La exprimera dama de los Estados Unidos, Michelle Obama, confesó que aún tiene “heridas” causadas por el “saber que después de ocho años de trabajar duro por este país, todavía hay personas que no me ven por lo que soy debido a mi color de piel”. La esposa de Barack Obama señaló el martes ante ocho mil personas en el 30 aniversario de la Fundación de las Mujeres de Colorado que no pretenderá que los ataques no dolieron, porque eso sería darle un “pase” a aquellos que causaron el dolor.
Vivimos con pequeñas diminutas cortadas, y sangramos todos los días. Y nos seguimos levantando”, agregó en su discurso.
Desde que su marido se confirmó como el candidato demócrata por la Presidencia de EU en 2008, y hasta que dejó la Casa Blanca en noviembre de 2016, la primera Primera Dama fue víctima de insultos racistas. Fue llamada “atrocidad”, “no lo suficientemente elegante”; “simio en tacones” y un alcalde del estado de Washington dijo que tenía “cara de gorila”. Sin embargo, Michelle Obama contraatacó afirmando que es una “mujer fuerte gracias a otras mujeres fuertes” y que busca siempre ser un “modelo a seguir” para todas las niñas del mundo. (Con información del Washington Post /FOTO:Especial). AS/EC