Nazacori, el pueblo que mal vive de la caridad

18 de Abril de 2024

Nazacori, el pueblo que mal vive de la caridad

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Foto Ericka Llaguno.

Transformadores desaparecidos, obras a modo, una casa de cultura innecesaria y vacía y un gran problema del agua, es el saldo que tiene el Gobierno y la minería con los pobladores

Nacozari de García es el otro bastión de Grupo México en la sierra sonorense. Es mucho más chico, cuenta sólo con 12.7 mil habitantes y la mina llamada “La Caridad” está lejos del pueblo, a 6 kilómetros de distancia al nororiente, muy cerca de la presa “Lázaro Cárdenas, La Angostura” y el tajo no es visible para los pobladores ni los viajantes, aunque quien lo ha visto dice que el hoyo es impresionante.

Aquí, como en Cananea, el poder de “la compañía” se hace patente en todos los aspectos de la vida cotidiana, como la recolección de basura y los espacios deportivos y de entretenimiento.

Grupo México tiene una Casa de la Cultura envidiable para cualquier poblado similar, donde se exponen archivos del antiguo mineral. No faltan las muestras de los elementos que se extraen de la tierra, junto con presentaciones en pantallas de video que exhiben las bondades de la compañía y de todo los beneficios dejados a través del tiempo.

El inmueble tiene además áreas de estudio, biblioteca y hasta una sala de cómputo con ordenadores Mac. Todo esto en una casa antigua remozada con hermosos acabados de madera y herrería.

Aquí es donde empiezan los problemas. En 2017 se sometió y aprobó en el Comité de Desarrollo Regional del Fondo Minero, la construcción de otra Casa de la Cultura, misma que se terminó en 2018 y que costó 5 millones de pesos.

La distancia entre uno y otro espacio es menor a 300 metros. Una está en el centro de la ciudad, frente al monumento a Jesús García y enseguida del Ayuntamiento y la otra a unas cuantas cuadras.

El proyecto lo ganó la empresa “Don Rafael Méndez Constructora S.A. de C.V.”, cuya particularidad es que ha ganado licitaciones de obras del Fondo Minero en varios municipios.

Unos relativamente cercanos y otros situados a más de 200 kilómetros de distancia. La nueva Casa de la Cultura está desocupada, pues sólo se gestionó su construcción pero no todos los muebles y material necesarios. Lo que se proyecta ahora es que funcione como guardería.

Pilares de Nacozari se ha convertido en un pueblo fantasma. El terreno fue comprado recientemente por la empresa Grupo México. Crédito: Ezequiel Muñoz.

La empresa CONSEIN Edificaciones, S.A. de C.V., también obtuvo varios contratos de pavimentación con recursos del Fondo Minero. El representante legal de CONSEIN es Francisco Beltrán Villanueva, conocido como “El Chaco”, quien fue presidente municipal del mineral entre 2009 y 2012 por la coalición PRI-PANAL y que actualmente es suplente del diputado local por el PANAL en el Congreso de Sonora, Fermín Trujillo, ligado políticamente a la gobernadora Claudia Pavlovich.

Las irregularidades también están presentes en las obras de la empresa Metal Master Industrial, S.A. de C.V., que en 2016 ganó el contrato de fabricación de una línea de conducción y un tanque de almacenamiento de agua potable en la parte sur del poblado. La esposa del dueño de Metal Master es prima de la esposa de

Beltrán Villanueva, lo que habla de la red de conexiones de las empresas asociadas a los contratos del Fondo Minero.

El tanque de almacenamiento de agua se localiza a unos cuantos metros de los talleres de la misma empresa. Esta, como tantas otras obras, presentó varias irregularidades al ser auditada por el ISAF, como la presentación fuera de tiempo de garantías de vicios ocultos, actas de entrega recepción y plazos de ejecución.

