clave para asegurar la continuidad de su registro y para el ex Jefe de Gobierno capitalino es la manera de mantenerse políticamente vigente y sobre todo, lograr el fuero que le evite pisar la cárcel.
Ya veremos.
Por los Corrillos…
La diputada federal por Hidalgo, Mirna Esmeralda Hernández Morales, se encuentra recorriendo su Estado para difundir los logros de la actual LXII Legislatura y seguir impulsando el liderazgo de las mujeres… Manuel Añorve Baños encabeza la comitiva de 17 diputados federales que se trasladaron a Guerrero para apoyar al candidato del PRI al gobierno de ese Estado, Héctor Astudillo Flores, y vigilar que el proceso electoral se desarrolle con normalidad.