Candil de la Calle

19 de Abril de 2024

Gabriela Sotomayor

Candil de la Calle

Gabriela_sotomayor_Redes

En la misma semana que el presidente Andrés Manuel López Obrador sugirió la desaparición del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) luego del escándalo que armó su esposa Beatriz Gutiérrez Müller que desembocó en la renuncia de Mónica Maccsise, México en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU se pronunciaba en contra del racismo y la xenofobia.

“Los Estados tienen la responsabilidad primaria de prevenir actos violentos y crimenes motivados por el racismo la xenofobia y la intolerancia y de garantizar el acceso a la justicia y la rendición de cuentas en caso de que ocurran’’, dijo la Embajadora Socorro Flores Liera en un debate sobre racismo en el Consejo de Derechos Humanos a raíz del asesinato de George Floyd en Estados Unidos (EU).

A raíz del debate los países africanos apoyaron un proyecto de resolución que pedía una Comisión de Investigación Independiente sobre violencia policial contra afrodescendientes en Estados Unidos y el resto del mundo, especialmente tras asesinatos de Floyd y de otros afroamericanos como Breonna Taylor, Michael Brown, Ahmaud Arbery , David McAtee entre muchos otros.

Había gran expectación porque claramente con esa resolución se ponía en tela de juicio y como posible perpetrador de graves violaciones de derechos humanos a una potencia mundial.

Si bien el Consejo adoptó una resolución que encomienda a la Alta Comisionada Michelle Bachelet y otros expertos independientes de la ONU a que investiguen e informen sobre el racismo sistémico a nivel mundial, se quitó la mención específica a la investigación en EU. Se diluyó el texto.

Según una fuente diplomática muy confiable, uno de los países que abogó hasta el cansancio por quitar la mención de EU en el texto curiosamente fue México.

En público la 4T condenó la xenofobia, pero tras bambalinas trabajó en favor del gobierno de Trump para evitar el escrutinio internacional y rendición de cuentas por el racismo sistémico y violencia policial que prevalece en ese país.

En las negociaciones del texto “México fue muy hipócrita, pidió quitar la referencia para evitar que EU estuviera bajo escrutinio’’. “Es aberrante lo que hizo’’, afirma mi entrevistado asegurando que la 4T trabajó fuerte para convencer a otros países latinoamericanos.

Además de hacerle el trabajo al gobierno de Trump, junto con la Unión Europea, México juega con doble careta en el Consejo.

En el debate público, la 4T afirmó que “es crucial erradicar toda práctica no alineada a los Derechos Humanos como el abuso policial, el uso excesivo de la fuerza, y el perfilamiento racial, entre otras’’.

“Los Estados y la organizaciones de la sociedad civil debemos unir esfuerzos y canalizar energías para abordar las causas estructurales que subyacen a las desigualdades y la estigmatización’’, dijo la diplomática mexicana recalcando la importancia del diálogo con la sociedad civil, con la que tengo entendido no dialogan.

A pesar de que más de 600 ong’s apoyaban esta referencia para investigar a EU, México ayudó a quitarle los dientes a la resolución. Es incomprensible.

Pero más inconcebible aún es que a la vez que defiende la eliminación de la discriminación racial en un foro multilateral, en México AMLO amenaza precisamente con desparaecer al CONAPRED.

Llamó la atención que AMLO desconociera la existencia del CONAPRED cuando Alexandra Hass, ex titular del organismo, fue parte de la delegación de la 4T que asistió a la revisión de México ante el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD en inglés) en agosto del 2019 en Ginebra.

Aquí vale la pena recordar que el CERD, en sus conclusiones de dicho examen manifestó profunda preocupación por la falta de recursos para CONAPRED.

El CERD recomendó a México “intensificar sus esfuerzos para dotar de recursos humanos, financieros y técnicos adecuados al CONAPRED a fin de que cumpla su mandato de manera efectiva y que tome las medidas adecuadas para asegurar que cada entidad federativa cuente con una instancia encargada de recibir quejas relativas a la discriminación racial y de promover políticas y medidas tendientes a la eliminación de la discriminación racial’’.

México se hunde en el discurso en los foros multilaterales. “Es candil de la calle pero oscuridad en su casa’’ en materia de derechos humanos. Al tiempo de que persiste un racismo transversal en el país, AMLO pretende aniquilar al organismo encargado de visibilizarlo y abordarlo. Es inaudito.