Ante las críticas contra la actuación del SAT, los diputados escucharon el miércoles a Raquel Buenrostro, quien es el brazo de toda la confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Les contó a los legisladores que no ha habido amenazas contra las empresas, han sido firmes a partir de que se hizo una fiscalización estratégica, porque antes se revisaba por ejercicio y rubros, ahora se integra todo, y además ya no sólo se examina a la persona moral, sino a todo el grupo corporativo.
Algo que les dio la clave, les dijo la jefa del SAT, es cuando analizaron las cargas fiscales de todos los sectores y se compararon a nivel internacional, y descubrieron que en 10 de ellos había enormes discrepancias.
Por ejemplo, la industria farmacéutica paga en el mundo 7.5% y en México 2%, lo que les permitió descubrir una planeación fiscal corporativa incentivada por despachos que ya tienen identificados y que están bajo revisión porque “viven de sugerir a sus clientes defraudaciones fiscales”, de acuerdo a doña Raquel.
¿En dónde encontraron las grandes diferencias y le pusieron lupa?, los sectores energético, automotriz, acerero, alimentos, farmacéuticas, financieros, minero, ritei e hidrocarburos.