Otra Tormenta Perfecta

19 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Otra Tormenta Perfecta

carstens_videgaray
Foto | Archivo

Finalmente, la Secretaría de Hacienda no tuvo más remedio que hacer el ajuste a las previsiones oficiales, situando la marca del crecimiento entre 2 y 2.8% para este año, con un poco más de optimismo que el Banco Central.

1. Nuevamente, la economía

Nuevamente, el desempeño adverso de la economía global ha puesto en duda las expectativas de crecimiento de nuestro país. En esta ocasión, el set de incertidumbres que están dominando el desempeño de prácticamente todas las economías del mundo (caída del precios del petróleo o reordenamiento del mercado favorable a los consumidores; fortaleza del dólar ante la inminente alza de intereses de la Reserva Federal y desaceleración del crecimiento mundial en por lo menos un punto en general) ha empujado a China a entrar al ciclo de la guerra de las divisas. La devaluación de 4% al yuan acentuó los temores generales respecto de un venidero ajuste de mayores proporciones y ha empujado a la baja a las Bolsas de Valores del mundo.

Las expectativas hubieron de ser recalculadas por el Banco de México, que situó el balance entre 1.7 y 2.5% (promedio, 2.1) al estimar que el efecto de las variables externas combinado con una notoria pérdida del dinamismo interno causarían un efecto restrictivo. Asimismo, el impacto que está teniendo el deslizamiento del peso frente al dólar empieza a ser observable en la economía interna, pues se han debido destinar 8 mil 500 millones de dólares en el último año para evitar un desplome, en tanto que los productores manifiestan la imposibilidad de asimilar el incremento en los costos de los insumos, sean para automóviles, electrónicos, electrodomésticos o fertilizantes para la agricultura. De proseguir las cosas, dicen, el impacto en la inflación podría disparar este indicador al 5% en el año, lo que rompería uno de los objetivos estructurales de la estabilidad macro. Al respecto, la cotización del peso frente al dólar se mueve ya más allá de los 17 pesos por unidad, existiendo una previsión de analistas del sector privado que, ante la menor producción de crudo mexicano y la constante caída de los precios internacionales, estiman que la paridad estará en 17.50 pesos por dólar a mediados de septiembre, en tanto que el precio del petróleo podría caer hacia los 20 dólares el barril, dada la observada tendencia del crecimiento de la oferta en el mercado internacional que, se cree, se sostendría varios años.

Finalmente, la Secretaría de Hacienda no tuvo más remedio que hacer el ajuste a las previsiones oficiales, situando la marca entre 2 y 2.8% para este año, con un poco más de optimismo que el Banco Central.

La perspectiva, como se ve ahora, es que las economías importadoras de petróleo se están beneficiando del bajo costo de los energéticos. Es decir, la nueva productividad que se observa en las economías más desarrolladas proviene de la disponibilidad de energéticos baratos. Los Estados Unidos, quienes detonaron la transformación del mercado mundial al poner en explotación sus enormes yacimientos de petróleo y gas shale, con una combinación de nuevas tecnologías y propiedad total de los recursos del subsuelo para los dueños de las compañías, estarán creciendo este año al 2.5%; Alemania y España lo harán al 1%, al igual que Japón, que ha salido de la prolongada recesión debido, precisamente, al bajo costo de la energía. En Estados Unidos, la electricidad ha reducido 30% su precio, en tanto que otros combustibles como la gasolina, andan en un precio comparado de 5 pesos el litro.

Para los países que dependen de los ingresos petroleros, como todavía sucede con el nuestro en donde un tercio de los recursos públicos provienen de esta fuente, el horizonte empieza a costar más. Ya la SHCP anticipa un ajuste aún mayor para el 2016, debido no sólo a los bajos precios del petróleo, que se ubican en 40 dólares al momento, además de estarse registrando un menor pronóstico de producción por parte de Pemex. La SHCP ha contratado coberturas a 49 dólares el barril, si bien sólo sobre el volumen de exportación, unos 575 mil barriles diarios, pero sólo en referencia a los ingresos públicos dejando los recursos para Pemex, en tanto Empresa Productiva del Estado, fuera del acuerdo de cobertura.

