Un ensayo literario en el que Marcos Daniel Aguilar reflexiona sobre la realidad actual de México y Latinoamérica, en un viaje de ida y vuelta del siglo XXI a principios del siglo XX, podría definirse La terquedad de la esperanza, volumen en el que aborda la obra de Alfonso Reyes y el Ateneo de la Juventud. Para Marcos Daniel Aguilar, las estéticas prerrevolucionarias del Ateneo de la Juventud vislumbran también una pequeña trampa que querían adelantar ellos mismos, como grupo que pretendía cambiar no solamente la política, sino también la cultura impuesta durante más de 30 años por Porfirio Díaz. “Como grandes estudiosos de la cultura grecolatina, en especial Antonio Caso, Pedro Henríquez Ureña, José Vasconcelos y Reyes, sabían que no puede haber un cambio de fondo en la cultura mexicana si no hay un cambio también en la forma. Entonces, la estética es también la forma pero el fondo es la ética. La sociedad mexicana era una sociedad desencantada a principios del siglo XX, por eso vino la Revolución”, sostuvo el ensayista.
Durante la presentación del volumen, realizada la noche de este miércoles en el Palacio de Bellas Artes, Marco Lagunas destacó que en su contexto y en el nuestro, el libro presenta un país intemporal, presa de los vicios del Porfiriato, con su promesa de modernidad, pero marcado por la desigualdad social, el analfabetismo, la pobreza, la represión, la violencia y los desaparecidos.
En ese contexto, aseguro que el Ateneo de la Juventud es una generación de intelectuales antiporfiristas que tercamente criticaban su realidad y buscaban cambiarla, como Alfonso Reyes y José Vasconcelos.
Por su parte, el narrador y ensayista Héctor Perea indicó que el Ateneo de la Juventud fue un grupo esencial para la cultura mexicana, pues, por ejemplo, fue el que cambió el concepto porfirista del Palacio de Bellas Artes, concebido para ser una sala de conciertos con espacios para cocteles, mientras que ellos decidieron cambiar esos espacios por un museo que exhibiera exposiciones para todo público, como las que hoy se encuentran abiertas con los máximos representantes del Renacimiento: Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.
El también poeta y ensayista Armando González Torres, quien se encargó del prólogo de este libro, precisó que se trata de un volumen que pese a su brevedad, pues cuenta con menos de 80 páginas, ofrece diversas posibilidades de lectura.
“Puede leerse como un ensayo de temas culturales de fines del siglo XIX y principios del siglo XX en Hispanoamérica, puede leerse como serie de instantáneas sobre la gestación del Ateneo de la Juventud, como un ensayo sobre Alfonso Reyes y la reinvención alfonsina del ensayo y como un buen ensayo sobre el ensayo”. La terquedad de la esperanza, apuntó González Torres, con investigación, argumentación y recreación narrativa, restituye la época, la figura y el genio de la generación del Ateneo de la Juventud, a la que perteneció Alfonso Reyes y en sus páginas recrea en pocos trazos y de manera viva el clima en que se desarrolló.
Editado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, La terquedad de la esperanza es el segundo libro de Marcos Daniel Aguilar, que sigue a Un informante en el olvido: Alfonso Reyes (2013) publicado en la colección Periodismo Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Agencias