Servicios estratégicos de Salud

24 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Servicios estratégicos de Salud

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1.

Muchas cosas serán urgentes en los días por venir una vez que la pandemia del coronavirus haya menguado, tales como el restablecimiento de la economía y la reconstrucción de todo aquello que hubiera sido devastado en los ámbitos productivos y sociales. Pero una, sin duda muy importante, es la replaneación y redensificación de los sistemas de salud, a la luz de que tanto la emergencia actual como otras emergencias habrán de seguirse presentando. El coronavirus Covid-19 se originó en la ciudad china de Wuhan, sin saberse a ciencia cierta si inició accidentalmente en un mercado de mariscos o bien si se filtró de un laboratorio de virología en donde se trabaja con especímenes vivos de investigación, murciélagos traídos de las cavernas de Yunnan –turísticas muchas de ellas—y que fueron advertidos desde hace dos años que tenían el potencial de desatar una epidemia viral, dado que son ejemplares de poblaciones equivalentes de los murciélagos que en 2003 originaron el SARS, también de triste memoria.

2.

Como se ha dicho en ocasiones anteriores, año con año la OMS advierte que las gripes estacionales contagian de cinco a seis millones de personas y provocan la muerte a entre 290 a 650 mil pacientes con padecimientos de diabetes, hipertensión, coronarias o inmunodepresivas. Es decir, cada año deben esperarse y atenderse miles de pacientes por afecciones gripales graves que se tornan aún más graves cuando aparecen virus de mayor letalidad que los comunes, como fue el SARS y ahora es el coronavirus de Wuhan.

3.

Ante ello, una organización como la OMS carece de las atribuciones necesarias para intervenir a tiempo y atajar en el origen una posible pandemia. Si se sabía desde hace dos años que se estaba experimentando con coronavirus en el Instituto de Virología de Wuhan, en dudosas condiciones de seguridad, por qué entonces la OMS no intervino y clausuró esa instalación en aras del interés global. De ahí que uno de los planteamientos esenciales sea el convocar a un cónclave mundial especializado para analizar y resolver lo necesario, que exista algo similar a lo que es la Agencia Internacional de Energía Atómica, con capacidad para vigilar e intervenir las facilidades en donde se trabajan materiales atómicos, pudiendo llegar a establecer sanciones y cerrarlas si se transgreden ciertos umbrales.

4.

El impacto del coronavirus de Wuhan aún está por establecerse. En estos momentos, ha trascendido el umbral de las 200 mil muertes y el contagio de tres millones de personas en el mundo, pero el impacto económico y social puede ser en verdad de vértigo, causando una recesión global de hasta 5% del PIB mundial, la pérdida de 160 millones de empleos y el advenimiento de 200 a 300 millones de nuevos pobres por carencia de empleo, ingreso y alimentación. Recuperarse de esto es algo que tomará de dos a cinco años, por lo que debe ser de la mayor urgencia el que las naciones se pongan de acuerdo no sólo en cómo paliar los efectos económicos y sociales, sino en cómo enfrentar los posibles futuros riesgos para la salud mundial.

5.

En principio, cada país tendría que destinar un presupuesto estratégico a los sistemas de salud para que cuenten con instalaciones sofisticadas, convertibles para casos de emergencia sanitaria y equipados con lo necesario para afecciones respiratorias, como son los equipos de respiración asistida, material médico y fármacos indispensables. Para eso es deseable disponer de vacunas y establecer campañas de vacunación masiva al iniciar los tiempos de frío para fortalecer el sistema inmunológico, pero nada sustituirá la disposición en cada país, en cada hospital, de una unidad especializada convertible, para atender las emergencias, es decir, un cuerpo de bomberos de la salud, siempre listos para cuidar a la población en tiempos de urgencia.