Mal Fin en Rokai Ramen

20 de Abril de 2024

Ana Saldaña

Mal Fin en Rokai Ramen

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EJECENTRAL

Una de mis comidas favoritas es la japonesa. Por eso cuando me dijeron que los socios de Rokai querían crear un “Little Tokio” en el corazón de la Colonia Cuauhtémoc brinqué de alegría. Me encantó el concepto de Hiyoko Yakitori-Ya. Es más, es uno de mis lugares favoritos en la ciudad. No sólo el lugar hace viajar a través de su ambientación, sino que además los ingredientes, la calidad de los alimentos y la experiencia per se, te llevan en primera clase a tierras niponas.

Tenía muchas ganas de conocer sus otros restaurantes. Invariablemente cuando están nublados los días se me antoja un buen caldo, por lo que el fin de semana decidí conocer su restaurant de Ramen ubicado justo al lado de Rokai. Tenía muy altas expectativas del lugar, sin embargo muy a mi pesar, la experiencia fue totalmente decepcionante.

Foto | Ana Saldaña

La decoración no es tan cuidada y la ambientación no tiene ni la mitad de la personalidad del Hiyoko. El servicio es consistente malo y es evidente que en cuestión de alimentos no se busca la excelencia como en el Hiyoko.

Al sentarme con mi invitado pedimos una botella de sake para acompañar nuestros alimentos. Se tardaron tanto en traerla a la mesa, que nos sirvieron antes las entradas, que la botella. Las gyozas se enfriaban y el erizo se calentaba mientras que esperábamos la bebida. En lo personal considero que si uno va a pedir una bebida es para acompañar la comida y no para tomarla después de los alimentos. La espera continuaba y llegó una tercera entrada: una lengua de res caliente. Al ver que todavía tardaría la botella, le pedimos al chef la regresara a la cocina en lo que llegaba. Los meseros corrían al restaurante contiguo y regresaban, pero no había indicio de nuestra botella.

Foto | Ana Saldaña

Finalmente llegó la botella y puedo decir que tanto las gyozas, como el erizo estaban deliciosos. En ese momento desee que a partir de este momento la experiencia cambiaria. Pero desafortunadamente no fue así.

Al servirnos la lengua, sólo con ver la grasa cuagulada en su parte superior era evidente que estaba fría. El Chef únicamente la había llevado a la cocina y ni siquiera se había tomado la molestia de calentarla. Algo que admiro de la cultura japonesa es el orgullo que tienen sus cocineros de servir sólo lo mejor a su cliente, sin embargo era evidente que aquí este Chef no compartía esta filosofía, sino que Rokai Ramen era la ley del menor esfuerzo. Regresamos la lengua y sin duda en el segundo intento, estuvo mucho mejor.

Foto | Ana Saldaña

La espera continuaba y tiempo después llegó el ramen. La base del caldo tenía muy buen sabor, sin embargo, fue evidente que deberíamos haber pedido más condimentos para acompañarlo. Nos dejamos guiar por la recomendación del mesero y en retrospectiva, tanto mi acompañante como yo, asentimos que no era la mejor recomendación.

Aún así, tengo que reconocer que el restaurante, consciente de que el servicio no había sido el mejor, nos mandó un postre de cortesía. Lo agradecimos y pedimos la cuenta que una vez más tardó siglos.

Al final, la experiencia fue decepcionante. Es muy triste ver como dos lugares propiedad del mismo grupo que se enorgullece de llevar comida auténtica japonesa, ofrezcan experiencias tan diametralmente opuestas. Sin duda, no solo se trata de tener una buena cocina, sino también un buen servicio que haga que en su totalidad la visita sea placentera para el comensal. Ese día confieso, que probablemente lo mejor debería haber elegido ir a Hiyoko en lugar de experimentar. Pero bueno, no siempre se puede tener una buena experiencia.

Espero que tengas un buen día y recuerda, ¡hay que buscar el sabor de la vida! *** Rokai Ramen Store Río Ebro 89, Col. Cuauhtémoc, D.F.