Sin embargo, las obras con mayores irregularidades ante las auditorías del ISAF, que van desde la no presentación de planos, proyectos ejecutivos, especificaciones y hasta falta de análisis de precios unitarios fueron proyectos realizados y facturados por la citada CONSEIN y por MC Sonora River S.A de C.V.

Decenas de millones de pesos fueron invertidos sin la menor fiscalización y sin un proceso de evaluación de avances y resultados. Las recomendaciones “no atendidas” y “recurrentes” en los Informes del ISAF terminan con la frase “deberá procederse conforme a las disposiciones legales y normativas vigentes respecto de los servidores públicos que resulten responsables”. Sin embargo, ni una sola empresa ni dependencia ha sido amonestada.

“¡No son léperos, son leperísimos!”, exclama el maestro José Dolores Yocupicio Rábago, “hay un sinfín de irregularidades. Ejemplos: hacen falta 20 transformadores para electrificación, son más de 60 familias afectadas, si averiguas te dicen que ese dinero ya se ejerció, pero están los postes pelones, sin un solo cable”. Se trata de las colonias Linda Vista y Luis D. Colosio, al sur del pueblo, en zonas donde el intemperismo se acentúa.

Pero no es todo: “Hay varias calles pavimentadas de muy mala calidad, luego está el asunto de las lámparas LED por las que cobraron 12 mil 200 pesos por cada una. Contratamos a un eléctrico para que nos hiciera el presupuesto, las lámparas nuevas e instaladas como las que pusieron no cuestan más de 6 mil pesos, la mitad.

A Nacozari se le otorgaron 280 millones entre 2015 y 2016, y al ex presidente municipal le decían el “5 millones”, porque todos los proyectos metidos al Fondo Minero costaron un monto parecido, sin importar si fuera la remodelación de un gimnasio, una casa de la cultura o un pequeño estadio”, agrega Yocupicio Rábago.

Nacozari tiene un presupuesto de 200 millones de pesos y a la comunidad se le otorgaron casi 120 millones del Fondo Minero en 2019. “Los proyectos que se presentaron al CRD se aprobaron en Cabildo, no se tomó en cuenta para nada a la población. Fueron nada más 3 obras: 72 millones para un acueducto, 24 millones para unos paneles solares y 2 millones para un techo del Cobach. Los paneles solares se instalaron en la presidencia municipal, a lo mejor si ahorran energía pero pues nomás ellos. Con lo que nunca estuvimos de acuerdo fue con el acueducto”, nos cuenta Alejandra Zuñiga, regidora y ex candidata a alcaldesa de Nacozari por Morena.

“Nosotros habíamos pedido que se etiquetaran 50 millones para terminar la presa El Centenario, que sería la solución para la falta de agua, pero no quisieron, prefirieron hacer un acueducto que pasará justamente a un lado del que está ahorita, no se entiende para qué.

Como algunos tramos son enterrados y no se ven, lo que pensamos es que se van a conectar con el que ya está”, tercia Yocupicio. “Han demostrado ineficiencia e irresponsabilidad con el tema del agua, con la crisis que tuvimos este año (2019) nos dimos cuenta de que no se había hecho lo mínimo, que es clorar el agua, parece que no tienen dinero ni para eso”.

“La presa es de la Compañía”, se le sale decir a un trabajador del organismo del agua. Aunque la presa La Angostura está muy cerca, el control de la dotación la tiene, en los hechos, Grupo México.

A pesar de que con dinero del Fondo Minero se construyó una planta potabilizadora y su línea de conducción hacia el ramal principal con un costo de 31 millones de pesos, en el año que transcurre [2019] la contaminación del agua domiciliaria se volvió crítica. El problema aún no se resuelve del todo, hay colonias en las que todavía el agua sale chocolatosa” y con un olor a drenaje.

“Desde el 2015 estamos conectados al tubo que alimenta a la Fundición de La Caridad, es agua que viene de La Angostura”, dice Yocupicio Rábago.