2. El sentido del discurso

Posiblemente no le falta razón al Presidente Enrique Peña al considerar que las reformas estructurales son el mejor blindaje ante un entorno económico complicado, un crecimiento menor al esperado, la desaceleración económica en varias regiones y una volatilidad financiera realmente extrema, todo lo que configura una verdadera “tormenta perfecta”. A diferencia de los gobiernos del pasado inmediato, al actual le ha tocado desempeñarse en un entorno adverso, sin los cuantiosos recursos excedentes que proveían los altos precios del petróleo (por encima de los 100 dólares) y cuando China y la Unión Europea crecían a ritmos de vértigo. “Hemos hecho reformas para incidir en el crecimiento económico. Estas reformas son el mejor asidero, el mejor blindaje, la mejor forma de proteger nuestra economía y darle mayores capacidades para sortear escenarios adversos como los que el mundo nos está presentando”, apuntó el Presidente Peña ante los chilenos.

México hace el compromiso de seguir impulsando la concreción de las reformas, para que sean éstas el mejor blindaje para sortear escenarios adversos. “Pasamos de tener una economía cerrada a una de las más abiertas, -igual que Chile lo hace-, hemos establecido reformas que nos permiten fortalecer nuestras instituciones democráticas, ampliar los derechos de los mexicanos, como lo es el derecho a una educación con calidad”, redondeó el Primer Mandatario.

Sin embargo, no es la falta de razón en lo que se ha hecho lo que le está costando puntos extra al gobierno. La gente no siente el nivel de la amenaza que se está cerniendo sobre el país, ante la desaceleración mundial. Los bajos costos de los energéticos significan nueva competitividad para los países que están aprovechando este boom, por así decirlo. Pero nuestro país no se encuentra bien preparado para dejar de ser un país petrolero y lograr bajar sensiblemente el costo de los energéticos; no en tanto persista el monopolio estatal y el que los precios sean fijados desde el presupuesto de Egresos como un precio público, no como un precio de mercado. No es difícil imaginar la detonación de las actividades económicas si la energía eléctrica bajara 30% o la gasolina costara 5 pesos el litro, como sucede con los países con los que debemos competir y que ahora están creciendo.

Empero, según trasciende, otro cambio estructural se estaría gestando en el entorno económico nacional. Es la apertura del acuerdo fiscal entre SHCP y los empresarios, que estarían negociando alguna estrategia para reactivar la economía sobre una base fiscal que considerara algunos de los puntos que, dicen los expertos, les han afectado, como son la consolidación de resultados, los topes a las deducciones, la deducibilidad inmediata de inversiones y hasta las tasas máximas, que ellos consideran debieran ser mínimas. En este diálogo con las autoridades hacendarias, el Consejo Coordinador Empresarial habrá de abordar también el diseño del “presupuesto Base Cero”, buscando que las reducciones impacten el gasto superfluo pero no los proyectos de inversión y abastecimiento, que son en los que tienen mano.

“Tuvimos una reunión con el secretario Videgaray para ver más o menos por dónde va el asunto del presupuesto base cero y ahí lo que hemos venido pidiendo es que no se afecten rubros que tengan impacto en inversión, en la generación de empleos, en la economía y en el crecimiento, como son los proyectos de infraestructura y también que haya mayor eficiencia para programas sociales, aseguró Gerardo Gutiérrez Candiani (CCE).

De igual forma, buscarán abordar también el paquete fiscal venidero, para tener elementos de impulso a un mayor crecimiento, inversión y empleo, y buscar trabajar sobre las zonas especiales, considerando fundamental que los Estados con mayor atraso sean incluidos en el progreso económico.

Habrá que persistir, desde la lógica gubernamental, en la defensa del sentido de las reformas, para lo cual requiere remontarse el hartazgo ciudadano y la falta de credibilidad en los asuntos públicos, que no es poca cosa. Tener expectativas de que las cosas serán mejor resulta más atractivo que no tenerlas, como sucede en Brasil, Argentina o Chile, que se encuentran al final de su ciclo de reformas, donde también, como sucede en estos países, la popularidad de sus dirigentes se encuentra por los suelos. ¿Cómo justificar ahora el discurso de esfuerzo, sudor y lágrimas que se requiere para hacer frente a la nueva “tormenta perfecta” que se avecina sobre el país?

3. Relevo de dirigencias

Los tres principales partidos políticos nacionales han realizado los procesos de renovación de sus dirigencias nacionales, todos a la luz de los resultados de las pasadas elecciones intermedias; en el caso del PRD, la dirigencia se disolvió, trasladando a un próximo Congreso Nacional en septiembre la búsqueda de un nuevo acuerdo que le permita integrar otro mandato.

La gran lección de las elecciones ha sido la dispersión del voto, con la consecuente disminución de la votación por cada uno, la balcanización del sistema de partidos y el surgimiento de alternativas independientes y antisistema, con el debido incremento de la complejidad para la gobernabilidad democrática.

