El sector del autotransporte federal en México, columna vertebral del comercio interior y la logística nacional, atraviesa una crisis operativa sin precedentes derivada de una política de austeridad mal implementada que ha desmantelado gran parte de la infraestructura institucional necesaria para su funcionamiento. Y ya no hablamos de las básculas en las carreteras del país, que ese ya es un problema existente. En el centro de esta problemática se encuentra la drástica reducción del número de clínicas autorizadas por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) para realizar las evaluaciones médicas requeridas para la obtención y renovación de licencias federales. Hasta hace poco, existían aproximadamente 50 clínicas distribuidas en distintos estados del país para realizar estas evaluaciones físicas, denominadas “aptos”, indispensables para garantizar que un operador esté médicamente capacitado para conducir vehículos de autotransporte federal. En la actualidad, únicamente permanece operativa una clínica, ubicada en la Ciudad de México.
Este hecho ha desencadenado una serie de consecuencias que, si bien no siempre visibles para la opinión pública, impactan directamente en la operación diaria de miles de empresas y trabajadores del sector.
La falta de clínicas disponibles ha provocado una escasez aguda de citas para realizar evaluaciones médicas, lo que a su vez impide que conductores renueven o tramiten por primera vez sus licencias federales. Esta situación, aparentemente administrativa, ha generado un efecto dominó que afecta a toda la cadena logística del país. Empresas de transporte han reportado pérdidas económicas considerables debido a la imposibilidad de operar unidades que no cuentan con la documentación requerida. Además del costo de la inactividad, estas unidades están expuestas a sanciones por parte de la Guardia Nacional, cuyas multas pueden alcanzar hasta los 40 mil pesos por unidad.
El impacto financiero se intensifica con la negativa de las aseguradoras a cubrir siniestros cuando los conductores no cuentan con su “apto” vigente. Esto significa que, en caso de un accidente, las empresas deben absorber por completo los costos materiales y humanos, incrementando significativamente los riesgos operativos y financieros de una actividad que ya enfrenta múltiples desafíos estructurales. Y va más allá porque a esta problemática se suma la persistente escasez de dictámenes de verificación físico-mecánica, un documento también obligatorio para circular legalmente. Esta carencia, que afecta tanto a empresas grandes como a transportistas independientes, ha incrementado la vulnerabilidad del sector ante actos de corrupción o extorsión por parte de autoridades municipales, estatales y federales. Transportistas denuncian que la imposibilidad de acceder a estos dictámenes en tiempo y forma se ha convertido en un pretexto para la aplicación discrecional de sanciones, o incluso para exigir pagos indebidos.
Lo más alarmante del caso es que esta crisis no es producto del azar ni de una emergencia repentina. Desde hace más de un año, la propia Dirección Ejecutiva de Normas y Especificaciones Técnicas y de Seguridad en el Autotransporte Federal, perteneciente a la SICT, había advertido sobre el riesgo de un desabasto en los dictámenes físicos y de una reducción en la capacidad de evaluación médica, especialmente en el contexto de la transición gubernamental. Pese a estas advertencias técnicas, las medidas preventivas no llegaron, y el sistema se ha mantenido en un estado de inercia institucional que deja sin alternativas viables a miles de operadores. La estrategia de austeridad implementada por el gobierno federal, si bien orientada a reducir el gasto público, ha tenido efectos colaterales graves cuando se aplica sin análisis de impacto o sin garantizar la continuidad de servicios esenciales.
El cierre masivo de clínicas —en lugar de una descentralización eficiente o la apertura a concesiones privadas reguladas— ha generado una dependencia absoluta de un único punto de atención en la capital del país, lo cual es logísticamente inviable en un país de dimensiones tan vastas y con una red de transporte federal tan extensa. Frente a esta realidad, el sector del autotransporte ha comenzado a exigir soluciones inmediatas y estructurales. Entre las propuestas más urgentes destacan la concesión de nuevas clínicas médicas privadas debidamente autorizadas, la reinstalación provisional de puntos de evaluación en regiones estratégicas y el diseño de una plataforma digital transparente para la asignación de citas. También se ha planteado la posibilidad de establecer medidas transitorias, como la emisión de permisos provisionales o la ampliación excepcional del periodo de vigencia de licencias y dictámenes vencidos, hasta que el sistema pueda normalizar su operación.
Lo que está en juego no es únicamente la legalidad o la operatividad del sector, sino también la seguridad vial, la competitividad logística del país y la sustentabilidad de miles de pequeñas y medianas empresas dedicadas al transporte. Todo un cúmulo de malas decisiones que se ha agudizado y este es el resultado y agregue a esto la inseguridad en carreteras y extorsiones a las que están expuestos. Nombres de involucrados en esto hay muchos, pero aunque pronto se los demos, tenga la seguridad que desde el gran sillón que les da la burocracia actúan con obsolescencia para resolver este asunto bajo la justificación de que todo está bajo control.
Reconocimiento a Azteca
Afore Azteca, administradora de fondos para el retiro de Azteca Servicios Financieros, fue reconocida por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) por cumplir al 100% con los compromisos del Censo de Educación Financiera y Previsional 2024. Este reconocimiento responde a un incremento del 263% en sus acciones educativas respecto al año anterior, posicionándose entre las administradoras con mayor avance en formación dentro del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR). La participación de Afore Azteca en el Censo incluyó contenidos orientados al ahorro voluntario, el gasto eficiente, la resiliencia financiera y el conocimiento del SAR, sumando más de 2,388 acciones educativas sustantivas a nivel nacional. Estos esfuerzos se enmarcan en una estrategia institucional para fomentar la inclusión financiera y fortalecer las capacidades económicas de millones de personas trabajadoras en México, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre su bienestar financiero presente y futuro.
Voz en Off
En el año de su centenario, Grupo Modelo ha logrado posicionar a tres de sus principales marcas —Corona, Cerveza Modelo y Victoria— entre las once cervezas más valiosas del mundo, de acuerdo con el informe BrandZ 2025 Most Valuable Global Brands de Kantar. Este resultado refleja la relevancia de sus productos en el panorama internacional y subraya la conexión que sus marcas han establecido con consumidores tanto en México como a nivel global.
Corona, que también cumple cien años, encabeza nuevamente el ranking global como la cerveza más valiosa del mundo. Su presencia en la cima del listado refuerza el papel de las marcas en los mercados internacionales, con la calidad, tradición y la capacidad de innovar dentro del sector cervecero…..
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