“La empresa constructora que está haciendo la presa El Centenario es de Samuel Fraijo, aquél amigo de la gobernadora que le prestaba el avión privado en la campaña, que le hizo unas obras allá en su rancho familiar”.

Barda perimetral construida con dinero del fondo a un parque en la localidad de Álamos. Crédito: Ericka Llaguno.

ÁLAMOS, OBRAS INACABADAS Y GENTE SIN EMPLEO

Obras que no cuadran con los presupuestos y ¡hasta les sobra dinero!

El municipio de Álamos está enclavado en la sierra del extremo sur oriente de Sonora, sus fronteras colindan al sur con el estado de Sinaloa y al oriente con el de Chihuahua. Tiene una Reserva Natural Protegida y una presa, nombrada Adolfo Ruiz Cortinez o Mocúzari, sobre el cauce del río Mayo, inaugurada en 1959.

Cualquiera pensaría que un municipio con estas características no podría pasar desabasto o problemas de agua. Sin embargo, lo pasa, tanto que la principal obra que pretende construir el actual presidente municipal, Víctor Manuel Balderrama Cárdenas, es un acueducto desde la presa porque los actuales volúmenes no alcanzan.

Álamos es considerado el pueblo colonial del Estado, con un importante festival artístico que cada año ofrece espectáculos de canto y artistas de todo tipo. Históricamente el turismo era la principal fuente de ingresos de la población local, hasta hace 15 años que llegó la primera mina, “Corner Bay”. Ahora la principal compañía, “Piedras Verdes”, se encuentra al noreste del municipio, a unos cuantos kilómetros de la presa y muy cerca también de los territorios ancestrales del pueblo Makurawi o Guarijío.

Muchas de los proyectos realizados en este municipio se hicieron en las comunidades lejanas a la cabecera municipal, con distancias de hasta 2 horas por caminos vecinales, lo que vuelve difícil su auditoría. Sin embargo, en las obras visitadas en el pueblo se encontraron también irregularidades.

Las más emblemáticas son el Parque Colosio, cuya cancha de futbol, barda perimetral y alumbrado costaron poco más 3 millones de pesos. La “barda” en realidad es un cerco de malla ciclónica montada en una dala de concreto que pareciera destinada a colapsar en la próxima lluvia.

La cancha de pasto sintético tiene alumbrado, pero se enciende sólo mientras hay partidos, cuando se acaban, la cancha y el resto del Parque se vuelven la boca del lobo. Algo similar ocurre en la Colonia Loma Linda, donde el proyecto de electrificación con cargo al Fondo Minero costó 3 millones de pesos, pero no incluyó el alumbrado público

También aquí se encuentran irregularidades en las obras ejecutadas en el período 2015-2017, según las auditorías del ISAF. Durante ese tiempo, el actual presidente municipal era el Secretario de Gobierno del entonces alcalde, Axel Omar Salas Hernández.

Los auditores “son demasiado estrictos”, dice Balderrama Cárdenas. “Por ejemplo, si hay un concepto de obra cuyo volumen se excede en un sitio, pues lo llevamos a otro, tenemos que aprovecharlo. También ocurrió que se hicieron mal los cálculos y al final se ejecutó más volumen que el contratado, es decir, estuvo sobrado, pero eso el ISAF ya lo toma como irregularidad”.

En los sitios hay algunos proyectos cuyos números no cuadran, como por ejemplo los más de 400 mil pesos pagados por conceptos no ejecutados según lo consigna el ISAF en la obra de “Ampliación de 1800 m2 de relleno sanitario…”, y cuya observación no fue solventada.

También hay algunos proyectos aprobados que se empezaron a ejecutar, sobre todo calles por pavimentar, que se quedaron a medias pues a partir del 2019 el recurso ya no fluyó por el cambio a los lineamientos del gobierno federal. Quedaron los apisonamientos y las guarniciones colocadas y listas para recibir el concreto de las vías. Por estos trabajos secundarios se ejerció hasta la tercera parte del monto de los contratos.

