El poder de las mujeres

19 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

El poder de las mujeres

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1.

La igualdad de género suele ser uno de los indicadores más visibles en el desarrollo de las sociedades modernas. En este sentido, el Índice de Empoderamiento de la Mujer (Women’s Power Index) del Consejo de Asuntos Exteriores, responsable de la edición en Washington de la prestigiada revista Foreign Affaires, presenta la más reciente actualización del estudio realizado por Rachel Vogelstein y Alexandra Bro, con datos de 193 países. El estudio permite conocer de primera mano el avance de las mujeres en las estructuras políticas y de toma de decisiones del mundo. El IEM considera el número de mujeres como jefas o cabeza de Estado y Gobierno, el porcentaje de participación en gabinetes, legislaturas nacionales y locales y visualiza la brecha de género aún existente.

2.

Grosso modo, los datos muestran que 19 países tienen como jefa de Estado o de Gobierno a una mujer, destacando Alemania y los países nórdicos al efecto; empero, en lo que se refiere a integración del gabinete, en 43 países el porcentaje es de 30 a 50%, situándose México en el 42% de integración en este rubro; respecto de las Legislaturas nacionales, hay 52 países en ese rango en tanto que en las locales son 63 naciones. En ambos casos, México posee 48% y 37% respectivamente; es decir, no se encuentra tan mal situado en términos de participación política de la mujer, lo que refiere entonces a otras variables el perceptible malestar actual.

3.

Lo relevante del desempeño de las mujeres en puestos de poder o en estructuras de representación política es que aportan pluralismo, respeto y tolerancia, tienden a la inclusión, a la igualdad y a la estabilidad política y suelen encontrar soluciones en terrenos complicados. Cuando integran una masa crítica en la Legislatura (ese 30 a 50%), las mujeres, dice el análisis referido, suelen cruzar las líneas políticas y encontrar terrenos comunes, construir consensos en asuntos sensibles y llevar más a quienes más lo necesitan, como la educación, la salud, el bienestar y el nivel de vida por encima de diatribas y controversias. Han hecho avanzar legislación decisiva para lograr la igualdad laboral y prevenir la violencia doméstica, la violación y el acoso sexual y han establecido firmemente el derecho humano a una vida digna, libre de violencia en todos los sentidos.

4.

Ciertamente, refiere el estudio de Vogels- tein y Bro, una mayor participación de las mujeres es condición necesaria más no suficiente para lograr una mejor agenda. En muchos países —y México no es la excepción— las estructuras institucionales y el sistema político todavía ponen límites a la influencia política de las mujeres. Si bien no se trata de un grupo homogéneo y no todas las lideresas y colectivos suelen son cooperativos, pacíficos o apegados a la legalidad, es perceptible que para avanzar políticamente, las mujeres frecuentemente deben navegar o lidiar con estructuras dominadas por hombres, que traducen o confunden cautela política como si fuera cambio de políticas.

5.

La cuestión actual quizá reside en que, conforme el número de mujeres buscando puestos de representación y poder, así se incrementa la hostilidad y la violencia en su contra. Señalan nuestras autoras que los ataques (y resistencias) políticamente motivados contra mujeres en el mundo crecen y, no obstante, conforme los espacios se amplían y el número de mujeres participantes y participativas también, muchas más mujeres se inspiran para comprometerse en la lucha política. Es decir, hay avances, pero todavía no son suficientes; los pasos por venir son contra estructuras e instituciones formales y culturales que lesionan el derecho de las mujeres a la mayor inclusión social posible, sin violencia y con justicia, cuyo déficit a todos nos lesiona por igual.