Mentiras piadosas

24 de Abril de 2024

Gabriela Sotomayor

Mentiras piadosas

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El presidente Andrés Manuel López Obrador es muy hábil, sabe navegar en mares turbulentos y aprovechó para parecer un buen samaritano y hacer caridad con países pobres respondiendo a un llamado “de la ONU” aceptando la reducción de las vacunas Pfizer.

“Nosotros estuvimos de acuerdo con eso, que nos bajen (las dosis) y luego nos repongan lo que nos corresponde”, justificó AMLO.

“Lo que no entiendo es por qué hacen la caridad y juegan con nuestra salud, todavía me falta la segunda inyección y la verdad yo también soy pobre”, me dijo una enfermera de un hospital Covid que prefirió no dar su nombre.

El director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus deplora que países “ricos” acaparen las vacunas con contratos bilaterales y no cumplan lo acordado con el mecanismo COVAX creado para garantizar el acceso equitativo de la vacuna.

Con esta actitud el mundo se encuentra “al borde de un fracaso moral”, dijo Tedros quien advirtió que “el precio de este fracaso se pagará con vidas en los países más pobres del mundo”.

“Se aplicaron más de 39 millones de dosis de vacuna en 49 países ricos. Sólo se han administrado veinticinco dosis en un país de bajos ingresos, no 25 millones ni 25 mil, sólo 25”, condenó.

También admitió que todos los gobiernos deben dar prioridad a la vacunación a sus propios trabajadores de salud y las personas mayores primero, pero cree que “no es justo” que jóvenes adultos y sanos de países ricos sean vacunados antes que sanitarios y ancianos de países más pobres. Países de la Unión Europea o Canadá compraron vacunas para inmunizar a toda su población, algunos hasta el triple de lo que necesitan.

A esos países los llama OMS a donar las dosis que les sobran, pero nunca pidió suspender la vacunación para personal de salud, ni mucho menos poner en peligro la segunda inoculación que es necesaria para tener inmunidad, tampoco pidió dejar de vacunar a los ancianos para dársela a maestros o a los jóvenes morenistas.

Entre las farmacéuticas que participan con Covax no se encuentra Pfizer. Se han comprometido AstraZeneca CureVac, Moderna, Novavax y Johnson & Johnson.

Pfizer anunció que retrasaría sus envíos a todos sus clientes por ampliación a su planta en Bélgica, pero aseguró que cumpliría con sus contratos, no dijo nada de la ONU. Entonces no se entiende ¿qué pasó? ¿México no le compró vacunas a Pfizer? ¿se las regalaron?, ¿suspendieron el contrato porque la china y la rusa son más baratas?.

México acordó con Pfizer la compra de 34.4 millones de dosis. Se han recibido 546 mil 975 hasta el 12 de enero. Medio millón de vacunas ¿es un exceso?

Y ahora el compromiso con la británica AstraZeneca por 77.4 millones ¿sigue en pie? y entonces los 51.6 millones de vacunas del Covax ¿los va a donar también? No queda claro.

Ahora la 4T le apuesta a la vacuna china CanSinoBio y a la rusa SputnikV que todavía no cuentan con el aval de la OMS porque no han proporcionado toda la información requerida.

El director de la OMS urgió a que las farmacéuticas proporcionen a la OMS “datos completos para revisión regulatoria en tiempo real, para acelerar las aprobaciones”. Vacunas como la SputnikV ni la CanSino no han ofrecido toda la información requerida para que la OMS avale su uso.

AMLO dijo que se vacunará con la china cuando le toque su turno, por ahí cuentan que ya se la puso en octubre cuando llegaron al país las dosis para la fase tres de ensayos clínicos. Quizá por eso se le ve muy tranquilo en sus giras y no se inmutó cuando contrajo el virus su fiel colaborador Jesús Ramírez coordinador general

de comunicación.

Pero son rumores. Es probable que AMLO haga su show y lo vacunen en público con la CanSinoBio por ahí de marzo o abril, cuando se acerquen las elecciones.

Es congruente el presidente, quizá la vacuna gringa, o la inglesa, le provocan alergia, en ese caso mejor la china, pues de cualquier forma algo sabrá el gigante asiático sobre el virus que surgió en su territorio y cuyo origen Pekín ha mantenido en extremo sigilo bloqueando incluso a la misión de la OMS para que investigue.

En fin, con mentiras piadosas como la de donar las vacunas que le sobran de Pfizer el presidente encontró el argumento perfecto para justificar la carencia. Cuando el torbellino de la pandemia ahoga más que nunca, cuando repuntan las muertes AMLO decide hacer la caridad. Que Dios se lo pague.