Parece evidente el hartazgo o cansancio ciudadano ante los partidos, que las evaluaciones sitúan en el sótano de las preferencias, aunado a la baja popularidad del gobierno y del titular del Ejecutivo Federal, lo que da sustento a un cierto desánimo por el sistema político. De ahí que, para los partidos, el reto inmediato es la reinvención que les permita genera una oferta fresca al electorado, sobre todo ante los riesgos del populismo, por un lado, y de los candidatos independientes, por el otro, que ambos erosionan la funcionalidad del mecanismo clásico de la representación política.

En el caso del PRI, el partido con mayor número de votos (29%), si bien obtuvo la mayoría legislativa en alianza con el golpeado Partido Verde, el Partido Nuevo Alianza y, probablemente, los diputados del Partido Encuentro Social, la renovación de su dirigencia logró transitar por el cauce del acuerdo de unidad en un proceso verdaderamente de terciopelo. Quien hizo posible la unidad en 2012 para permitir la recuperación del poder presidencial, ahora recibe la contraparte para mantener la unidad del Partido y la relación política que corresponde a un partido gobernante, que le permita enfrentar los retos inmediatos.

La unidad tejida en torno al diputado con licencia Manlio Fabio Beltrones ha generado un consenso unánime, reconocido aún por los adversarios dentro y fuera del Partido. La candidatura de unidad no es impuesta, propicia la cohesión, se ha dado en torno al candidato natural generando la empatía de lo que es una buena decisión.

Conforme a las disposiciones estatutarias, el Consejo Político Nacional aprobó el método de elección mediante Asamblea de Consejeros Políticos y la Comisión de Procesos Internos emitió la convocatoria, en los plazos estatutarios. Tras la recolección de los apoyos estatutarios con los sectores y las organizaciones del Partido, el lunes 17 se registró la candidatura y, cumplidos sobradamente los requisitos y al resultar única, la fórmula de Manlio Fabio Beltrones y Carolina Monroy fue declarada electa, con lo que el jueves 20 realizó la protesta de rigor e inició funciones de inmediato.

Es claro que esta elección de la nueva dirigencia no se corresponde con otras de los tiempos de la hegemonía presidencial. En este caso el proceso resultó terso, porque la unidad se construyó en torno al candidato natural, el más idóneo, quien reunía los mejores atributos en la coyuntura y la perspectiva del Partido, habiendo sido el constructor y realizador de las reformas estructurales impulsadas por el Presidente Enrique Peña Nieto. La labor del nuevo Comité Ejecutivo Nacional arrancó con la convocatoria a los diputados y senadores para elegir a sus respectivos coordinadores parlamentarios, así como la programación de las plenarias previas a la instalación de la LXIII Legislatura, siendo la de los diputados realizada este fin de semana, en tanto que la de los Senadores lo será el 27 y 28 de agosto próximos. En el primer caso, resultó electo el diputado César Camacho Quiroz en lo que ha sido un virtual enroque en los cargos políticos priístas, y en el Senado, previsiblemente, habrá de ser ratificado el senador Emilio Gamboa.

4. Relevos en la oposición

En el PAN, si bien se realizó una elección a la militancia el domingo 16, la diferencia entre los aspirantes resultó tan abismal que bien pudieron haberse ahorrado el procedimiento. El dirigente más obvio, hechura y heredero de quien deja el cargo, el diputado electo Gustavo Madero, tuvo el 80% de las preferencias, el apoyo de los gobernadores y el control absoluto de las estructuras del Partido. El senador Javier Corral fue un aspirante testimonial, pero que, sin embargo, salió con el argumento de que la elección azul no fue democrática sino una simulación en una elección controlada por el maderismo.

Por lo pronto, buscando crear su propio espacio con cierta distancia del líder real del partido, el nuevo dirigente Ricardo Anaya nombró –tal es la prerrogativa del presidente del CEN del PAN—como coordinador de los diputados al michoacano Marko Cortés, para sorpresa de muchos dentro del propio maderismo, quienes habrían esperado que Madero fuera requerido por sus compañeros diputados para ser el coordinador de los Diputados del PAN, misma que tras auscultación habría de otorgarle el nuevo dirigente blanquiazul.

Todavía está por verse cómo funciona esta jugada entre los sorprendidos diputados, que no tienen en su horizonte de cálculos una nueva disputa interna por el poder blanquiazul, ahora entre Madero y su sucesor, el joven Ricardo Anaya.