El presidente Balderrama Cárdenas quiere pasar a la historia como quien resolvió la falta de agua potable en la cabecera municipal. Para ello, según dijo en la entrevista, se proyecta un acueducto que conduzca el agua desde un área muy cerca de la presa el Mocúzari hasta el poblado, aunque de momento no se puede costear del todo la obra.

Para reunir el fondo suficiente, el alcalde compartió la idea de reunir una sola bolsa de remanentes o “sobrantes” de otras obras hechas con el Fondo Minero, sumarlos a montos reajustados de otras partidas y esperar que el gobierno estatal ponga el resto. De acuerdo con las reglas de operación del Fondo Minero, el recurso va etiquetado.

Calle de terracería y sin alumbrado público en la colonia Loma Linda, en el poblado de Álamos. Crédito: Ericka Llaguno.

SAHUARIPA, EL PARAÍSO SECUESTRADO POR EL NARCO

Obras que no coinciden con los presupuestos ejercidos y que no alcanzan para subir la calidad de vida de una población sometida por la metanfetamina y el crimen organizado

Sahuaripa es el ejemplo perfecto de cómo la minería y el narco han dañado a las poblaciones.

En otros tiempos, no hace mucho, nombrar a Sahuaripa equivalía a invocar la apacible vida campirana del norte de México. Basadas económicamente en la ganadería y agricultura, las comunidades de la sierra media cuentan con clima envidiable y agua suficiente todo el año, aun en los años de poca bonanza por las heladas y la falta de lluvia, el ambiente rural era tranquilo, amigable con todos los extraños, el pueblo amanecía con olor a estufa de leña y niños corriendo por sus callejones para llegar temprano a clases.

La mina Mulatos es explotada por Minas de Oro Nacional, S.A. de C.V., propiedad del grupo Canadiense Álamos Gold Inc. Es una mina de tajo abierto donde se extrae y procesa oro y plata desde 2003, aunque la exploración empezó desde el año 2000. El tajo está junto al lecho del Río Mayo, ese que serpentea entrando y saliendo de Chihuahua y que llega hasta la presa Mocúzari, justo donde está el territorio Makurawi.

La mina “La India”, propiedad de Agnico Eagle Mines Limited, está muy cerca de aquella, también explota oro desde 2011, su producción anual ha rondado en las 100 mil onzas de oro.

Las minas ahora son fuente de empleo y de contaminación en toda el área, pues hay antecedentes de la muerte de ganado y de por lo menos una persona fallecida aparentemente después de tomar agua en depósitos naturales cerca de las instalaciones de Mulatos, a unos 60 kilómetros con dirección a Chihuahua, sierra arriba.

Pero las afectaciones que produce la mina no se dicen en voz alta, los que ahí trabajan no quieren ser estigmatizados y quedarse sin empleo, sus familiares no quieren afectarlos, y los demás no quieren meterse en problemas. En un pueblo chico y lejano, el control de daños es mucho más eficiente.

Otro gran problema que trastocó la realidad de los sahuaripenses, así como de buena parte de la sierra sonorense es la presencia de las bandas del narcotráfico. Primero entró la droga sintética conocida como el cristal, hace unos 6 ó 7 años, según cuenta un comerciante

que prefiere omitir su verdadero nombre.

El enganche rápido de los jóvenes con la droga se tradujo en robos constantes en casas y comercios, pues es común que quienes consumen metanfetamina busquen obtener dinero como sea para pagarse la siguiente dosis.

Entonces llegaron “los sicarios”, que es como les llaman en los pueblos a los miembros de las bandas del narco, e “impusieron el orden”. Querían una plaza tranquila y lo lograron con secuestros y homicidios a jóvenes que se dedicaban al hurto, mientras que otros tantos eran reclutados fácilmente por ellos mismos, mientras la autoridad municipal se limitó a salir lo mejor librada posible.

