Nuevos tiempos para Europa

24 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Nuevos tiempos para Europa

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1.

Las elecciones del pasado domingo en Alemania despiden la Era Merkel, en tanto la experimentada dirigente no decida optar por participar en el gobierno comunitario, es decir, el gobierno de la Unión Europea. Los resultados electorales revelan un cuasi empate entre las dos fuerzas políticas principales en Alemania, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Merkel, y la Socialdemocracia Alemana (SPD) de Olaf Scholz, vicecanciller en la Gran Coalición todavía gobernante. No obstante, el partido más votado ha sido la Socialdemocracia, con 25.8% de los sufragios, seguido de cerca por los Democratacristianos, con 24.1%, es decir, una diferencia menor a dos puntos electorales, lo que supone el derecho de mano para los primeros a la hora de intentar formar un gobierno de mayoría o gobierno de coalición, como también se le conoce.

2.

El pluralismo alemán es evidente. El Partido Verde alemán, tercera fuerza nacional, obtuvo 14.6% de los votos, seguido de 11.5% de los liberales (FDP), la ultraderecha de Alternativa por Alemania con 10.5% y la izquierda radical (Die Linke) con 4.9%. Ello quiere decir que ningún partido obtuvo por sí solo el derecho a gobernar, por lo que habrá de negociarse una coalición política para lograr la mayoría suficiente en el Parlamento alemán (Bundestag). Siendo un régimen presidencial parlamentario, el jefe del Estado Federal, el Presidente Frank Walter Steinmeier, de filiación socialdemócrata, habrá de invitar en primera instancia a su correligionario Olaf Scholz, con más posibilidades de entenderse con verdes y liberales.

3.

Sin embargo, lo que menos desean los alemanes es incertidumbre y mucho menos ruptura.

Ciertamente, han votado por un cambio, pero no con un cheque en blanco. Una de las virtudes de los gobiernos de coalición, es que obliga a los diferentes partidos a negociar las agendas para formar un gobierno viable. Existe el precedente inmediato de la Gran Coalición, donde Olaf Scholz era vicecanciller y responsable de Finanzas, lo que asegura puentes previos entre ambas formaciones políticas. Es posible entonces que una Gran Coalición pudiera repetirse, pero ahora con la conducción política de los socialdemócratas.

4.

Técnicamente, los socialdemócratas podrían integrar un gobierno de mayoría relativa, si decidieran negociar con los Verdes, lo que le daría el 40.4% de las bancas en el Parlamento; si además, integrara a los liberales de FDP, alcanzaría 51.9%, la mayoría absoluta; inclusive, si optara por mostrarse más rojo, podría integrar gobierno sumando Verdes más Die Linke –algo que genera desconfianza y arrojaría a los demócratacristianos a una oposición furibunda— alcanzando 45.3% de las bancas parlamentarias.

5.

Pero en estos casos Alemania se encontraría ante la disyuntiva de un gobierno dividido, cuando habrá de enfrentar realidades internas y externas desafiantes. Apenas se está saliendo de la gran pandemia de la COVID19, la recuperación sigue siendo incierta, viene el cambio climático y la enorme desigualdad resultante pone a prueba cualquier expectativa de la economía mundial. La confrontación fría entre China y Estados Unidos irremediablemente está arrastrando a la Unión Europea a tomar partido, pues si bien la mayor amenaza a la seguridad atlántica sigue siendo Rusia, es China el país que tiene un juego notoriamente expansionista y capacidad para ocupar los espacios descuidados por otros. Tan sólo la reciente alianza SQUAD entre Australia, Japón, India, Reino Unido y Estados Unidos en la región indo-pacífica

para enfrentar a China en su propia sopa, ha llevado a Francia a tensar las relaciones entre los tradicionales aliados, pugnando por una política estratégica europea autónoma. Si bien todo es posible en las negociaciones políticas, la opción de una Gran Coalición con impronta socialdemócrata haría el cambio y sostendría las mejores condiciones para la futura coherencia alemana.

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