En el PRD, el proceso de vaciamiento y dilución que vive este partido tras la crisis moral provocada por el éxodo del señor López, quien pareciera se llevó a Morena los votos y la identidad de las izquierdas a su casa, está alcanzando dimensiones de tragicomedia que bien pudiera documentar el célebre José Agustín.

Quien había sido democráticamente electo, en elección organizada por el Instituto Nacional Electoral y el apoyo de 1.8 millones de votos, renunció al cargo y planteó, otra vez como remedio un diálogo por la unidad de las izquierdas, que se percibe más bien como la entrega en bandeja de plata de las banderas progresistas a Andrés Manuel López Obrador. Como lo calificaría un importante diario, el “síndrome de Estocolmo” habría alcanzado a los dirigentes como Silvano Aureoles, para pedirle al señor López que los rescate del descrédito y el vacío moral en que se encuentra el perredismo. Así, el 17 al 19 de septiembre se realizará un Congreso Nacional para elegir a la nueva dirigencia, en la que se anotan los senadores Armando Ríos Piter y Zoe Robledo, al igual que los diputados Fernando Belaunzarán y Julio César Moreno, actual presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Baja.

Ante el rechazo público del señor López para recoger lo que queda del PRD (“zafo” le diría a Silvano Aureoles), quien resulte electo en septiembre no será por ello más democrático ni más eficaz como líder de las izquierdas. Tendrán un nuevo rostro con el cual competir electoralmente, pero seguirán moralmente solos, con su mejor posibilidad en la negociación de alianzas perrepán para ser competitivos en lo inmediato, que es el 2016.

5. Tercer Informe de Gobierno

Hacia adelante, además de los procedimientos de la liturgia política previa a la instalación del Congreso (elección de coordinadores parlamentarios; realización de las sesiones plenarias de los grupos parlamentarios; gestión de los acuerdos para integración de órganos de gobierno y elección de Mesas Directivas; y acuerdo para la recepción y glosa del Informe presidencial), el Tercer Informe de Gobierno habrá de ser el acontecimiento político relevante en los próximos quince días.

En su entorno, se sigue planteando la posibilidad de ajustes en el Gabinete, a la luz del respaldo obtenido con el arribo de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI y Miguel Basáñez en la Embajada de México ante Estados Unidos. Esto podría implicar que los cambios en el Gabinete pudieran incorporar alternativas de consenso, que mejoren la percepción de “grupo cerrado” que actualmente tiene el círculo presidencial.

Si bien la política estaría despresurizada, no sucede lo mismo con el tema de la seguridad (adicional a la fuga del “Chapo”, se está desbordando la violencia en Veracruz además de que se perfila ya el primer año de los infaustos acontecimientos de Iguala), la efervescencia magisterial que se está planteando en Oaxaca y que podría alcanzar Guerrero, Michoacán, Chiapas y el Distrito Federal, en donde se ubican las secciones más beligerantes de la CNTE, al igual que los desafíos y riesgos que la economía internacional le está planteando al país.

En lo que se refiere al discurso, como se comenta líneas arriba, el texto presidencial podría estarse mostrando defensivo, asumiendo que las reformas estructurales han sido la mejor defensa o blindaje ante la incertidumbre y riesgos internacionales. Pero si llegamos al Informe con el dólar cerca de los 17 pesos, el petróleo por debajo de los 40 y en cuenta regresiva, y la tasa de crecimiento promedio de los tres años en 1.9%, entonces el discurso podría no tener el efecto buscado, que es explicar lo realizado en función de evitar males mayores pero también de enfrentar los nuevos desafíos de una economía global realmente depredadora, en donde el petróleo ha dejado de ser una mercancía cara y por ende, una fuente de ingresos seguros en las arcas nacionales.

Los cambios en el Gabinete, por el contrario, podrían tener el efecto de los mensajes implícitos. Se sigue mencionando en círculos de opinión posibles cambios en SEP, SEMARNAT y SEDESOL, en donde indistintamente se menciona a Aurelio Nuño; al igual que diversos nombramientos de segundo nivel, como el ISSSTE o la Lotería Nacional y Pronósticos Deportivos.

Se esperaría asimismo, que el resultado en la investigación ordenada a la Secretaría de la Función Pública sobre posible tráfico de influencia en las casas vendidas por Grupo Higa tuviera alguna consecuencia en las medidas ofrecidas por el Presidente Peña para recuperar la confianza pública, como para vencer la incredulidad y el descrédito que han afectado severamente el ámbito político.