Ahora el ambiente que se respira en Sahuaripa es de tristeza, la gente mira con desconfianza, las respuestas son hoscas, se respira el temor. Son pueblos sin alma.

A Sahuaripa se le habían aprobado proyectos por más de 141 millones de pesos desde el 2014 al 17, la mayoría en pavimentaciones y alguna infraestructura de servicios.

Las obras visitadas en esta investigación nos revelaron situaciones similares a los otros poblados, con algunas construcciones realizadas en tiempo y forma, pero con mucha documentación faltante según el ISAF, y otras, como la entrada pavimentada a la comunidad de Santo Tomás, que presentan deterioro y agrietamiento característico de concreto con insuficiente resistencia para el uso requerido.

La “entrada monumental”, facturada en 3 millones de pesos, que pudieron haberse utilizado para cubrir necesidades más básicas y urgentes, consiste en tres marcos altos que convergen en el centro en otra estructura, con geometría y acabados comunes, que dan la bienvenida a los visitantes en el entronque principal sur.

Otras más son imposibles de revisar a simple vista, pues son colectores sanitarios, aunque los vecinos reportan su mal funcionamiento pues cada vez que llueve el sistema se satura por entrada de agua pluvial y se les inundan las casas, como el caso de la colonia Nuevo Sahuaripa. Por cierto, esta colonia con más de 10 años de antigüedad no está aún en los mapas del municipio, la tienen que dibujar a mano.

De las pocas obras que no son pavimentaciones o trabajos relacionados, resalta la remodelación y ampliación del Centro de Salud Regional. La obra fue supervisada por la gobernadora Claudia Pavlovich en octubre, para ello se dio la consabida “manita de gato”, pues semanas antes, con el agua de lluvia trasminada por las goteras, los muros nuevos fueron afectados.

“Llovía más adentro que afuera”, reclama nuestra fuente, el comerciante, “luego pusieron a las enfermeras a pintar con su propio dinero para que no se notara”. Se construyeron 10 baños y algunos cuartos para urgencias, pero “el cuarto de oxígeno es tan pequeño que sólo cabe una persona, los baños están muchísimo más grandes que el cuarto de oxígeno, no se entiende. Además es un solo médico, necesitamos más personal de la salud”, dice el comerciante.

La ampliación, que incluye cambio de acabados, muebles y pintura costó 4 millones de pesos gastados con cargo al Fondo Minero.

Abuelos y niños descansan en la plaza del pueblo de Sahuaripa, Sonora, que ha sufrido por la violencia del narcotráfico. Foto Refugio Velázquez.

HERMOSILLO GASTÓ EL FONDO EN BENEFICIAR A QUIENES MÁS TIENEN

Invirtieron el dinero para vías que conducen a un parque industrial, a colonias de alta plusvalía y a un club hípico, ¿qué pensaría un minero de esto?

En Hermosillo las obras hechas con el Fondo Minero han sido contratadas por el Gobierno del Estado, con recursos del 37.5% que le toca a los Estados según los lineamientos. Actualmente son 8 obras las que se reportan detenidas, por la misma razón de que el Gobierno Federal ya no hizo ministraciones en el 2019; todas son de pavimentación y obras relacionadas, como embovedados de arroyos que correrán debajo de las calles.

Algunas obras no parecen tener un beneficio directo para la población vulnerable o con las mayores necesidades. Este es el caso de obras realizadas en el Parque Industrial Norte, ubicado rumbo a la planta minera Nyco. El equipo de periodistas vio que ahí se están pavimentando algunas calles con un monto de 16 millones de pesos.

Otras obras similares son el embovedado y pavimentación de la sección final del Blvd. Navarrete, una de las vías principales de centro a poniente pero que cruza por colonias de alto nivel económico. Algo parecido sucede con el Blvd. Arq. Gustavo F. Aguilar, también al poniente, cuando las colonias populares de la ciudad se encuentran al norte y al oriente.

