En campaña hasta en la ONU

25 de Abril de 2024

Gabriela Sotomayor

En campaña hasta en la ONU

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El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene muy clara su agenda, le tienen sin cuidado las reuniones del G20 o las negociaciones de la COP26 sobre cambio climático, lo suyo es ocupar los reflectores cuando le conviene, sumar seguidores, atraer votos y las remesas de los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos.

Comenté con Jorge Lomónaco, diplomático de carrera, exembajador de México ante la ONU en Ginebra y la OEA, sobre la intervención del Presidente en el Consejo de Seguridad.

Para empezar, considera que el discurso de AMLO “no fue pertinente ni adecuado al mandato del Consejo de Seguridad’’. A su modo de ver la misión en Nueva York hizo lo que pudo para encontrar en la nota conceptual una manera de justificar que se hablara sobre corrupción ligándose con la exclusión, inequidad y conflicto para que los miembros participaran y no hubiera objeciones con la temática.

“Estuvo tan forzada (la intervención de AMLO) que ninguno de los que participó hablaron de corrupción, porque el tema no es consistente con el mandato del Consejo, entonces hay un problema de pertinencia’’. Además, “ninguno reaccionó a la propuesta de AMLO. El de Rusia y el de China contestaron con lo que hace el Consejo de Seguridad, pero no reaccionaron a lo que dijo. Nadie le contestó ni siquiera por cortesía’’, remarcó Lomónaco, observando que ese silencio “es reflejo de que el tema estaba muy forzado’’.

Sobre la propuesta de la creación de un plan mundial de fraternidad y bienestar con contribución voluntaria anual de las mil personas y corporaciones más ricas del planeta con el 4% y la cooperación del 0.2% del PIB de los países del G20 para ayudar a 750 millones de personas, afirmó: “Veo poco, muy poco viable que el proyecto tenga la posibilidad de ser adoptado, ni siquiera en forma modificada, quizá será una declaración conjunta sin mayores consecuencias prácticas como tantas otras’’.

Consideró que además hay un problema de “escala” pues la fórmula que plantea AMLO de ayuda directa pudo ser exitosa cuando fue jefe del gobierno de la Ciudad de México. “Pero a nivel nacional no está claro que ha ofrecido buenos resultados en su implementación y en los resultados porque de acuerdo con estudios del Coneval la pobreza ha aumentado en el país y pretender replicarlo a nivel internacional pues es cuestionable”.

Y cuando AMLO dijo que la ONU nunca ha hecho nada sustancial en beneficio de los pobres además de ser una afrenta, le pareció “una aseveración fuera de la realidad o bien un desconocimiento del trabajo de la ONU. No es correcto irles a decir que no han hecho nada y me parece fuera de lugar”.

Puso en duda la afirmación de que la corrupción es el peor problema del mundo. “Hay problemas mucho más graves que la corrupción, problemas existenciales, por ejemplo, el cambio climático, armas nucleares, las guerras, hay una larga lista de cuestiones muy serias que enfrenta la humanidad como la paz y la seguridad”.

Atacar a la sociedad civil como vehículo para implementar proyectos fue otro desatino, ya que además de ser la conciencia de la organización “se pretende eliminar a uno de los actores fundamentales en los programas de ayuda humanitaria del sistema de la ONU, que son los que los ejecutan”.

Y para cereza en el pastel, fue notoria la salida de Guterres a la mitad del debate para atender una llamada. “No es muy usual que el secretario general se vaya cuando está en sesión con un jefe de estado. El protocolo indica que se debería haber quedado toda la sesión. Pero abandonó la sala’’, remató Lomónaco.

Después de la conversación me pregunto ¿a qué fue a la ONU o por qué AMLO no asistió al G20 con su plan fraterno? Creo que al presidente no le interesa promover una iniciativa mundial para ayudar a los pobres. Lejos de estar a la altura de Mandela, lo que busca es hacer ruido y usar un escenario controlado para promover su 4T.

AMLO se hunde en su propio ridículo ante el Consejo de Seguridad, pero lo asume airoso con tal de mostrar que no está aislado y demostrar que puede ir a regañar a la ONU en su propia casa con tal de atraer seguidores dentro y fuera del país. Está en campaña.