Las fortalezas y debilidades de Morena

24 de Abril de 2024

Jose Luis Camacho
Jose Luis Camacho

Las fortalezas y debilidades de Morena

jose-luis-camacho-430x290

La 65 legislatura del Congreso mexicano está a punto de iniciar. A reserva de que el Senado conservará la misma fisionomía que tiene desde 2018, la Cámara de Diputados tendrá una modificación importante, la principal de ellas es que no existirá un bloque que alcance la mayoría calificada de los integrantes y que los partidos políticos participantes se reducirán de ocho a siete grupos parlamentarios.

El principal de ellos será el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que por sí solo tendrá 198 integrantes, representando la mayoría simple y con ello, tendrá mano en presidir, durante el primer año de la legislatura (septiembre de 2021 a agosto de 2022), la Junta de Coordinación Política y presidir 40% de las 52 comisiones ordinarias con que cuenta la Cámara de Diputados.

Además de estos factores, resulta conveniente amable cibernauta ubicar algunas de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que enfrentará el grupo mayoritario durante los siguientes meses.

La principal de sus fortalezas es la figura presidencial, quien comparte su popularidad y apoyo social con su partido político, dotándolo de un margen de maniobra importante para justificar sus acciones exclusivamente en el parecer presidencial.

Otra importante fortaleza es que gobernará 17 entidades federativas, es decir, la mayoría de las 32, comandando los esfuerzos de más de 50 millones de mexicanas y mexicanos.

A pesar de los gritos y pleitos sufridos en la definición de candidaturas durante el pasado proceso electoral, éstos no se tradujeron en grandes desbandadas ni desencuentros.

Entre sus filas se encuentran exmilitantes del PRD, PRI y PAN que poseen cierta experiencia y preparación política, de ahí que no vayan a tener un periodo de aprendizaje.

Un aspecto central es que seguirá siendo el partido político que mayor financiamiento público reciba durante los siguientes años, el cual, a pesar de lo ofrecido de devolver el 50% para atender la pandemia y necesidades de la sociedad, lo cierto es que no lo hizo y lo aprovechará para organizarse.

La oportunidad central que ofrece Morena a la sociedad es ser diferente al pasado, acabar con la corrupción, mejorar la seguridad pública y ser el motor de creación de millones de empleos. Para ello, tiene las mayorías y los gobiernos necesarios, empezando por el presidente.

En el campo de las debilidades se ubica la extrema fragmentación que tiene a su interior, pues ni siquiera la figura presidencial es capaz de articular los equipos y hacer que marchen hacia un mismo sentido.

Tal debilidad estaría destinando a Morena a no tener un futuro halagüeño y sí uno de pulverización.

Ello se traduce en que los personajes experimentados con que cuenta se vean constantemente contrarrestados por las inercias internas y víctima del fuego amigo.

La pandemia del Covid-19, crisis económica, inseguridad creciente y deterioro de la vida institucional muestran, todas, una tendencia creciente, por lo que cada vez será más difícil justificar la falta de resultados por la herencia del pasado.

Una de las debilidades más características del partido en el poder es la ausencia de equipos de trabajo articulados, y no solo nos referimos al gobierno federal, sino en los propios estados en los que es gobierno, en los que la incapacidad y ausencia son la nota permanente.

La amenaza central que ya se ha visibilizado es que conforme se acerque el año 2024 se incrementarán los riesgos reales de división, pues quienes no resulten los y las elegidas ya tienen planes B y la conformación de sus equipos no la están recargando en Morena, sino en estructuras independientes capaces de volar a otros cielos y funcionar con las siglas que haga falta.

Tratándose de un partido con solo siete años de vida, Morena ha ganado mucho, pero de no ser la figura presidencial, no existe ningún otro elemento cohesionador que evite su autodestrucción en el corto plazo. Ahí está el trabajo partidista que no se ha hecho.

@jlcamachov