La obra que sí está al norte es el embovedado de la prolongación del Bulevar Quiroga, cuyos trabajos recomenzaron hace poco. En una visita al sitio pudieron verse las condiciones de inseguridad que generó la obra en pausa: excavaciones muy cercanas a las banquetas donde transitan diariamente cientos de estudiantes, armados de varillas corrugadas expuestas en forma peligrosa y donde la única protección es una cinta plástica amarilla.

La obra proyectada por el CDR costaría 20 millones de pesos, según la información proporcionada por la SIDUR. Sin embargo, sin contar aún con la información de los cambios en el proyecto inicial y de dónde saldrá el recurso, la constructora responsable ha declarado que el nuevo monto de inversión será de 90 millones de pesos.

La obra de remodelación en el bulevar Quiroga, una zona marginada en Hermosillo, Sonora, estuvo detenida. Foto Ericka Llaguno.

La obra de infraestructura que más recursos hubiese absorbido por sí sola es la “Ampliación del Bulevar Serna”, un proyecto de 6 carriles que conectará el Bulevar Quiroga con el Bulevar Héctor Espino, justo a la altura del Vado del Río Sonora.

Esta área de la ciudad tiene en su mayor parte viviendas de alto nivel. Nombres como Corceles Residencial, Riviera, Las Provincias, son las colonias que se beneficiarían directamente con la nueva ruta, así como quienes se trasladan cada temporada de beisbol a ver los partidos en el nuevo Estadio Nuevo Sonora, la mega obra del ex gobernador Guillermo Padrés Elías.

Con un costo de 200 millones de pesos, la obra se inició en 2018 y aunque se supone que está suspendida, el equipo de investigación encontró maquinaria y cuadrillas de trabajadores laborando.

La fabricación de las plataformas hasta nivel de sub-rasante hace claramente visible por dónde es el trazo en los primeros cientos de metros, para luego doblar un poco al sur si se sigue el camino de terracería existente, luego pasaría por un lado de un club hípico para llegar casi directamente al estadio.

El problema es que en ese camino están 5 terrenos con sus respectivas viviendas, justo por donde pasarían los carriles. Se trata de 5 familias dueñas de lo que antes era el ejido “Los Choros”, y que no están dispuestos a dejar sus casas si no es por una indemnización justa.

“Primero nos dijeron que nos darían la casa que pidiéramos, menos en La Joya (colonia de lujo), pero cuando les hemos propuesto donde, nos dicen que no, que está muy caro. Yo les dije que me quería cambiar aquí enfrente, en un terreno de mi papá, pero se les hizo mucho. Las propuestas que hacen son de muy bajo presupuesto, nuestros terrenos son de 100 metros cuadrados en promedio, con casas en buenas condiciones con todos los servicios, no vamos a irnos a una casa de interés social”.

“El otro día vino el señor Dagnino, nos preguntó que si ya habíamos llegado a un arreglo con la Secretaría de Desarrollo Urbano (SIDUR), nos platicó que era nuestro vecino y que a él tampoco le han hecho una buena propuesta.”

Se trata de Javier Dagnino, ex diputado local por el PAN y cuñado del ex gobernador Padrés Elías. A pesar de lo dicho, no hay pruebas de que el Club Hípico El Chanate, por donde pasará el boulevard en construcción, y los terrenos aledaños sean de Padrés y su familia, pues en los registros figuran a nombre de otros.

A espaldas del Club está una construcción a la que llaman “El Palacio de Padrés”, pues se trata de una enorme vivienda de más de 200 metros cuadrados de construcción y lujosos acabados externos, además de 3 hectáreas de terreno cercado.

¿Qué tiene que ver el fondo minero con las zonas residenciales y el club hípico presuntamente de un ex diputado? Estas son las postales de un fondo que a pesar de que no ha podido sustentar mil cien millones de pesos, está lleno de irregularidades en el ejercicio del gasto sin que hasta el momento haya consecuencias.


Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers