Es temprano y hace frío un frío inusual, en especial en esta primavera que se ha mostrado especialmente cálida. Se soba las manos y les sopla vaho de los pulmones para generarse algo de calor. Últimamente, le duelen mucho los huesos. Envejecer es una friega. Y peor, su trabajo: tiene que revisar legajos y legajos de documentos para ver si algo hay de valor o se destruye. Lo que no sabe, es que está a punto de descubrir algo importantísimo: un papel amarillento y desgastado que dice:
Manual de Procedimientos para la Desestabilización del Gobierno Enemigo
(Borrador)
Ministerio para la educación popular del Pueblo Bueno y Propaganda
Estos once lineamientos deben ser utilizados en todas y cada una de las células que producen la información virtual para nuestro líder y contra cada uno de los adversarios políticos.
1) Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un enemigo único: en este caso, será el jefe del gobierno enemigo. El símbolo, serán la ineptitud y la corrupción.
2) Principio del método de contagio: las redes de afiliados son un polvorín y nos permiten reunir diversos adversarios en una sola categoría: todos los del gobierno actual son ineptos y corruptos. Cualquiera que pacte con el gobierno enemigo será tratado de enemigos como aquél que besa el látigo con el que lo azotan.
3) Principio de la transposición: hay que cargar sobre el adversario los propios errores o defectos. Si nos descubren actos de corrupción e ineptitud, decir que es una fabricación para distraer la atención de lo importante: que el gobierno enemigo es inepto y corrupto.
4) Principio de la exageración y desfiguración: si un funcionario del gobierno usa un bien público para fines privados y es descubierto, hay que exagerarlo y desfigurarlo; llevarlo incluso a la familia inmediata del jefe del gobierno enemigo quien tiene una finca enorme. Hay que convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad.
5) Principio de la vulgarización: todo mensaje al pueblo bueno, debe ser adaptado al nivel del menos inteligente de los individuos a los que va dirigido; la masa crítica es ignorante y mentecata. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar porque si capacidad es limitada y su comprensión escasa: leerán acaso el título; nada más. Por ello, es necesario generar notas con titulares impactantes aunque sean falsos y aunque abajo unas líneas después, se desmienta al mismo titular de la nota y se precise la información. Hay que ser simples, no olvidar que crear mensajes cortos y precisos es una ciencia.
6) Principio de orquestación: la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto: el gobierno enemigo es inepto y corrupto. Así la masa creerá que el jefe del gobierno enemigo es capaz de cualquier cosa, hasta de orinar contra el viento. Recuérdenlo bien: mas vale una mentira que no pueda ser desmentida, que una verdad inverosímil o poco creíble.
Continuará…